De acuerdo con el activista Aristeo Benavides la actividad de la pedrera ha generado problemas como la alteración del paisaje natural y riesgos a la biodiversidad. Foto: Especial

Pedrera infractora de Cerralvo se extiende a Área Natural Protegida de Sierra de Picachos

Pese a las constantes denuncias por parte de ambientalistas y especialistas, la pedrera Matrimar sigue extendiéndose por el Área Natural Protegida de la Sierra de Picachos

A pesar de que hay una delimitación del Área Natural Protegida (ANP) de la Sierra de Picachos, ubicada al noroeste de Nuevo León, una pedrera ubicada en la zona invade este lugar sin que la autoridad estatal o federal frenen esta anomalía.

De acuerdo con el activista Aristeo Benavides, la pedrera Matrimar habría invadido 6 mil 671 metros cuadrados de esta zona por lo que presentó una denuncia ante la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente.

Benavides señala que el almacenamiento y dispersión de materiales procedentes de la explotación de calizas en el ANP de la Sierra Picachos, cuenta con una extensión estimada de 6 mil 671 metros cuadrados, y que, además, los trabajos de explotación de calizas se extienden hasta mil 997 metros cuadrados, aproximadamente.

Violaciones afectan a Sierra de Picachos

El activista refiere que esta actividad ha generado problemas ambientales, incluyendo la alteración del paisaje natural y potenciales riesgos a la biodiversidad de la zona.

Según Benavides, con estás acciones se viola la numeral 9.2.1 de la norma ambiental que regula la operación de pedreras en Nuevo León, la cuál establece que no deberá excederse por ningún motivo la cota de explotación fijada en la autorización emitida por la Secretaría del Medio Ambiente local.

Además de la numeral 5 de la misma norma, donde se define que la localización de bancos de aprovechamiento de recursos naturales no reservados a la Federación deberá estar ubicado fuera de las zonas que comprenden las Áreas Naturales Protegidas localizadas en Nuevo León.

“Presenté la denuncia a la Secretaría del Medio Ambiente, ya que los materiales que se están desparramando están entrando al Área Natural Protegida y ya se salieron del área que tienen permitido en la regularización, y también se están metiendo al Área Natural Protegida de la Sierra de Picachos”.

“El área permitida ya la pasaron, ya se metieron al Área Natural Protegida que se supone que por eso estábamos tratando de pedir el blindaje de la Sierra de Picachos, ya que más daño a la cuenca Agualeguas-Ramones se transfiere o visualiza como menos cantidad de agua para los municipios”, declaró.

Expresó que él ya ha presentado alrededor de 19 denuncias en relación a la contaminación que emite la pedrera, derivadas de partículas menores a 10 micras (PM10), es decir, el polvo, y a pesar de buscar entrevistarse con el secretario del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, no lo ha atendido.

“Si les pides por transparencia si hacen un monitoreo perimetral, nada más lo monitorean una vez al año, no 365 días, entonces sí está difícil no tener respuesta por parte de la Secretaría del Medio Ambiente.

“Desgraciadamente no existen estaciones de monitoreo perimetral en las pedreras, algo que debería de ser y debería estar operando, ya que la calidad del aire en el estado de Nuevo León, en sí, en la ciudad de Monterrey está pésima, entonces sí urgen acciones como las estaciones de monitoreo perimetral en las pedreras”, dijo.

Comentó que le preocupa que a pesar de las denuncias para cuidar el Área Natural Protegida, ésta ya fue invadida, y difícilmente dejarán de afectarla.

La presencia de la pedrera, además de afectar la vegetación de la zona, también obstruye el paso del agua y consume demasiado líquido, al grado que en la parte baja, en zonas como el Municipio de Cerralvo, ya afectó a varios arroyos y parajes turísticos.

Tal es el caso del Parque Minas de Benavides, donde Reporte Índigo constató que el arroyo lleva un 15 por ciento del agua que debe llevar, ya que el ojo de agua de donde brota cada vez tiene menos cantidad para abastecer.

“Si observas, este ojo de agua, y hay documentos históricos (que señalan) que nunca menguaba, que siempre tenía agua y pues desgraciadamente esta es la primera o segunda vez al año que saca muy poca cantidad de agua, también lo vemos en las norias, que la cantidad de agua está bajando, en los pozos, entonces sí ya nos está perjudicando en cuanto al agua”, explicó.

“Muchas veces dicen: sí, pero necesitamos el material y las fuentes de empleo, pero también no se ponen a pensar que esas fuentes de empleo nos destruyen las fuentes de agua y sin agua no podemos vivir, y aunque ha estado lloviendo las norias no han aumentado, seguimos con el problema del agua”, explicó.

Ciudadanos en contra

Al respecto, ciudadanos entrevistados se quejaron de la contaminación que emite la pedrera, y los riesgos que se corren al dejar que continúe extendiéndose dentro del ANP.

Además, señalan que tienen temor, ellos como vecinos, hasta de expresar sus opiniones, ante posibles represalias.

“No estamos de acuerdo, porque de entrada están contaminando, ya deberían detener eso, que use los filtros necesarios, pero que además no se extienda al Área Natural Protegida, ya es el colmo”, dijo Javier González, habitante de la zona metropolitana, quien posee una casa de campo en Cerralvo.

Por su parte, Juana María Ortiz, vecina de la comunidad Nuevo Repueblo en el municipio de Doctor González, señaló que coincide en que no es correcto que esté la pedrera en la Sierra de Picachos, y menos que se extienda, pero no tiene esperanza en que se solucione este problema.

“Sabemos que está ahí, que no debería estar y menos ampliarse a la zona protegida, pero la verdad, no creo que le vayan a hacer nada”, explicó.