La flamante figura del futbol, el francés Kylian Mbappé, irritó al futbol sudamericano en mayo pasado, cuando declaró que Argentina y Brasil no juegan partidos de “mucho nivel” en sus eliminatorias para clasificarse a la Copa del Mundo en Qatar.
La polémica declaración fue a un canal deportivo de Brasil, en el cual “Donatello” afirmó que en Sudamérica el futbol “no está tan avanzado como en Europa” y recalcó que los más recientes campeones mundiales, incluyendo a Francia en Rusia 2018, han sido los europeos.
Presunción, quizás, pero no por ello, la dura realidad. Desde que la “Canarinha” conquistó el “Penta” en el lejano 2002, a merced de Alemania, Europa ha tomado el mando de la Copa del Mundo.
Por cuatro Mundiales y 20 años, los europeos han sido amos y señores, porque en ese período sólo Argentina ha podido avanzar a la Final de la máxima justa del balompié y el resultado fue con Lionel Messi cabizbajo.
En Alemania 2006, Francia e Italia pelearon por el título; en Sudáfrica, fueron Países Bajos ante España; Brasil 2014 vio caer a la “Albiceleste” ante Alemania y hace cuatro años, en Rusia, los galos ganaron ante Croacia.
Messi, el aún mejor jugador de América, respondió al “dardo” de su compañero en el Paris Saint-Germain. Declaró que los europeos no tienen idea alguna de la exigencia de las eliminatorias sudamericanas, en la altura de La Paz (Bolivia) o el calor de la costa caribeña de Colombia.
Por su parte, el técnico de Brasil, “Tite”, subrayó que la competición en Sudamérica rumbo al Mundial de Qatar tiene un grado de dificultad por encima de Europa: “Nosotros no tenemos, con todo el respeto, que jugar con Azerbaiyán… no tenemos esos partidos que te dan un respiro”.
Incluso Sebastián “Loco” Abreu, retirado delantero charrúa cuyo penalti a lo “Panenka” en 2010 selló la victoria que catapultó a Uruguay a las Semifinales del Mundial por primera vez en cuatro décadas, dijo que a Mbappé le faltó leer más en Wikipedia: “Porque el que ellos jueguen con europeos no significa que esos europeos son de primer nivel”.
Sin embargo, ya es tiempo de probarlo en la cancha… y en el primer Mundial en Oriente Medio hay motivos para creer que esto ocurrirá:
Brasil llega a Qatar como el mejor equipo del mundo, ocupando la cima del ranking de la FIFA, amparándose con Neymar y una camada de jóvenes delanteros entre los que destaca Vinícius, Rodrygo y Raphinha. Es tal el poderío brasileño que llevarán al Mundial nueve delanteros. Van por todo por su sexto título.
Por su parte, Argentina presume de un invicto de 35 partidos y Messi está feliz y jugando como nunca con la selección mayor, con la que por fin ganó un título (la Copa América en 2021) y se impusieron a los campeones de Europa, Italia, en la Finalissima, jugada el verano pasado.
Dominan por talento… y dinero en Qatar
Pero la ventaja del “Viejo Continente” no sólo está en los pies, también en los bolsillos. Europa tiene dinero a manos llenas para invertir en el desarrollo de sus jóvenes talentos. Y, recientemente, la pandemia y la nueva Liga de las Naciones de la UEFA, redujo significativamente la cantidad de partidos entre selecciones de Europa y Sudamérica, lo que evita el roce internacional de los segundos.
“Hoy en día los europeos, físicamente, están sobre los sudamericanos. Se ve que juegan a otra velocidad. Están en una dimensión poco más adelante que el futbolista sudamericano”, declaró Iván Zamorano, el retirado delantero chileno que jugó en el Real Madrid, Inter de Milán y dio sus últimas actuaciones como profesional en el América de México.
Zamorano siente envidia por la capacidad de las canteras europeas para “sacar año tras año jugadores que pueden hacer historia a futuro”, pero recalca que “el futbolista sudamericano sigue siendo superior en la técnica, esa calidad de la calle que le hace ser distinto”.
“Faltan los recursos, la infraestructura, sus métodos de trabajo. La posibilidad de buscar a ese futbolista que tiene condiciones distintas a veces cuesta en Sudamérica y el chico se pierde en el camino. Tenemos que hacer algo distinto que pueda causar esa dificultad a los europeos para ganar un Mundial”
Finalmente, Alejandro Domínguez, el presidente de la CONMEBOL, ente rector del futbol sudamericano confía en cerrar un acuerdo con la UEFA, su contraparte europea, que permita a las selecciones competir en la Liga de las Naciones, pues “nuestros equipos siguen jugando amistosos y todos, salvo excepciones, son deficitarios.
“¿Qué estamos haciendo mal que no salimos campeones del mundo? Tenemos que encontrar la fórmula. Ojalá se dé este año. Sería realmente una consolidación… Lamentablemente nuestros jóvenes se van muy temprano, es un tema que a CONMEBOL le preocupa. Estamos tratando de generar cada vez más ingresos para que los clubes no tengan esa asfixia y necesidad de mandarlos (a Europa)”, dijo.
Desde el misticismo de Oriente Medio, Brasil y Argentina buscarán con todo ser los “dueños del balón” otra vez; deberán pasar por la “maquinaria” europea.
Favoritos, pero para 2026
Luiz Felipe Scolari, el técnico del Brasil que se coronó en 2002 con la sensacional “Triple R” en el ataque, integrada por Ronaldo, Rivaldo y Ronaldinho, dice que Brasil tiene los atributos para reinar en Qatar, pero que su país tal vez estará mejor dotado para llevarse el título en 2026.
“Los chicos que tenemos ahora pueden brindarnos el resultado que esperamos. Pero no se les puede presionar para alcanzarlo todo. Quizás en cuatro años podemos presionarlos para lograrlo todo, porque van a llegar en su apogeo, con 26 y 27 años”, declaró el estratega a la agencia AP.
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