Rusia cumple dos años de invadir Ucrania, ¿Qué es lo último que se sabe?

A más de 700 días de la guerra entre Ucrania y Rusia, los países de Occidente refuerzan su respaldo económico y militar a Volodímir Zelenski, quien se enfrenta a un presidente ruso fortalecido de cara a su próxima reelección y con un Estados Unidos en el que los demócratas están debilitados
Fernanda Muñoz y Pablo Abundiz Fernanda Muñoz y Pablo Abundiz Publicado el
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El 24 de febrero de 2022 tropas rusas entraron al lado este de Ucrania en lo que Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa, llamó una “operación militar especial”; dos años después, la guerra entre ambos países se encuentra en un callejón sin salida.

Lo que comenzó como una invasión por casi todos los frentes, pronto se tornó en una guerra de desgaste en la que las fuerzas ucranianas han defendido día y noche su territorio, logrando no solo frenar el avance de los soldados rusos, sino también recuperar gran parte del territorio que los invasores llegaron a controlar; sin embargo, Rusia todavía tiene el 18 por ciento del territorio ucraniano.

En los 730 días que van de conflicto, los ataques rusos se traducen en 10 mil 200 ucranianos muertos, entre ellos 528 niños; 19 mil 30 civiles heridos, y 167 mil 200 edificios civiles destruidos, de acuerdo con datos registrados el pasado 21 de febrero por el portal Ukraine.ua, administrada por la Organización No Gubernamental Ukraine en cooperación con el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania.

Sin un número confirmado por parte de Moscú, las bajas rusas se calculan en 360 mil soldados muertos, de acuerdo con Ukraine.ua, lo que ha llevado al gobierno de Putin a recurrir a reservistas y mercenarios, como el Grupo Wagner, para continuar sus operaciones.

Los ataques rusos se traducen en 10 mil 200 ucranianos muertos y las bajas rusas se calculan en 360 mil soldados muertos. Foto: Especial

Para ninguno de los bandos las consecuencias de la invasión se limitan a las bajas en el frente. Rusia ha enfrentado tanto sanciones económicas como congelamiento de activos por parte de Estados Unidos y Europa; sin embargo, aunque estas medidas apuntan a personas e instituciones clave, en la maquinaria del Kremlin han sido poco efectivas para detener la guerra.

A pesar de que las sanciones económicas no desestabilizaron a Rusia como Estados Unidos y la Unión Europea habían previsto, después de una leve contracción del dos por ciento en 2022 la economía rusa fue la de mayor crecimiento del G7 durante 2023.

Con las puertas de Europa cerradas, Moscú volteó a ver a otros gobiernos y ha estrechado relaciones con países fuera de la esfera occidental, especialmente con China, que poco antes de la invasión anunció una “alianza estratégica” y es ahora su principal socio comercial.

Ante un escenario poco alentador en materia de política exterior, Putin ha rechazado intentos de su contraparte ucraniana para negociar un fin a las hostilidades debido a que proponen que Rusia ceda las ganancias territoriales que ha obtenido hasta ahora.

Putin ha rechazado intentos de su contraparte ucraniana para negociar un fin a las hostilidades. Foto: Especial

Por su parte, el presidente Ucraniano, Volodímir Zelenski, reclama continuamente a sus aliados en Europa y Estados Unidos ayuda económica y militar, sin la cual su país no hubiera podido resistir los dos años de conflicto.

Con pocos suministros y municiones limitadas, el pasado viernes Zelenski firmó un compromiso con Francia y Alemania en el que los miembros de la Unión Europea entregarán tres mil millones de euros y entrenarán tropas para continuar con la defensa de su país; sin embargo, Estados Unidos, el principal benefactor de Ucrania, encuentra dificultades internas para continuar con la ayuda a su aliado.

La ayuda prometida

Desde el inicio de la invasión rusa, Estados Unidos ha sido el principal apoyo de Ucrania en materia de defensa y ayuda humanitaria. En los dos años de guerra, la Unión Americana ha enviado al gobierno de Volodímir Zelenski 44 mil millones de dólares en asistencia militar, lo que lo posiciona como su primer respaldo en Occidente.

Actualmente, la población estadounidense se encuentra dividida respecto a la ayuda que su país otorga a Ucrania. En una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew, se muestra que uno de cada tres estadounidenses considera que la asistencia que su gobierno le brinda al país europeo es excesiva; opinión que se vuelve aún más popular dentro de las filas republicanas donde el 48 por ciento de los encuestados comparte este punto de vista.

Como muestra de las diferencias partidistas que surgen respecto a la ayuda militar a Ucrania, destacan los recientes comentarios de los virtuales candidatos a la presidencia. Mientras que Biden busca que de los 60.7 mil millones en ayuda a Ucrania, 38.8 sean gastados en Estados Unidos, Donald Trump ha mostrado su admiración por Vladimir Putin y señalado que en caso de regresar a la Casa Blanca la ayuda al gobierno ucraniano se detendrá y en vez de ello se otorgarán préstamos.

Para la doctora Arlene Ramírez Uresti, internacionalista graduada de la Universidad de Norwich y docente de la Universidad Iberoamericana, las elecciones generales en Estados Unidos representan un obstáculo para el apoyo militar que recibe Ucrania hasta ahora, pues ante una carrera presidencial en donde la política interna tiene consecuencias globales, las opciones de los candidatos son limitadas; sin embargo, las consecuencias que pudiera tener son poco favorables para el bando de Zelenski.

La comunidad internacional busca que baje la intensidad del conflicto y que lleguen las negociaciones de paz, alimentarlo (el conflicto) con varios presupuestos implica mantener las hostilidades y el nivel de impacto que estas tienen. Es una guerra bastante prolongada donde se ha criticado el papel de Estados Unidos por no encontrar una hoja de ruta que finalice la guerra”, comenta.

En cuanto a las declaraciones de Trump, la doctora señala que su situación como candidato lo impulsa a desacreditar la política exterior de su rival; sin embargo, eso no significa que una vez en funciones pueda cumplir con los cambios a la política exterior que promete durante la contienda presidencial.

“Sería muy difícil por la serie de compromisos que tiene Estados Unidos con los países Europeos y va totalmente en contra de sus principios de política exterior (dar) un respaldo total a Rusia. Lo que también ha dicho Donald Trump es que en caso de que sea presidente él va a poder terminar con la guerra en muy poco tiempo y eso es algo que no está en posibilidad de cumplir”, señala la especialista.

Ramírez Uresti apunta que aún en una eventual presidencia de Trump, donde las relaciones con Rusia sean menos ríspidas, el camino a las negociaciones de paz es complicado debido a las posturas irreconciliables entre Putin y Zelenski, pues ni Ucrania ni Rusia están dispuestas a mediar el conflicto y en ese panorama no se puede alcanzar una paz unilateralmente.

Ucrania a la espera

Con el apoyo económico de Estados Unidos en duda por el posible regreso de los republicanos a la Casa Blanca, el gobierno de Ucrania vela por otro de sus respaldos internacionales: su ingreso a la Unión Europea y a la OTAN.

Si Ucrania pertenece al grupo de los 27, en automático recibiría el apoyo económico que cada país miembro obtiene, pero a su vez aportaría cierta cantidad de ingresos para respaldar los intereses de la región y del mundo, como el cambio climático y la prevención de futuras pandemias.

En el caso de la alianza atlántica, Ucrania no solo se encargaría de aportar cierto porcentaje de fondos económicos, sino que tendría el respaldo militar de los 32 Estados miembros como así se establece en su Artículo 5.

Aunque desde hace 15 años el gobierno ucraniano ha solicitado su ingreso a la OTAN, hasta ahora no lo ha obtenido y es poco probable que lo tenga por la invasión que vive. Foto: Especial

Aunque desde hace 15 años el gobierno ucraniano ha solicitado su ingreso a la OTAN, hasta ahora no lo ha obtenido y es poco probable que lo tenga por la invasión que vive, de acuerdo con el doctor Juan Manuel Portilla Gómez, internacionalista y docente de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM.

“Si Ucrania fuera parte de la OTAN, la alianza estaría implicada en la guerra y no puede involucrarse porque se desataría una guerra mundial. Eso no impide que los miembros de la organización, por separado, apoyen al gobierno de Zelenski”, opina el doctor.

De acuerdo con datos del Instituto para la Economía Mundial, mientras que es Alemania, Estado integrante de la OTAN desde 1955, es el que más apoyo militar le ha dado a Ucrania, Estonia, aliado de la alianza desde 2004, es el que más ayuda bilateral le ha brindado en materia económica.

Respecto a la Unión Europea, Ucrania es desde el 23 de junio de 2022 país candidato a la adhesión, y no será sino hasta diciembre de este año que se corrobore si será o no Estado miembro, pues primero se tendrán que concluir dos reuniones del Consejo Europeo y de los dirigentes.

En opinión del doctor Portilla Gómez, independientemente de que los países miembros de la Unión Europea acepten o no a un nuevo socio, sin duda en este tiempo los gobiernos seguirán respaldando militar, humanitaria y económicamente a Ucrania, pues de no hacerlo estarían aceptando la amenaza rusa.

“Habrá que ver en qué condiciones termina la guerra para ver si es posible su ingreso (…) (Pero) para ingresar a la OTAN y a la Unión Europea se requieren largos lapsos de tiempo para verificar que el solicitante cumple con los requisitos establecidos”, declara el académico.

Victoria para Rusia

Los dos años de invasión a Ucrania han sido para Rusia una victoria, pues aunque la guerra se ha alargado más de lo previsto, el gobierno del presidente Vladimir Putin sigue en pie y en espera, incluso, de elecciones generales.

Será el próximo 15 de marzo cuando los electores rusos sean llamados a votar por su jefe de Estado, el cual es altamente probable que sea por quinta vez Putin, quien no tiene ninguna oposición con la misma aceptación y poder que él con la cual competir.

A diferencia de elecciones pasadas, en las próxima jornada general el mandatario ruso podría cambiar de estrategia de campaña y usar la invasión a Ucrania a su favor debido a la victoria que están obteniendo a la fecha, de acuerdo con el maestro Eduardo Palacios Cabrera, miembro del Centro de Estudios de Países Post-soviéticos, con sede en Moscú.

“En las elecciones lo que puede decir Vladimir Putin es que están ganando. Si no fuera así, a estas fechas estaríamos hablando de otro escenario (…) Y a pesar de las sanciones que Rusia recibe de Occidente, sigue en pie”, declara el también especialista en Seguridad Internacional de la Federación Rusa.

A menos de un mes de que se celebren las elecciones rusas, el presidente Vladimir Putin tiene garantizada la reelección si usa el avance que ha tenido en Ucrania como parte de su campaña. Foto: Especial

Son primordialmente Estados Unidos y los países miembros de la Unión Europa los que envían represalias económicas a Moscú, a su presidente y a sus allegados, y a su vez autorizan ayudas militares y humanitarias a Ucrania.

Entre algunas represalias, el Consejo Europeo informa que se han inmovilizado alrededor de 20 mil millones de euros en activos de más de mil 500 personas y entidades rusas debido a la invasión; consecuencias que no parecen debilitar la figura de Putin como lo preveía Occidente a más de dos décadas de llegar al poder.

Palacios Cabrera asegura que a diferencia de Rusia, es Occidente el que no puede más con los apoyos a Ucrania, pues solo con el respaldo de potencias como Estados Unidos y Reino Unido es que el gobierno de Volodímir Zelenski ha afrontado la guerra.

Por otro lado, este 2024 no solo es el año en el que se suman 12 meses más de la invasión rusa, sino una década desde la toma de Crimea, un territorio que pertenecía a Ucrania y que Rusia tomó en cuestión de meses.

“La toma de Crimea le da al régimen de Putin un espaldarazo positivo, mas los que ha sumado desde la invasión”, agrega el internacionalista, haciendo referencia al Donbás.

Finalmente, para Palacios Cabrera, independientemente de que Putin continúe o no en el poder, la invasión a Ucrania no terminaría de la noche a la mañana si el presidente ruso decide retirarse de la reelección.

“Hay muchos intereses económicos de por medio (en esta guerra). Por más que se quiera decir que Vladimir Putin es el centro de todo Rusia, hay todo un aparato detrás de él, y si él no está del poder, esta invasión no se terminaría de la noche a la mañana, todo el aparato logístico-militar tardaría muchísimo tiempo para retirarse”, admite.

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