
Cada año millones de casas en México reciben al Niño Dios con nueva ropa gracias a los padrinos que pagan por ello. Esta costumbre tiene siglos de existir y el valor que representa como negocio es muy rentable
Cada año millones de casas en México reciben al Niño Dios con nueva ropa gracias a los padrinos que pagan por ello. Esta costumbre tiene siglos de existir y el valor que representa como negocio es muy rentable