La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo confirmó que el magistrado se encuentra sano y salvo. Foto: Especial

Video muestra cómo fue el secuestro del magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo

Sergio Avilés regresó a su casa la madrugada del martes con algunas lesiones, pero ninguna de gravedad

El magistrado presidente del Tribunal Electoral de Quintana Roo, Sergio Avilés Demeneghi, fue víctima de un secuestro exprés la noche de este lunes en Chetumal.

Afortunadamente, el impartidor de justicia fue liberado horas después, pero tuvo que ser trasladado a un centro médico por los golpes que recibió.

Fue la noche del lunes 19 de junio cuando sujetos interceptaron al magistrado afuera de su domicilio en Chetumal.

De acuerdo con los primeros reportes, el magistrado permaneció privado de la libertad durante dos horas aproximadamente.

Así fue el secuestro

Los sujetos armados lo interceptaron antes de llegar a su casa, a bordo de su camioneta, cerca de las 22:50 horas.

A través de redes sociales, se viralizó el video del secuestro de Avilés Demeneghi, en la grabación se ve al funcionario tomando una camisa de su camioneta.

Segundos después llegan los delincuentes, al percatarse la víctima de la presencia de una camioneta extraña, reacciona y corre, pero es perseguido por los secuestradores.

En la grabación se alcanza a observar también que uno de los sujetos le dispara y el magistrado cae al suelo, posteriormente los sujetos lo suben de inmediato a una camioneta gris.

Al respecto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Quintana Roo confirmó que el magistrado se encuentra sano y salvo.

“Durante la medianoche se recibió el reporte al 911 de la privación ilegal de una persona de 42 años en Chetumal, por lo que se activaron los protocolos operativos. Dos horas después, la persona que posteriormente fue identificada como magistrado presidente del Tribunal Electoral Local del Estado, fue localizado sano y salvo”, indicó la dependencia.

Trascendió que el magistrado presentaba algunos golpes que, aunque no ponen en riesgo su vida, ameritaron atención médica.

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