Jörgen Persson
COLUMNISTAINVITADO Una persona puede marcar la diferencia

Su historia ha traspasado fronteras y su fecundo ejemplo ha inspirado la acción de muchas otras personas en todo el mundo. Los logros de Wallenberg nos recuerdan la constante necesidad de combatir la injusticia y el racismo.

Como diplomático y hombre de negocios, Wallenberg se incorporó en junio de 1944 a la misión diplomática de Suecia en Budapest. 

Su trabajo consistió en lanzar una operación de salvamento de judíos. 

Les proporcionó pasaportes de protección suecos y les brindó refugio en edificios alquilados al efecto, las llamadas “Casas de Suecia”.