Algunos capitalinos gastan más del 20 por ciento del total de sus ingresos en el transporte público. Foto: Especial

Transporte público gratis en la CDMX: el camino por recorrer

La capital podría caminar hacia un transporte que no tenga costo para los usuarios y seguir el rumbo de otras ciudades del mundo, donde ya se implementaron proyectos de gratuidad con éxito en colaboración con el sector privado

La Ciudad de México (CDMX) tiene el potencial para que sus sistemas de movilidad y transporte no tengan costo para los usuarios; sin embargo, su implementación debe atender retos importantes como buscar un modelo de financiamiento viable y, también, integrar a todos los sectores.

Lo anterior, fue expuesto durante la presentación del estudio “¿Transporte público gratuito en la CDMX?”, elaborado por la asociación CoRe Ciudades Vivibles y Amables, que busca proponer modelos para la implementación de un transporte sin costo para los usuarios y, que además, contribuyan a garantizar el derecho a la ciudad y una movilidad sustentable.

Durante la presentación, Itzel Hernández, especialista en estudios de movilidad que colaboró en el documento, mencionó que con la gratuidad los usuarios no verán reflejado un costo en los sistemas de transporte y  aclaró que, en estos casos, los costos se trasladan a impuestos, a la colaboración de privados y subvenciones.

Es importante mencionar que el transporte público de la CDMX es la columna vertebral de la movilidad. De acuerdo con la “Encuesta Origen Destino 2017”, el transporte público es el segundo modo de movilidad más recurrente en la metrópoli con 15.57 millones de viajes a la semana, cifra superada solo por los viajes a pie.

Asimismo, la gratuidad tendría un importante impacto económico. Datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señalan que los habitantes del país gastan uno de cada cinco pesos de su sueldo en moverse a sus destinos, lo que para algunos capitalinos representa hasta el 23 por ciento de su ingreso.

Los retos

Víctor Alvarado, especialista en movilidad y políticas públicas que colaboró en el estudio, explicó a Reporte Índigo que uno de los retos en aplicar modelos de gratuidad en la ciudad, es integrar a los concesionarios de transporte que aún operan bajo el esquema hombre-camión.

“Hay que tener presente que es un proceso gradual, primero se tiene que convencer al concesionario que tiene que profesionalizarse”, menciona Alvarado, quien recuerda que cuando este modelo se implementó en las primeras líneas de Metrobús, había oposición a que entre las líneas hubiera transbordos y estos fueran gratuitos; no obstante, se convenció a los concesionarios con el argumento de que iba a haber mayor demanda.

En este sentido, el especialista en movilidad refirió que se trata “primero de modernizarlos, integrarlos y después, sobre el proceso, irlos convenciendo de que es lo mejor”.

Sobre los esquemas de financiamiento, dice Alvarado, un área de oportunidad importante es que los privados financien los proyectos de movilidad sin costo para el usuario, esto a través de la utilización de la infraestructura de transporte para publicidad o con fines comerciales.

“Actualmente, solo del cinco al siete por ciento de los ingresos que reciben los sistemas de transporte de la ciudad son del sector privado. Lo que proponemos son mecanismos donde el privado financie por el pago de un servicio, puede ser publicidad, la renta de infraestructura”, detalló.

El especialista abundó en que hoy en día hay ejemplos de sistemas de transporte que obtienen financiamiento privado por prestar servicios, como la Red de Transporte de Pasajeros que obtiene ingresos por el traslado de personal de empresas, y Metrobús por la renta de sus espacios para publicidad.

“Lo que proponemos es generar mecanismos, no precisamente lo privado, en el documento también se habla del caso de Brasil, donde los recursos vienen de un fondo”, puntualiza Alvarado, quien indicó que en la capital del país, se aplican multas a quienes invaden el carril del Metrobús y también se sanciona a las empresas operadoras del sistema que infringen las reglas de operación, por lo cual, se podría crear un fondo con dichas aportaciones.

Las ventajas

El estudio “¿Transporte público gratuito en la CDMX?” detalla que la gratuidad tiene diversas ventajas tanto en lo social como en lo operativo. Según el documento, un mayor uso del transporte público haría más rápidas y ágiles las frecuencias de viajes de los sistemas.

Asimismo, la investigación señala que existen beneficios ambientales porque la gratuidad promueve el cambio modal de vehículos privados a transporte público, con lo que se reducirían emisiones contaminantes.

En cuanto a las ventajas financieras, el documento detalla que para sostener el servicio sin ingresos por tarifas, se requiere una gestión eficiente de recursos y la búsqueda de financiamiento alternativo, incluyendo subsidios gubernamentales, impuestos específicos y colaboraciones público-privadas.

Otra ventaja es que la gratuidad favorece la accesibilidad al transporte público, especialmente para poblaciones vulnerables, ya que elimina una barrera económica. “Así se promueve la equidad social y mejora la calidad de vida al permitir inversiones en salud y educación”, indica el documento, donde también se menciona que este tipo de medidas pueden contribuir a la equidad de género.

“La gratuidad en el transporte público emerge como un factor para fomentar la equidad, particularmente para las mujeres, al servir como catalizador en la mejora de su calidad de vida. Esto se logra al facilitar el acceso a oportunidades y permitir el desplazamiento hacia áreas de la ciudad previamente inaccesibles debido a restricciones económicas”, concluye el estudio.

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