Con la novedad de que la guerra sucia electoral se trasladó a las primeras damas de las campañas presidenciales.
A través de las redes sociales comenzaron a difundirse historias negras que pretenden desacreditarlas y golpear con ello la imagen de sus cónyuges y candidatos.
La primera víctima es Beatriz Gutiérrez Müller, a quien pretenden ligar con un presunto abuelo alemán, Heinrich Müller, un oficial de la Gestapo al servicio de Hitler.
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