La sangre oscura que llama a Nati
Los señalamientos por tráfico de influencias y oscuros negocios persiguen a los hermanos del exgobernador Natividad González Parás, quien hoy presume contar con la promesa del presidente Enrique Peña Nieto para convertirse en el próximo embajador de México en Argentina.
Los hermanos del polémico exmandatario de Nuevo León han protagonizado escándalos políticos que mancharon el sexenio que encabezó González Parás entre 2003 y 2009.
César Cepedahttp://www.youtube.com/watch?v=ox4b_MmWwA8
Los señalamientos por tráfico de influencias y oscuros negocios persiguen a los hermanos del exgobernador Natividad González Parás, quien hoy presume contar con la promesa del presidente Enrique Peña Nieto para convertirse en el próximo embajador de México en Argentina.
Los hermanos del polémico exmandatario de Nuevo León han protagonizado escándalos políticos que mancharon el sexenio que encabezó González Parás entre 2003 y 2009.
Hoy, esos antecedentes negros y cuestionados son parte de las credenciales que el candidato a ser el próximo embajador mexicano presenta ante la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El vínculo de Gustavo con el polémico antro Los Rieles, confirmado ayer por Reporte Indigo, puso una vez más bajo la lupa a la familia González Parás.
Desde que Natividad asumió el cargo en el 2003, Luis Francisco, Javier y Gustavo se volvieron los hermanos incómodos del exmandatario.
Personajes con un gran poder en el círculo político de Nuevo León, pero siempre cuestionables.
Un poder que utilizaron sin reparo para concretar negocios redituables, pero siempre señalados y bajo sospecha.
La liga del hermano mayor de los González Parás, Gustavo, con el bar Los Rieles, dueño de un negro historial, no es el único caso donde el apellido del exmandatario estatal aparece envuelto en la polémica.
Este antro, que ha sido escenario de ejecuciones, levantones, cateos y clausuras, está asociado con el hermano de Nati, de acuerdo a tres demandas mercantiles que presentó la empresa Cervezas Cuauhtémoc Moctezuma.
La empresa cervecera demandó a la firma Operadora de Servicios FGG, S.A. de C.V. por incumplimiento de contrato.
Y los otros dos hermanos de Natividad también protagonizaron situaciones que despertaron críticas por parte de la sociedad a este político que pretende iniciar una carrera en el servicio exterior mexicano.
Y de Luis a Javier
Luis Francisco González Parás es quizás el hermano de Natividad que fue señalado con más frecuencia por el tráfico de influencias y el conflicto de intereses, empezando por ser socio del poderoso despacho de abogados Santos-Elizondo.
Este bufete es conocido en los círculos judiciales de Nuevo León como El Despacho Divino, por su alta influencia en el Poder Judicial del Estado.
Luis Francisco también fue involucrado en el quebranto que sufrió el portafolio de inversiones del organismo público Isssteleón, por la compra de bonos de la empresa Metrofinanciera durante el sexenio de Natividad.
Y es que era secretario del Consejo de Administración de Metrofinanciera, la empresa encabezada por el constructor Ramiro Guzmán Barbosa.
Un desarrollador que buscó en el sexenio de Natividad resucitar el polémico proyecto inmobiliario Valle de Reyes dentro de La Huasteca , en Santa Catarina.
Luis Francisco fue señalado hace cuatro años por Martha Maiz de Zuazua, hermana del constructor José Maiz, por haberse enriquecido de manera ilícita durante el sexenio de Nati.
“Pepe Maiz, Luis González Parás, mi hermano menor Carlos Maíz García, quien presidió la Cámara de la Construcción, y que es parte de la Constructora Maiz Mier, son extremadamente peligrosos…”, reveló esta mujer a Reporte Indigo.
“Son gente sin escrúpulos con anisas de dinero y de poder ilimitadas”.
Luis Francisco tambiénestá implicado en el desarrollo de Isla Blanca, al norte de Cancún, venta de tierras en litigio donde también está ligado el exdiputado federal Felipe Enríquez.
En una de las empresas de este proyecto aparece no sólo Luis Francisco, sino también su hijo y su yerno.
Javier es el otro hermano de Natividad que hizo negocios con José María Garza Treviño, dueño de GP, la constructora favorita del sexenio de Nati.
Javier fue el propietario original de la discoteca Far West Rodeo, ubicada en el municipio de San Nicolás de los Garza, que luego se expandió a la ciudad texana de San Antonio gracias a la sociedad con Garza Treviño.
Mientras que Javier y José María Garza Treviño manejaban este centro nocturno en Texas, en Nuevo León la empresa Garza Ponce era beneficiada con el contrato para la ampliación de la Línea 2 del Metro.
Una obra que costó casi 2 mil millones de pesos.
En el 2009, Javier González Parás fue acusado por el equipo de campaña del panista Fernando Elizondo de financiar una campaña de guerra sucia contra él, a través de un “call center” ubicado en el municipio de Guadalupe.
El centro de llamadas estaba instalado en un local propiedad de la empresa Promotora Logo Regiomontana, de la cual es socio González Parás junto con el desarrollador Dieter Lorenzen Maldonado.
El nombre de Javier González Parás ha salido a relucir también en las empresas de comunicación de Norberto Núñez, publicista que fue beneficiado con contratos millonarios durante el sexenio de Natividad González Parás.
Anécdota de influyentismo
Hay un acto de influyentismo del hermano del exgobernador Natividad González Parás ligado al antro Los Rieles, el cual provocó hace seis años el cese del titular de Tránsito de Monterrey.
En el 2007, elementos de la Secretaría de Vialidad y Tránsito de Monterrey detuvieron conduciendo en estado de ebriedad a uno de los hijos de Gustavo González Parás.
Sin embargo, los oficiales de Tránsito no detuvieron al sobrino del entonces gobernador para someterlo a las pruebas de alcoholemia, como establecía el Reglamento Municipal.
Los agentes permitieron, por “órdenes de arriba”, que el joven infractor se retirara una vez que Gustavo González Parás llegara al lugar y se identificara como hermano del gobernador.
La omisión de los uniformados provocó que el entonces alcalde, Adalberto Madero, cesara como secretario de Vialidad y Tránsito de Monterrey a Javier Pérez Cortez, y como director de Tránsito a Teófilo Sánchez Perales.
