La maldición del mejor

El lamento de Lionel Messi es quizá el lamento del mundo. Sin necesariamente ser de origen argentino o un hincha del Club Barcelona, al aficionado común del futbol le sigue causando asombro el por qué este astro del balompié mundial no termina de sobresalir con su selección.

Como si se tratara de una maldición adherida hasta el tuétano de sus piernas, la mala suerte de no poder ganar nada con la Albiceleste sigue persiguiendo al mejor futbolista de los últimos tiempos.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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partidos cumplió Lio con la Selección de Argentina durante la Final de Copa América 2015
“El equipo no dio la talla en otra final. Principalmente el capitán Messi, que deambuló por la cancha”
Leo FarinellaJefe del Diario Olé

El lamento de Lionel Messi es quizá el lamento del mundo. Sin necesariamente ser de origen argentino o un hincha del Club Barcelona, al aficionado común del futbol le sigue causando asombro el por qué este astro del balompié mundial no termina de sobresalir con su selección.

Como si se tratara de una maldición adherida hasta el tuétano de sus piernas, la mala suerte de no poder ganar nada con la Albiceleste sigue persiguiendo al mejor futbolista de los últimos tiempos.

El fracaso más reciente fue la Final de la Copa América 2015, donde “La Pulga” y todo el equipo argentino eran los favoritos para llevarse el trofeo. Hicieron lo justo para pelear la última instancia contra los chilenos, pero la tanda de penales les hizo ver su trágico destino.

La derrota caló duro en Argentina y su gente ya que se contaba con un plantel de mucha categoría. 

Sin embargo al definirse Chile como campeón de América las cámaras de televisión y de fotografía estuvieron enfocadas en el rostro de Lio Messi, de quien todo se esperaba pero poco pudo aportar.

El 10 de Argentina solo pudo concretar dos penales, contra Paraguay en fase de Grupos y en la tanda de la Final, esto pese a haber sido uno de los máximos disparadores de la competencia con 17 tiros al marco, o máximo asistente, con tres pases para gol.

Tanta fue la pena de otro torneo desastroso con Argentina que durante la premiación Messi rechazó volver al estrado para recibir el premio a Mejor Jugador del Torneo.

Si bien el capitán albiceleste ya había pasado junto a sus compañeros por la medalla de segundo lugar, cuando le indicaron que le otorgarían el nombramiento de MVP, él mismo declinó aceptar tal mérito.

La organización del evento, sorprendida, no tuvo más remedio que retirar de inmediato el trofeo que era para Messi y hacer como si nada hubiera pasado. Lio ya no quiso saber nada más del torneo.

Parecía su mejor año

En la historia de este brillante jugador, el 2015 iba en camino a ser uno de los mejores años de su carrera profesional, ya que de forma individual estaba viviendo un nivel óptimo pese a las críticas de su baja de juego.

Siempre figura del Club Barcelona, Messi iba con el ánimo a tope previo a la Copa América tras alzarse con la triple corona con los culés: Liga de España, Copa del Rey y Liga de Campeones.

Nada malo podía pasar, solo era cuestión de cumplir ese favoritismo con Argentina en el certamen continental y de paso consagrarse al nivel de tantos grandes como Maradona, Pelé o Garrincha.

Frustración tras frustración

El recuerdo estaba fresco, ¿será por eso que le duele aún más?

Un año antes, en la Final de la Copa del Mundo Brasil 2014, a Messi le pasó lo mismo con Argentina, con la que soñó, se ilusionó y jugó para alcanzar el trofeo dorado pero de nuevo repitió la historia dolorosa.

Aquella ocasión fue bastante difícil para el zurdo rosarino, quien luego de perder la Final contra Alemania le dieron el premio de Mejor Jugador del Mundial y él lo aceptó, pero durante días le llovieron las críticas por recoger el trofeo que para muchos no merecía.

La Copa América se le ha negado a Argentina aunque la juegue en su terruño. En la edición 2011 celebrada en suelo pampero Messi corrió con pésima suerte al perder con su equipo en la tanda de penales en Cuartos de Final contra Uruguay, quedando en vergüenza y con las críticas sobre su espalda por no gravitar en el resultado.

En el Mundial de Sudáfrica 2010, Messi llegó como el astro del balompié mundial que todo lo había ganado con el Club Barcelona. El mundo sabía que ese sería su momento pero precisamente así se pasó el torneo, como solo un momento.

Bajo la soñada dirección técnica de Diego Armando Maradona, el futbolista poco pudo hacer para guiar al conjunto argentino al objetivo primordial. La pasó fatal, no marcó un solo gol y su equipo sufrió la eliminación apenas en Cuartos de Final; otra vez por los alemanes en la goleada de 4-0.

En la Copa América 2007, edición celebrada en Venezuela, Lio tampoco respondió. Tuvo cierto protagonismo aunque nada pudo hacer para evitar que Argentina perdiera la Final con Brasil por 3-0.

Y un año antes, en el Mundial de Alemania 2006 dirigido por José Pekerman, tuvo pocos minutos, anotó un gol durante el 6-0 contra Serbia y Montenegro, y junto a la Albiceleste terminó el sueño en Cuartos de Final contra los alemanes.

La prensa no lo perdona

Para la prensa argentina, la Albiceleste no es un seleccionado nacional. En las duras críticas y reproches, solo existe la figura de Lionel Messi, a quien tunden peor de lo que lo hacen los defensas y le culpan de todo lo malo.

La expectativa de los medios siempre ha ido encaminada a ver la consagración de “La Pulga”, a quien le debaten la idea de ser el mejor de todos los tiempos debido a que nunca ha ganado nada con su selección. Diarios como Olé, Clarín, la agencia de noticias Telam y las televisoras no hablaron de otra cosa que no fuese la rudeza contra el de Rosario. 

“El equipo no dio la talla en otra final. Principalmente el capitán Messi, que deambuló por la cancha”, escribió Leo Farinella, jefe del rotativo Olé.

Unas vacaciones en Rosario y renovar su estado de ánimo es lo único conveniente para este grande del futbol, a quien la suerte le ha dado algunas a su favor pero otras más dolorosas en su contra. Lo importante será que no desista.  

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