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Va Alianza por calidad en la educación pública

La urgencia de mejorar la calidad educativa en Nuevo León alió hace un año a dos importantes empresarios regiomontanos, líderes en sus ámbitos.

Roberto González Alcalá, el heredero de Grupo Maseca (Gruma), y Tomás Milmo Santos, director general de la empresa de telecomunicaciones Axtel, encontraron en la educación un interés común.

Mientras el primero concibió en Venezuela un programa que ahora se implementa en escuelas, el segundo se aventuró a establecer en Monterrey una organización dedicada al mejoramiento académico.

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Millones de pesos invertidos
"Tres meses después, con el cambio, parecía una escuela nueva, simplemente porque metimos limpieza, orden y seguridad”
Roberto González AlcaláDirector General de Gruma
"La idea es federalizar el programa, para que por cada peso que pongamos los empresarios y el Estado de Nuevo León, el gobierno federal nos ponga otro peso"
Tomás Milmo SantosDirector de AXTEL

La urgencia de mejorar la calidad educativa en Nuevo León alió hace un año a dos importantes empresarios regiomontanos, líderes en sus ámbitos.

Roberto González Alcalá, el heredero de Grupo Maseca (Gruma), y Tomás Milmo Santos, director general de la empresa de telecomunicaciones Axtel, encontraron en la educación un interés común.

Mientras el primero concibió en Venezuela un programa que ahora se implementa en escuelas, el segundo se aventuró a establecer en Monterrey una organización dedicada al mejoramiento académico.

A más de 4 mil kilómetros de distancia, ambos empresarios no sabían que sus esfuerzos constituirían en un futuro las bases de la Alianza Educativa Ciudadana por Nuevo León (AECNL).

Esta iniciativa tiene el objetivo de promover la excelencia en las escuelas públicas de nivel básico.

La apuesta de González Alcalá nació en 2008, cuando fue nombrado director de Gruma Venezuela.

La filial sudamericana pasaba en ese entonces por controles de precios del gobierno de Hugo Chávez, que mermaban sus ganancias y la obligaban a disminuir la inversión en el mantenimiento de las 10 plantas de Gruma en ese país.

El deterioro de las plantas, que representan la tercera operación más importante para el grupo, ocasionó que decayera la moral.

Y con ello también fueron cayendo los índices de productividad de los trabajadores en las plantas.

Así que González Alcalá concibió un modelo para mejorar la infraestructura de los espacios de trabajo con la participación de los empleados.

El programa piloto se implementó en la planta La Sorpresa, ubicada en la ciudad de Valencia, la capital industrial de Venezuela. Después se reprodujo en el resto de las unidades.

“Para levantar la moral de la gente empezamos a arreglarle sus plantas, pero sobre todo donde ellos convivían: sus comedores, sus baños, sus regaderas”, recuerda.

“Con eso empezamos a motivarlos a que se sintieran que estaban siendo tomados en cuenta, que se sintieran que verdaderamente nos importaban”.

De esta experiencia nació el modelo Círculo Virtuoso, que actualmente se implementa en escuelas públicas ubicadas en polígonos de pobreza de Nuevo León.

“A raíz de eso nosotros pensamos que un proyecto como este que fue probado, que da tan rápidos resultados, ¿por qué no lo poníamos en algún ente público?”.

El director general de Gruma se acercó al gobernador Rodrigo Medina para buscar la escuela con las peores características físicas y de desempeño educativo.

Sería el programa piloto perfecto para empezar a implementar y probar el Círculo Virtuoso que había dado muy buenos resultados en las plantas de Gruma en Venezuela.

Este modelo busca convertir a los planteles en Escuelas Públicas de Alta Calidad (EPAC), mediante la mejora de su infraestructura, elevar el nivel académico, el fomento a la autogestión y la participación de las comunidades.

La escuela primaria Margarita Maza de Juárez fue la elegida para la intervención.

Definitivamente este plantel de la colonia Mixcoac, una de las zonas con mayores índices de pobreza en Apodaca, fue el reto perfecto.

Alrededor de 400 voluntarios, entre padres de familia, estudiantes, trabajadores de Gruma, vecinos y ex alumnos, ayudaron en enero de 2010 a mejorar el entorno físico del plantel.

“Tres meses después con el cambio parecía una escuela nueva, simplemente porque metimos limpieza, orden y seguridad”, comenta González Alcalá.

Pisos, fachadas, baños, bancas y pizarrones fueron remodelados, se creó un área de cómputo y se instaló una cancha deportiva con el apoyo de otras empresas, como Farmacias del Ahorro, Soriana, Metalsa y Home Depot.

La supervisora de la zona escolar 133, Juana Picazo Martínez, asegura que después del proceso de intervención en esta escuela se elevó el nivel en materias como Español, Matemáticas y Ciencias Naturales.

“Un niño que viene a la escuela y ve su escuela bien limpia y pintadita se anima más a venir y le echa más ganas”, señala la profesora que supervisa ocho escuelas.

De acuerdo con datos oficiales de la Alianza, los planteles donde se implementó el modelo elevaron en promedio a 10 puntos los resultados de la prueba Enlace.

La Alianza se forja

Tomás Milmo Santos se interesó en el modelo Círculo Virtuoso al enterarse de la intervención en la escuela primaria.

El director de Axtel venía de una experiencia similar con el National Council for Community and Education Parterships (NCCEP), una organización estadounidense dedicada a la intervención en escuelas públicas.

Sin embargo, el regiomontano reconoce que el capítulo de la organización estadounidense que estableció en Monterrey con apoyo del Gobierno del Estado no cumplió con los objetivos deseados.

Cuenta que a diferencia de Estados Unidos, en México los planteles no tienen las herramientas básicas para operar.

“Vimos que había una coincidencia muy grande.

“Uno: en los fines y metas que teníamos.

“Y dos: que había una complementariedad muy importante en cuanto a los programas”.

De la fusión de ambas iniciativas nació la Alianza Educativa Ciudadana por Nuevo León.
Y luego se sumaron al esfuerzo 20 empresas fundadoras, voluntarios, universidades, organismos civiles, padres de familia y el Gobierno del Estado.

La Alianza empezó a operar el 15 de agosto de 2011, cuando se firmó un convenio con la Secretaría de Educación de Nuevo León en presencia de los empresarios participantes, encabezados por Milmo Santos y González Alcalá.

La Alianza intervino durante el ciclo escolar 2011-2012 en  43 escuelas, donde se beneficiaron a 12 mil 284 alumnos de niveles preescolar, primaria y secundaria en los municipios de Apodaca, Guadalupe, Monterrey, San Nicolás, Santa Catarina y Villaldama.

Una vez rehabilitados, estos espacios se abrieron a la comunidad para realizar eventos y encuentros deportivos, culturales y sociales.

En este periodo también participaron 3 mil 573 padres de familia, 458 docentes, 37 directores y 4 mil 273 voluntarios de empresas y de la comunidad en general, según un informe de resultados de la organización.

“Los resultados que se han obtenido es lograr la integración de todas las comunidades escolares, que son los alumnos, los maestros, los directivos, los padres y madres de familia”, dice el secretario de Educación José Antonio González Treviño.

La meta para los próximos cinco años es intervenir en un total de 600 escuelas de las zonas más marginadas para llegar a 185 mil alumnos, que representan alrededor del 18 por ciento de la matrícula del estado en escuelas de educación básica.

“Este modelo fomenta la participación de todos los actores de la sociedad para involucrarnos en la solución de los problemas que se nos presentan”, dice Jaime Garza Cabañas, director de la Alianza.

Durante el ciclo 2011-2012, la organización y el Gobierno estatal invirtieron en conjunto 56 millones de pesos.

El futuro de la educación en NL

La Alianza confía en que a finales de este año se promueva una “norma EPAC” con el apoyo del Gobierno del Estado para evaluar los resultados y en un futuro se federalice al programa.

“Imagínense un ISO 9000 de una Escuela Pública de Alta Calidad: es para estandarizar los niveles y la calidad de las escuelas, es para que el programa no se quede nada más como buena voluntad o en papel”, enfatiza González Alcalá.

La idea es que las 600 escuelas en las que se quiere intervenir cuenten con esta norma.

“Con buenas instalaciones físicas, con buenas herramientas para implementar la educación y profesores comprometidos, certificados, y programas aplicados, le vamos a dar una mejor calidad a la educación”.

Como parte de este deseo, la Secretaría de Educación cuenta con un manual de operaciones para la puesta en marcha de una Escuela Pública de Alta Calidad y co un modelo para certificar a los docentes participantes.

“La idea es federalizar el programa para que por cada peso que pongamos los empresarios y el Estado de Nuevo León, el gobierno federal nos ponga otro peso”, asegura Milmo Santos.

El director de Axtel dice ha habido muestras de interés en el programa de empresarios y gobiernos de Tamaulipas, Yucatán, Jalisco y Guanajuato.

Para llegar a 600 escuelas intervenidas en Nuevo León, la Alianza estima que se necesitan unos 850 millones de pesos para el mejoramiento de la infraestructura y la operación de los programas.

Así, aliados, empresarios y sociedad en general van por una estandarización de la calidad de la educación pública en Nuevo León.

Retos con calificación de 10

¿En qué consiste el modelo Círculo Virtuoso?
Etapa 1: Mejorar la calidad de vida de los alumnos y la comunidad.
Etapa 2: Arreglar la infraestructura para recuperar espacios e instalaciones físicas.
Etapa 3: Proveer herramientas educativas, como instalaciones adecuadas que promuevan la cultura y el deporte.
Etapa 4: Realizar programas de desarrollo humano que fomenten una mejor educación de los alumnos, y fortalezcan las habilidades de maestros y padres.

¿Cuánto dura la intervención?
Primer año: Mejoramiento a la infraestructura básica de la escuela.
Segundo año: Implementación de programas diseñados por la Alianza y la Secretaría de Educación para incidir en el desempeño académico.
Tercero año: Consolidar los Consejos Escolares de Participación Social en la Educación (CEPSE).
Retos para 2013
1. Incorporar 40 nuevos planteles y llegar a 30 mil alumnos.
2. Reunir a 20 empresas participantes más.
3. Invertir 124 millones de pesos entre IP y Gobierno.
4. Crear el Centro de Estudios de Escuelas Públicas de Alta Calidad (CEEPAC), órgano encargado de crear la norma EPAC y certificar los avances.

 

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