El vocalista de The Rolling Stones Mick Jagger publicó ayer un mensaje en su página de Facebook en memoria de la diseñadora L’Wren Scott, mientras que la banda canceló los siete conciertos de su gira por Australia y Nueva Zelanda, “14 on fire”.

A horas de que hallaran a Scott muerta en su apartamento de NY en lo que parece haber sido un suicidio, Jagger escribió sobre la que fue su pareja sentimental por 13 años. 

“Todavía estoy tratando de entender por qué mi amante y mejor amiga pudo acabar con su vida de este modo trágico”, escribió el músico.

Por muy curioso que parezca, existen ciertos rasgos que comparten quienes padecen anorexia y autismo, como la dificultad para leer y responder a las señales sociales, la obsesión por los detalles, los sistemas y el orden, la tendencia a estar absortos en sí mismos y las conductas rígidas.

La trágica muerte de la diseñadora de modas y estilista de celebridades L’Wren Scott, pareja de Mick Jagger, dejó en “shock” al líder de The Rolling Stones, quien se encontraba en Australia cuando se enteró del aparente suicidio. 

“Está completamente impresionado y devastado por la noticia”, afirmó ayer un portavoz del vocalista de la banda británica, quien salía con la modelo desde hace 13 años.

Scott, de 49 años, fue encontrada muerta en Manhattan, colgando de la manija de una puerta por su asistente a las 10 de la mañana del lunes.

Para los padres de menores, otro significado de tomarse un “break” es tener fija la mirada sobre la pantalla de su smartphone incluso en los momentos “en familia”. Para ellos también es fácil caer en la tentación de usar constantemente este u otro dispositivo móvil e ignorar todo lo que transcurre a su alrededor cuando se supone que están conviviendo con sus pequeños. 

Con la serie de ilustraciones “No violence against women” (“No a la violencia hacia las mujeres”) y la pregunta “¿Qué clase de hombre eres?”, el artista italiano AleXandro Palombo se ganó la atención del mundo.

Las campañas de este tipo no son nada nuevo, pero su forma de transmitir el mensaje es única: imágenes de personajes como las princesas de Disney o Marge Simpson, con ojos morados, la comisura de los labios ensangrentada y sus parejas luciendo inocentes a su lado. 

¿Su objetivo? Ilustrar la realidad de la violencia doméstica.