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Fiscalía tiene más de mil reprobados

Al igual que las Policías en manos de los Ayuntamientos, la Fiscalía General del Estado (FGE) continúa operando con un gran número de elementos que fueron rechazados por el control de confianza, lo que les impide legalmente desempeñarse como agentes de seguridad aquí o en cualquier otra entidad federativa. 

A las órdenes de los agentes del MP están los policías investigadores, de estos, hay 288 no aptos, su tasa de reprobación es del 26 por ciento
El Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza identifica a mil 187 elementos al seno de la FGE con resultados negativos
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Al igual que las Policías en manos de los Ayuntamientos, la Fiscalía General del Estado (FGE) continúa operando con un gran número de elementos que fueron rechazados por el control de confianza, lo que les impide legalmente desempeñarse como agentes de seguridad aquí o en cualquier otra entidad federativa. 

Las mismas necesidades de depuración policial del orden municipal afectan a la FGE, la principal institución de seguridad con que cuenta el Gobierno del Estado, cuyas facultades abarcan desde la prevención y combate al delito, su investigación y persecución, hasta la reinserción social.

El Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza identifica a mil 187 elementos al seno de la FGE, a cargo de Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, con resultados negativos en las pruebas a las que fueron sometidos, diseñadas para detectar nexos con la delincuencia organizada y común, consumo de drogas ilegales, incongruencias entre sus patrimonios con sus ingresos comprobables, principalmente.  

Estos miembros no confiables de la FGE están distribuidos por toda su estructura, forman parte de las distintas fiscalías y comisarías.

Es decir, son oficiales de la Policía del Estado y de la fuerza vial o de tránsito, adscrita a la Fiscalía desde su creación; son agentes del Ministerio Público (MP) y policías investigadores o ministeriales; y son custodios del sistema penitenciario estatal, pero también mandos de todas estas áreas. 

La FGE está obligada a cesar a todos ellos por los riesgos que representan para su funcionamiento y, más importante, para la seguridad de la sociedad.

Sin embargo, no permite conocer ni evaluar el grado de avance de su depuración real y efectiva, pues mantiene bajo reserva la cantidad de despidos que ha efectuado sobre oficiales no confiables; argumenta que si la transparenta, estos miembros podrían pasar a formar parte de las organizaciones criminales, así lo señala:

“Al tener el número de elementos operativos que han sido dados de baja por haber sido considerados no aptos dentro de los procesos de evaluación de control de confianza, y al ser desempleados, pudieran ser reclutados por la delincuencia organizada por ser atractivos para engrosar sus filas, ya que estos cuentan con entrenamiento en estrategias de ataque y reacción, así como el manejo de armas”. 

Y abunda: “Dicha revelación de información pudiera ser de gran utilidad para obstaculizar o planear acciones delictivas por parte de grupos dedicados a actividades ilícitas, que muchas de esas agrupaciones cuentan con un perfil organizativo y económico que podrían aprovecharse de dichos datos para implementar acciones en su beneficio y en perjuicio de la población en esta entidad”. 

Nájera Gutiérrez de Velasco, no obstante, declaró el 6 de junio pasado a Milenio Radio que, en términos generales, la depuración de la FGE, por diversos motivos, no solo por las pruebas de confianza, había dado lugar a la salida de 200 elementos de todas sus áreas. 

“Entre cesados, despedidos y consignados estaremos hablando de cerca de 200 gentes, desde policías, actuarios, secretarios, ministerios públicos, coordinadores de todos los niveles”, consignó el medio. 

De esta manera, aun concediendo que todos esos ceses hubiesen sido de miembros reprobados en su confiabilidad, significaría que no ha salido de la FGE más del 17 por ciento de todos los agentes que no pudieron certificarse en el Centro Estatal de Evaluación.

O visto de otra manera, que persisten alrededor de mil de estos laborando en la Fiscalía, participando en sus actividades y con acceso a información de la dependencia. 

Si entre todas las fuerzas municipales del estado se contabilizan 2 mil 690 oficiales no confiables, con los que aglutina la FGE en su seno suman 3 mil 877 en esa condición en todo Jalisco, un colectivo de uniformados superior en su tamaño, por ejemplo, a la Policía de Guadalajara, la más grande en la entidad.  

Fiscalía por fiscalía

El informe del Centro Estatal de Evaluación permite conocer a detalle dónde se encuentran los elementos reprobados al interior de la FGE. 

En el área de la Policía Estatal hay 247 agentes no aptos, por lo que presenta una tasa de reprobación de solo 13 por ciento de los evaluados. Han sido examinados ya mil 877 miembros, aunque su integración total ronda los 2 mil 200. 

En la Fiscalía Central, encargada de las labores ministeriales, hay 496 reprobados, aquí la tasa de fallidos es mucho más alta, del 24 por ciento, es decir, que de cada cuatro elementos evaluados, uno obtuvo resultados negativos. 

Los datos de la Fiscalía Central se desglosan aún más: cuenta con 82 agentes del MP no aptos, la tasa de reprobación entre estos es del 39 por ciento: de cada 10 agentes del MP evaluados, cuatro fallan; pasaron por las pruebas 210 de ellos, aunque en total hay cerca de 350. 

A las órdenes de los agentes del MP están los policías investigadores o ministeriales, de estos,  hay 288 no aptos, su tasa de reprobación es del 26 por ciento (uno de cada cuatro evaluados no es confiable), se han examinado a mil 107, casi la totalidad, pues hay mil 132. 

El área de seguridad que ha demostrado ser la más confiable en la FGE es la encargada del sistema penitenciario estatal: la Fiscalía de Reinserción Social y sus custodios. Su tasa de reprobación es de apenas el 5 por ciento, la gran mayoría de los vigilantes de las cárceles ha aprobado las pruebas. 

El informe del Centro reporta solamente 85 custodios no aptos, en total han sido evaluados mil 754, una cifra muy cercana a la totalidad de este grupo de seguridad (mil 936). 

Policía Vial 

La movilidad ha sido uno de los temas centrales de la vida pública y de los más sensibles para el Gobierno de Jalisco.

Se ha hablado del marco legal reformado y de su lenta y compleja implementación, pero muy poco se ha analizado la confiabilidad del área que vela por la aplicación de la ley: la Comisaría Vial. 

Está extendida la percepción de la corrupción imperante en la Policía Vial, antes parte de la extinta Secretaría de Vialidad y Tránsito, pero nutrida y reproducida por la misma ciudadanía que ofrece o accede a la entrega de dádivas.

¿Qué encontró el Centro Estatal de Evaluación en la Policía Vial? De acuerdo a su reporte, uno de cada cinco agentes viales no es confiable. Contabiliza 353 policías reprobados, el 19 por ciento de los mil 853 evaluados. 

La Policía Vial, sin embargo, es un cuerpo formado por 2 mil 400 oficiales. Sobre esta corporación, Reporte Indigo presentó el pasado 28 de marzo detalles de los expedientes de cinco integrantes, tres subinspectores y dos oficiales, que persisten en funciones, a pesar de haber reprobado sus pruebas. 

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En las calles y plazas públicas de los municipios de Jalisco, en sus colonias, en las bases y las patrullas en marcha, hay un ejército de 2 mil 690 policías que reprobaron las pruebas de control de confianza, y que han sido declarados oficialmente no aptos para proteger a la sociedad. 

Un informe del Centro Estatal de Evaluación y Control de Confianza de Jalisco del 29 de mayo indica que la tasa promedio de reprobación en las policías municipales es de 28.5 por ciento.