El emotivo manga del legendario creador de Dragon Ball, llega al mundo de los videojuegos con un RPG con grandes mecánicas y muchas coas interesantes
Cuando alguien piensa en Akira Toriyama, inmediatamente piensa en Dragon Ball, a pesar de que el mangaka ha tenido un montón de obras de gran relevancia que van más allá de Goku y sus amigos. Una de ellas es Sand Land, que nació como la pequeña historia de un viaje, pero cuyos personajes y temática hicieron que se popularizara rápidamente a principios de los 2000. Aunque parecía que Sand Land solo se quedaría en tinta y papel, Bandai Namco anunció en 2023 el Proyecto Sand Land, que prometió adaptar la obra de Toriyama a una película, serie animada e incluso un videojuego, el cual además tendría una historia inédita del mangaka.
Ahora, un par de semanas antes de que acabe el anime y meses después del fallecimiento de Akira, finalmente el videojuego de Sand Land llega con una propuesta interesante y, pese a ser de Bandai Namco, no sigue esa fórmula de anime genérica de videojuego, sino que reúne varios conceptos ambiciosos en una aventura con mucho corazón. ¿Es un digno homenaje a Akira Toriyama? Te contamos.
Sand Land es un RPG de acción que tiene lugar en un mundo abierto, el cual, como nos indica el nombre de la obra, es un lugar enorme lleno de arena donde tomaremos el control del príncipe de los demonios, Beelzebub, en un viaje para encontrar la llamada Fuente Legendaria de agua, ya que el líquido vital es el recurso más preciado en ese mundo y es administrado y vendido a sobreprecio por un ambicioso rey.
Como buen RPG, el núcleo central del título está en la exploración del mundo para encontrar recursos, superar diversas misiones, subir de nivel, hacer cacerías o búsquedas secundarias, así como pequeñas misiones que aparecerán en nuestro viaje por el desierto.
Es complicado tratar de englobar el concepto de Sand Land en algo en específico, pues, pese a tener una base RPG, tiene otras mecánicas de crafteo, carreras y conducción que hacen la aventura más interesante e incluso lo muestran como una evolución de otros títulos del género basados en anime, como Dragon Ball Z Kakarot.
FURIA EN EL CAMINO
Una de las mayores fortalezas que tiene el juego es su mecánica de vehículos, pues, pese a tener la posibilidad de recorrer todo Sand Land a pie, la historia, desde su origen en el manga, nos introduce en un tanque con el cual recorreremos grandes distancias y enfrentaremos a un montón de enemigos.
A lo largo del juego manejaremos diversos vehículos de todo tipo que serán útiles para ciertos lugares. Por ejemplo, el Brincabot nos ayudará a saltar por diversas pendientes y puentes dañados, mientras que la motocicleta y su velocidad nos será útil para superar las arenas movedizas.
El conseguir los vehículos no será nada sencillo, pues tendremos que encontrar diversos materiales en nuestro viaje, forjar otros y superar algunas misiones para tener todos los elementos. Una vez con todo listo, podremos crear y mejorar cualquier vehículo dentro de un taller.
Conseguir piezas y modificar armas, motor y todo de los vehículos es una de las mejores y más adictivas dinámicas del juego, pues su sistema de personalización es bastante completo y variado, abarcando también colores y calcomanías, por lo que prácticamente podemos crear la moto o tanque de nuestros sueños.
UNA HISTORIA CON SABOR A DRAGON BALL
A diferencia de Dragon Ball Z, Sand Land cuenta con una historia más enfocada en la aventura y lejana a la acción, optando por un entrañable viaje conformado por Beelzebub, Rao, Thief y Ann, esta última que forma parte de un nuevo arco que escribió Akira Toriyama para el videojuego y serie.
Fácilmente, la química entre el equipo es muy buena y nos hace sentir parte del él con sus conversaciones en medio del viaje e interacciones, aunque en momentos clave como el combate nos hace sentir solos.
Como comentamos antes, Beelzebub es el personaje con el cual jugaremos prácticamente el 90% del juego, y cuando eso pasa, el resto del equipo nos sigue desde un vehículo o a pie, pero en combates cuerpo a cuerpo es donde está la mayor ausencia.
De entrada, el combate con el príncipe demonio se siente bastante raro e impreciso, pues a diferencia de los enfrentamientos en vehículos, los controles son torpes y la cámara no ayuda, además de que el resto del equipo parece desaparecer y te deja a tu suerte, cuando en teoría tienen la habilidad de ayudarte.
UN MUNDO BIEN CONSTRUIDO
Sand Land no es una revolución gráfica, no está de más aclararlo, pero el mundo creado para el juego, diseño de personajes y banda sonora están muy bien cuidados y si pudiéramos definirlo en una palabra sería “bonito”. Hay veces que uno puede perderse por horas en el cielo nocturno del desierto o escuchando las melodías relajantes mientras recorremos las enormes dunas de arena.
El mundo en general se encuentra algo “vacío”, por así decirlo, pero es parte de la temática de la historia, donde el desierto es peligroso y tenemos un montón de enemigos, incluso muchas misiones secundarias se basan en el rescate de civiles en el desierto para que después se conviertan en habitantes de un pequeño pueblo llamado Spino.
En general, Sand Land es un título al más puro estilo Akira Toriyama: con personajes memorables, una historia simple pero con mucho corazón, y un mundo lleno de misterios por explorar con mecánicas bien cuidadas que lo sacan del molde de juego genérico de anime.
Lo mejor:
- El alto nivel de personalización.
- Apartado artístico del mundo.
- Combates con vehículos.
Lo peor:
- El crafteo puede llegar a ser confuso.
- Los combates cuerpo a cuerpo.
- Algunos bugs que borran gran parte del mapa.
Calificación: 8.5
Sand Land es un trabajo hecho con mucho amor que junta una historia emotiva, personajes entrañables y una gran mecánica de vehículos para entregar un juego basado en anime completamente diferente a lo que estamos acostumbrados en el buen sentido de la palabra, pues sus errores de rendimiento o combate cuerpo a cuerpo no son tan malos para eclipsar la calidad que tiene el juego basado en la obra de Akira Toriyama.
Sand Land es un título desarrollado por ILCA y distribuido por Bandai Namco para PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series X/S, Nintendo Switch y PC. Para esta reseña se jugó la versión para PS5, la cual fue proporcionada por el distribuidor.
