Circular sin seguro de auto, violando la ley y poniendo en riesgo el patrimonio de los conductores

Sin seguro de auto, corriendo el riesgo de perderlo todo

Siete de cada 10 vehículos que circulan en México lo hacen sin un seguro de auto, violando la ley y poniendo en riesgo el patrimonio de los conductores, pues en caso de ser responsables de un accidente, el pago de los daños puede dejarlos en la quiebra. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística […]

Siete de cada 10 vehículos que circulan en México lo hacen sin un seguro de auto, violando la ley y poniendo en riesgo el patrimonio de los conductores, pues en caso de ser responsables de un accidente, el pago de los daños puede dejarlos en la quiebra.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 se registraron 340 mil 415 accidentes de tránsito en zonas urbanas y suburbanas del país, los cuales dejaron 82 mil 466 heridos y cobraron la vida de cuatro mil 401 personas.

Alejandro de los Santos Ocegueda, abogado y exagente de seguros, señala que los dos riesgos más graves que corre una persona que carece de un seguro de auto son “quedarse en la quiebra, dependiendo de los daños causados, o tener daños emocionales si es que en el accidente hubo pérdidas de vida”.

Describe el caso de un extranjero que se vio involucrado en un percance y no contaba con cobertura dentro de México.

“Derivó en la amputación de la pierna de una mujer de 16 años. El señor, además de pagar las intervenciones quirúrgicas, tuvo que indemnizarla de por vida”.

Relata que el estadounidense de la tercera edad estuvo detenido en México.

“En un país que no conocía, con un idioma que no conoce y enfrentó un proceso penal, aunque llegó a un acuerdo con la víctima, todo el desgaste emocional que vivió durante el proceso fue muy fuerte”.

Asegura que si hubiera contado con un seguro de responsabilidad civil “por lo menos no hubiera desembolsado tanto dinero”.

Por otra parte, expone el caso de un choque entre un vehículo particular y un taxi, en el cual el taxista no contaba con seguro.

“Fue pérdida total, no hubo lesionados de gravedad, afortunadamente. Los familiares tuvieron que apoyar al chofer para pagar los daños y acordar que la reparación se hiciera en un taller que el taxista recomendaba”.

Asegura que solo por los daños materiales el monto fue de aproximadamente 100 mil pesos y tuvo que enfrentar un proceso legal bajo fianza.

Derivado de este caso se ventila un vacío legal que existe a la hora de mostrar la póliza de seguro ante las autoridades.

“Conforme a la ley, los seguros obligatorios no se pueden cancelar. Muchos conductores se quejan de los costos de las primas del seguro, señalan que son caras, que no sirven y por ello llegan a comprar pólizas ‘patito’ o las falsifican solo para cumplir con el requisito porque las autoridades no confirman que la póliza corresponda efectivamente al vehículo”.

Cultura de la prevención en el seguro de auto

Ni las leyes ni las autoridades han logrado cambiar el modo de pensar de los mexicanos en torno a la contratación de un seguro de auto.

En 2012, la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señaló que en México tan solo 22 por ciento de la población adulta disponía de algún tipo de seguro y, de estos, 33 por ciento contaba con un seguro automotriz. Diez años después la historia no es muy distinta.

Pilar García, CEO de rastreator.mx, un comparador de seguros que inició operaciones en 2017 en México y ayuda a los usuarios a ver las opciones que mejor se adaptan a sus necesidades, señala que los números en el país siguen igual: “solo tres de cada 10 vehículos están asegurados”.

Considera que la población, en general, suele ser reactiva.

“Hasta que no les sucede algo a ellos o a alguien cercano no son conscientes de la necesidad e importancia de tener un seguro”.

A pesar de que desde el 1 de enero de 2019 todos los vehículos que cuenten con motor deben tener de manera obligatoria un seguro, la contratación de este servicio no ha aumentado en el país.

Pilar García señala la necesidad de no solo ofertar seguros, sino hacer cercanos los términos de las pólizas para poco a poco ir educando a la población, un esfuerzo que se debe hacer de la mano de las autoridades.

“Somos David contra Goliat, somos muy pocos los que en el sector hacemos comunicaciones masivas y nos preocupamos mucho por hablarle a la comunidad de forma que lo comprenda”.

Considera que lo primero que se debe hacer es explicar a las personas los conceptos que se emplean al contratar un seguro, empezando por términos como deducibles o franquicias.

“Debemos voltear a ver a la gente joven y poco a poco hacerle entender que si choca (y no cuenta con un seguro) puede meterse en un problema grande.

“Los órganos reguladores son los primeros que deben apoyar en la culturización y comprensión hacia los seguros”.

Asegura que ya no es una cuestión de castigar, “se trata de cambiar la cultura y hasta que esto no se impulse y persista el juego de ‘cómo lo arreglamos’ y consigo evadir la multa no va a cambiar porque si tú circulas y te para una patrulla y no te multan ni te hacen nada con respecto al seguro, pues ya la libraste, para qué lo vas a contratar si sabes que no va a pasar nada”.

Por otra parte, pone sobre la mesa un factor económico y social.

“También hay que decir que la sociedad en México aún no tiene cubiertas muchas de las necesidades básicas, entonces, no pueden ni pensar siquiera en contratar un seguro de auto”, sin embargo, señala que “el seguro se debe concebir como un beneficio, no como un costo”.

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