Tres de los seis hijos del propietario original de los terrenos en los que se asentará la empresa buscan anular el contrato que realizaron sus medios hermanos. Foto: Especial

Tesla en NL en peligro por disputa legal entre herederos

La gigafactory que Tesla desea instalar en Santa Catarina se encuentra en peligro después de que tres de los hijos del propietario original buscaran obtener beneficio económico de la venta de los terrenos del rancho El Carvajal

Un litigio civil amenaza la venta de un predio del rancho El Carvajal a Tesla, para la instalación de su gigafactory, debido a la falta de certeza en el linaje de Lázaro Garza Ayala, exmilitar y gobernador de Nuevo León a quien originalmente pertenecían estos terrenos.

El contrato celebrado entre la empresa propiedad de Elon Musk y los descendientes de Garza Ayala podría anularse debido a los recursos civiles interpuestos por los hijos que el militar tuvo fuera del matrimonio, quienes son reconocidos como parte de su estirpe.

Gabriel Guajardo, abogado de tres de los hijos de Lázaro Garza Ayala, alista una serie de acciones para solicitar la nulidad del contrato de venta del terreno en el rancho El Carbajal, predio donde se instalará la empresa Tesla.

“Las acciones que estamos realizando es la preparación para buscar la nulidad de ese contrato, primero solicitar la nulidad del registro de estas personas. En pláticas que he tenido con mis clientes, es que la intención no es descarrilar un proyecto tan noble y en  beneficio para Nuevo León.

“Lo que se busca es que mis clientes sean tomados en cuenta como propietarios del inmueble y los beneficios de esa venta, anular para que ellos formen parte de ese beneficio. Definitivamente se llamará a juicio a las partes”, mencionó el defensor en entrevista con Reporte Índigo.

Garza Ayala se casó en primeras nupcias con una mujer de origen irlandés, Sara, con quien tuvo una hija que murió atropellada. Poco después se divorció para sostener una relación con Esther González Verástegui, originaria del municipio de San Pedro.

González Verastegui estaba casada, en ese entonces, con Raúl Garza.

Documentos revelan que Esther se divorció de Raúl para contraer nupcias con Lázaro Garza Ayala en 1972, dos años antes de su muerte.

Esther tuvo dos hijos, Lázaro y Francisco Garza González. De acuerdo con el acta de nacimiento del primero, Lázaro fue registrado sin padre, mientras que en el acta de Francisco se asentó que el padre era “desconocido”.

Según las actas de nacimiento de los hermanos, Lázaro Garza González nació el 3 de abril de 1933 y Francisco el 6 de mayo de 1938.

Lázaro Garza González heredó una parte del terreno del rancho El Carvajal, mientras que la otra se encuentra a nombre de Hilda Lamar Garza de la Paz, hija producto de la relación de Garza Ayala con María Hilda de la Paz García, una mujer adinerada y soltera al momento de iniciar el idilio.

Sin embargo, 21 años después, en un acta de matrimonio de Esther González Verastegui y Lázaro Garza Ayala, se realizó una aclaración en la que se informa que la pareja procreó a Lázaro y a Francisco de 38 y 33 años cumplidos.

Esta aclaración tardía podría contravenir el artículo 78 del Código Civil, que establece que para el reconocimiento de un hijo o hija hecho después de su registro de nacimiento, se levantará un acta por separado.

Gabriel Guajardo explicó que el caso también podría basarse en el artículo 51 de este mismo código, que señala que la nulidad del hecho o acto inscrito y la falsedad de actas del Registro Civil solo podrá probarse jurídicamente, es decir, llegar a los tribunales.

La ruta legal

Lázaro Garza Ayala sostuvo una tercera relación con Carmen de la Peña Fuentes, con quien procreó tres hijos, quienes fueron tomados en cuenta por el general en la herencia de varios terrenos, sin embargo, no recibieron dinero alguno de la venta del terreno del rancho El Carvajal, predio donde se instalará Tesla.

Se trata de Cristóbal, Juan y Elvira Lila Garza de la Peña, quienes fueron reconocidos por la autoridad y presentaron un juicio testamentario por la muerte de Lázaro, en búsqueda de entablar un juicio sucesorio.

Carmen, madre de Cristóbal, Juan y Elvira, era el ama de llaves de la casa de Garza Ayala.

Gabriel Guajardo, quien representa precisamente a estos hijos Lázaro Garza Ayala, reveló que, en primera instancia, buscará la nulidad del registro de Lázaro Garza González a través de pruebas para determinar si existe un lazo familiar.

“Para que exista un reconocimiento en personas mayores de edad se requiere un consentimiento de éstos mismos, y en los documentos no se verifica ese documento, ahí hay una nulidad de validez en el trámite.

“Pero la situación más grave es que vamos a buscar el trocamiento genético, y debemos confirmarlo en las líneas de descendencia de Lázaro Garza Ayala con los familiares que sigan vivos de Lázaro, donde hoy en día es posible hacer una prueba de ADN”, aseguró Guajardo.

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