A pesar de que el Episcopado Mexicano, y el propio Papa Francisco, expresaron recientemente su preocupación por la seguridad y la pobreza en nuestro país, el Papa recibió con afecto al presidente de México.
El Papa escuchó con cortesía y atención las explicaciones que le dio el presidente Peña Nieto sobre la disminución de la violencia en México.
Sin decírselo explícitamente, Peña Nieto le dijo al Papa que quien le heredó la violencia fue su antecesor, Felipe Calderón.
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