Tras un par de retrasos por fin llega a salas mexicanas Shin Ultraman, una película que promete rendir homenaje a la clásica serie de los 60
Escribir sobre el cine de kaijus sin aludir a las cintas clásicas e incluso tomarlas como estándar de las actuales, es muy difícil. Afortunadamente en 2016, Hideaki Anno y Shinji Higuchi le dieron un gran segundo aire a este género con la dirección de Shin Godzilla, una película que traía de vuelta al aterrador ‘Gojira’ y aprovechaba para hacer un poco de sátira sobre la burocracia nipona. Ahora la misma dupla busca repetir el acierto con Shin Ultraman, una adaptación del famoso personaje que originalmente fue lanzada en 2022, pero que hasta ahora podemos disfrutar en salas de cine mexicanas.
SSSP AL RESCATE
La cinta arranca con una rápida secuencia dónde seguiremos de cerca la creación de la S-Class Species Suppression Protocol, y cómo el gobierno japonés utiliza esta organización con fines armamentistas e intentar defenderse de las criaturas gigantes que llegan a azotar su territorio. Con eso explicado, la película pasa directamente a mostrarnos despiadados ataques de kaijus prácticamente invencibles para los humanos; afortunadamente, Ultraman hace su aparición y logra salvar el día en más de una ocasión. Pero al no tener más información sobre él, el gobierno y sociedad nipona tienen una gran inquietud ¿se puede considerar como aliado a este gigantesco héroe anónimo? A la duda se le suma un nuevo agente alienígena llamado Zarab, quién les advierte a los japoneses que aquel que consideran un héroe sería en realidad una amenaza.
Se podría decir que las luchas que se libran en esta película se dividen en dos, por un lado, las épicas batallas entre Ultraman y los seres gigantes en las grandes ciudades o praderas de la tierra del sol naciente, y por otro lado, las batallas en el terreno político y social dónde intentan descubrir la identidad de Ultraman y descifrar quién dice la verdad respecto a sus intenciones en el planeta tierra.
UN HOMENAJE PARA FANÁTICOS
A nivel visual esta producción es un deleite para quienes conocen el cine de este tipo. Los efectos visuales toscos y uso excesivo de CGI le dan un toque bastante agradable y cómico a la cinta. Seas o no un seguidor de este personaje, es inevitable reír e incluso asombrarte con los movimientos y poderes que suceden en pantalla. El tributo al personaje y el cine de kaijus se siente aún más cuando te enteras de que Bin Furuya, el actor que solía ponerse el traje de Ultraman para la serie original, fue llamado para realizar las capturas de movimiento para esta película y así, lograr un resultado mucho más apegado a la obra original.
El único problema de Shin Ultraman, desafortunadamente, recae en un aspecto medular, la narrativa. A pesar de estar acostumbrados a este tipo de historias, la producción de Higuchi y Anno se siente demasiado caótica debido a la cantidad de arcos y tramas que plantea la película. Se podría decir que los tres actos de esta cinta tratan de distintas cosas y se conectan de una manera muy poco orgánica, dando como resultado un producto que puede llegar a ser confuso.
La película es entretenida y cumple para aquellos que son fans, particularmente en el apartado visual. Shin Ultraman hace referencia a su producto origen y plantea una visión positiva ante adversidades desde una perspectiva cursi, exagerada y a través de un storytelling algo tropezado pero que vale la pena ir a ver.
