Persiste violencia política

Apesar de reformas de ley, políticas de equidad, protocolos y la participación de la sociedad civil, la violencia en contra de las mujeres en la política es una práctica que persiste en Mé- xico.

Y es que es precisamente en ese ámbito donde la violencia en contra de las mujeres ha llegado a una normalización, lo cual da lugar a que se minimicen tanto la gravedad de los hechos como sus consecuencias.

En los últimos años se han hecho reformas a favor de la equidad de género en la participación y representación política

Apesar de reformas de ley, políticas de equidad, protocolos y la participación de la sociedad civil, la violencia en contra de las mujeres en la política es una práctica que persiste en Mé- xico.

Y es que es precisamente en ese ámbito donde la violencia en contra de las mujeres ha llegado a una normalización, lo cual da lugar a que se minimicen tanto la gravedad de los hechos como sus consecuencias.

Registros simulados de candidatas que renuncian a sus cargos para cederlos a sus suplentes hombres, inequidad en la distribución de tiempos oficiales y en la distribución de los recursos para campaña, amenazas, represalias, descalificación.

En pleno 2016, estas son prácticas contra las mujeres que se siguen existiendo, y que generalmente son aceptadas, invisibilizadas y poco cuestionadas, mucho menos denunciadas.

En los últimos años se han hecho reformas a favor de la equidad de género en la participación y representación política, así como esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil que han contribuido al reconocimiento del ejercicio de los derechos políticos de las mujeres.

Sin embargo, la violencia política sigue obstaculizando el ejercicio pleno y libre de estos derechos.

La violencia y discriminación contra las mujeres, a pesar de todos los esfuerzos, está lejos de ser erradicada en la sociedad mexicana, y en política, eso repercute en la dificultad de la mujer en el acceso igualitario a puestos públicos y su participación en la toma de decisiones. política

Entre otras cosas, la violencia política impide un pleno derecho las mujeres a ejercer el voto, a aspirar a ser electas en procesos electorales, y a su participación y desarrollo en la escena política, ya sea en un cargo de elección popular o en puestos de dirección al interior de los partidos.

Y la propia dinámica de la arena política, en donde se da por hecho la aceptación implícita de ciertas prácticas, ocasiona que las mujeres se nieguen a cuestionarlas, mucho menos a denunciar actos de violencia, con el riesgo de ser excluidas e incluso de recibir represalias.

Muchas mujeres que participan en política, deciden no denunciar actos de violencia por el temor a que puedan ser estigmatizadas, por no ajustarse a los lineamientos del partido, lo cuál podría comprometer sus aspiraciones políticas, apartándolas, excluyéndolas.

También resulta preocupante, el hecho de que en los últimos procesos electorales, muchas candidatas o aspirantes a puestos de elección popular han recibido amenazas y ataques directos en contra de su persona o de su círculo cercano, incluso llegando a perder la vida.

Por un marco normativo

Aprincipios de año se presentó un protocolo para atender la violencia política contra las mujeres, sin embargo, aún no existe un marco normativo ni políticas concretas en la materia.

El objetivo del Protocolo es establecer acciones inmediatas para atender a las mujeres que son afectadas por violencia política con elementos de género.

Fue presentado en marzo de este año por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en colaboración con instancias como el INE, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, el Instituto Nacional de las Mujeres, entre otros.

El documento pretende orientar a las instituciones ante situaciones de violencia política en contra de las mujeres, así como responder a la ausencia, tanto de un marco normativo integral como de políticas concretas en la materia.

Entre las acciones que recomienda dicho protocolo está la creación de un marco normativo específico sobre la violencia política, la capacitación al personal de las instituciones con competencia en temas electorales y de violencia, así como el diseño de una campaña de sensibilización sobre la presencia de las mujeres en política.

Mujeres en política Proceso Electoral 2016 Gubernaturas en juego: 12 En los Estados *Históricamente solo 7 mujeres han sido gobernadoras en México Cámara de Diputados Senado Gabinete Legal y Ampliado Dirigencia de Partidos Políticos Candidatas 12 Candidatos 62 Mujeres 212 Hombres 288 Mujeres 6 Hombres 23 Gobernadores 31 Gobernadora 1 Hombres 82 Mujeres 46 Hombres 8 Mujer 1 También sugiere que los partidos políticos deberán contar con protocolos para prevenir y atender la violencia política.

De igual forma, el Protocolo incluye un apartado de recomendación de acciones que deben tomarse en casos de violencia política, así como un diagrama de actuación.

Ya hay propuestas legislativas para tipificar el delito de violencia política, sin embargo, parece que el tema está más en la sensibilización y concientización de la clase política y de la sociedad en general sobre la participación de la mujer en la vida pública.

En un país donde la violencia de género en contra de las mujeres es una constante en todos los ámbitos, sin duda también está presente en el terreno político, lo cuál, solo es un reflejo de la sociedad en su conjunto.

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