Los cubanos

A diferencia del resto de los migrantes, las personas que provienen del país gobernado por Miguel Díaz-Canel, suelen encontrar trabajo mucho más fácil, además de que muchos de ellos cuentan con dinero para pagar comida y hospedaje

Los migrantes cubanos viven en situaciones distintas a los centroamericanos. Algunos tienen más suerte para encontrar empleo y viajan con dinero para pagar hospedaje y comida, sin embargo, durante abril y mayo fueron perseguidos por integrantes del Instituto Nacional de Migración, e incluso algunos estuvieron por más de una semana en la Estación Migratoria Siglo XXI en condiciones que califican como inhumanas.

Un migrante cubano que trabaja como carpintero en la ciudad chiapaneca también prefiere no dar su nombre porque sabe que es un fugitivo. Viajó desde la isla hasta Tapachula y se dio cuenta que su nacionalidad era un estigma en una urbe donde los extranjeros no pueden escapar sin documentos migratorios.

El joven asegura que decidió salir de Cuba porque en la isla se trabaja por un salario muy bajo y todos los productos son escasos. Explica que es necesario trabajar toda la vida para que una familia no se muera de hambre.

La estación migratoria tiene espacio para máximo 400 personas y ahí hay más de 3 mil individuos que se encuentran en condiciones deplorables

Es por eso que el cubano decidió dejar atrás el régimen de su país y vendió todas sus cosas para lograrlo: su casa, un pequeño negocio de carpintería y hasta los cubiertos.

Así obtuvo el dinero para comprar un boleto hacia Nicaragua y del país sudamericano empezó su travesía hasta quedar atrapado en Tapachula porque no pudo tramitar sus documentos migratorios.

“Traté de hacer documentos en Comar, me presenté un día, me dijeron que debía regresar a la semana siguiente y por medio de un abogado me hicieron un amparo. Pensé que con ese amparo podía llegar hasta Tuxtla para hacer los documentos ahí, pero en el primer intento para salir de Tapachula me tomó migración y me llevaron para la Estación Siglo XXI”, cuenta el cubano.

El joven carpintero descubrió cómo las autoridades estaban tratando a las personas que provenían de la isla caribeña en ese lugar a las orillas de Tapachula. El cubano dice que en la estación migratoria la alimentación, la salud y la higiene son precarias. Para él fue una tortura estar en ese lugar durante diez días.

“Las personas duermen en el suelo, los baños están sucios y nadie contesta tus preguntas… Hay personas con enfermedades pulmonares, yo estuve tres días con fiebre hasta que convulsione, pedí que me llevaran al lugar de atención médica, pero la fila era muy larga”
Hombre CubanoMigrante

El migrante comenta que la estación migratoria estaba poblada cuando estuvo detenido. El lugar tiene logística para máximo 400 personas y en ahí estaban más de 3 mil individuos que hacían filas interminables a la hora de la comida. Los alimentos se terminaban y muchos se quedaban con el estómago vacío.

El cubano logró salir del lugar cuando se produjo un motín el 25 de abril que considera estuvo arreglado por los propios empleados de la estación migratoria.

“Las puertas estaban abiertas. Las mujeres maras quisieron tomar represalias con las mujeres cubanas por algunos problemas. Hicieron punta los cepillos de dientes y les dijeron a las mujeres cubanas que las iban a apuñalar. Después de eso, alguien abrió las puertas para que todos salieran y no había funcionarios de migración”, cuenta el joven carpintero.

El cubano relata que desde entonces los migrantes que provienen de la isla con cazados por las autoridades de Tapachula. Son perseguidos porque no tienen documentos para ser deportados y es por eso que mucho prefieren esconderse

“Me imagino que conociendo al gobierno cubano tenga negocios con el gobierno mexicano para que sean devueltos los cubanos a Cuba. Ellos pretenden decirle al mundo con esta persecución que los cubanos Los migrantes que se encuentran varados en Tapachula no cuentan con ningún servicio por parte del gobierno, son agresivos”.

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