En aras de conservar lo que le queda de su muy desgastado capital político, al senador Javier Lozano más le valdría excusarse de seguir participando en la Comisión de Comunicaciones y Transportes.

No tanto por las causales que expuso el senador Manuel Bartlett en el Senado, sino porque con su afán de protagonismo, con su locuacidad, y con las “reformas” que se sacó de su manga, solo contribuyó a complicar aún más lo que ya era complicado.

La cúpula que controla la presidencia nacional del PAN rompió ayer el “pacto por evento” para votar a favor del anteproyecto formulado por el senador Javier Lozano respecto de las leyes secundarias de la reforma Telecom.

El anteproyecto de dictamen presentado, ni siquiera será discutido el jueves como lo anunció pomposamente Lozano. 

El coordinador de la bancada de Acción Nacional en el Senado, Jorge Luis Preciado, anunció que será hasta el viernes cuando los senadores de su bancada empezarán apenas a analizar el tema para fijar su posición. 

Si el presidente nacional del PRI, César Camacho, afirma que en los próximos 10 días se sentirán fuertes movimientos telúricos con epicentro en el Senado, es porque todas las “fuerzas vivas” que representan a Carlos Slim harán hasta lo imposible para dilatar la aprobación de la reforma en Telecomunicaciones. 

En los próximos 10 días, algunos panistas y casi todos los perredistas lucharán codo a codo para que no haya ninguna reforma, y las cosas sigan como siempre. 

Tal y como estaba previsto, los senadores alineados con Carlos Slim anunciaron que presentarán su propio dictamen para la reforma a las leyes secundarias de telecomunicaciones.

Aunque la estrategia no se ajuste a los procedimientos establecidos para el trámite de cualquier reforma, es obvio que no deja de ser una estrategia que podría redituar en ganar a los grupos de interés afectados.

Error de entendimiento

Gabriel García Márquez no solo fue un escritor fuera de serie. 

Gabo también tuvo otras cualidades que lo llevaron a ser poseedor de un fuerte magnetismo sobre los líderes políticos de su tiempo. 

Como bien dijo el expresidente Carlos Salinas: “no es que (García Márquez) se acercara al poder, es que el poder se acercaba a él”.

Hoy mismo, el presidente de México Enrique Peña Nieto, y el de Colombia José Manuel Santos, a nombre de los dos países, le rendirán un homenaje póstumo a este excepcional personaje en el Palacio de las Bellas Artes