Extradición: Narcos contra matones

Estados Unidos busca la extradición de narcotraficantes, en tanto que México se interesa en juzgar a homicidas que huyen hacia ese país.

En las películas hollywoodenses los asesinos siempre se quieren escapar a México para librar la justicia estadounidense que se plantea como implacable. En las estadísticas de la realidad este guión está escrito al revés, son los asesinos mexicanos los que buscan esconderse en el país del norte.

Julio Ramírez Julio Ramírez Publicado el
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En 2015 México entregó en extradición a 51 delincuentes, de ellos, al menos 49 fueron enviados a los Estados Unidos
Las cifras indican que EU solicita delincuentes vinculados con delitos contra la salud y delincuencia organizada
https://youtu.be/oA3S1OJve1M

Estados Unidos busca la extradición de narcotraficantes, en tanto que México se interesa en juzgar a homicidas que huyen hacia ese país.

En las películas hollywoodenses los asesinos siempre se quieren escapar a México para librar la justicia estadounidense que se plantea como implacable. En las estadísticas de la realidad este guión está escrito al revés, son los asesinos mexicanos los que buscan esconderse en el país del norte.

Las cifras indican que Estados Unidos solicita en su mayoría delincuentes vinculados con los delitos contra la salud y delincuencia organizada, ya que al menos la mitad de los traslados de criminales para ser juzgados en Estados Unidos incluyen ese cargo.

Un cálculo de las extradiciones realizadas por México en las últimas dos décadas indica que 37.9 por ciento corresponden a delitos contra la salud, es decir, casi una de cada tres. De mil 128 entregas que la SRE reporta, al menos 428 están relacionadas directamente con delitos contra la salud.

Tan sólo en 2015, México entregó en extradición al menos a 51 delincuentes, de ellos al menos 49 fueron enviados a Estados Unidos. Las solicitudes incluyeron otros dos reclamados por homicidio y administración fraudulenta a Croacia y Argentina, revelan cifras de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

Es en 2015 cuando se enviaron a 13 delincuentes de alto perfil en extradición, entre ellos Édgar Valdez Villarreal, “La Barbie”; su suegro, Carlos Montemayor, y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, “El Coss”, cabecilla del cártel del Golfo, y el ciudadano de Estados Unidos, Jean Baptiste Kingery, identificado como traficante de armas.

En 2014 se realizaron 67 extradiciones, de ellas 66 fueron a Estados Unidos y una a España. Una veintena está vinculada con delitos contra la salud y 24 por homicidio, ocho por delitos sexuales, cinco por lesiones y tres por secuestro, entre otros.

De 56 extradiciones que se efectuaron en 2013, fueron autorizadas 54 al gobierno estadounidense, de las cuales 23 están relacionadas con delitos contra la salud y 14 por homicidio.

En 2012 es más marcada la petición de narcotraficantes, pues de 121 extradiciones que autorizó la Cancillería mexicana -114 de ellas a Estados Unidos-, 45 están vinculadas con delitos contra la salud y 30 por homicidio. Hay registro de 22 extradiciones relacionadas con acusaciones por delitos sexuales y 8 por lavado de dinero, entre otras acusaciones.

Un año antes, en 2011, el gobierno mexicano reporta haber realizado 96 extradiciones, de ellas 94 fueron a Estados Unidos y dos a España y 31 de ellas fueron por delitos contra la salud y 32 por homicidio, 16 por delitos sexuales y 5 por secuestro, entre otros.

En la relatoria de las películas hollywoodenses, es común que los criminales huyan hacia México, un destino que los estadounidenses perciben como ideal para escapar de la justicia. Las estadísticas indican que también hay mexicanos que cometen crímenes y escapan hacia el norte del Río Bravo.

Las cifras de la política migratoria mexicana indican que las extradiciones que en mayor parte obtiene México de Estados Unidos están vinculadas con homicidios con diferentes variantes, como simple intencional, calificado, en pandilla, doloso, entre otros.

Información entregada por la Procuraduría General de la República (PGR) a través de una solicitud de acceso a la información indica que, de 1991 a la fecha, el gobierno estadounidense ha concedido en extradición a 367 personas para ser juzgadas en México.

De estas, 276 personas acusadas están relacionadas directamente con delitos de homicidio, lo que representa un 75.2 por ciento de las extradiciones desde Estados Unidos.

Le siguen en el listado los delitos de secuestro, fraude, violación, delincuencia organizada y delitos contra la salud, cada uno de estos apartados con diez casos cada uno, que representan apenas un 2.7 por ciento de los casos. Si se suman estos cinco apartados suman 50 extradiciones, que representan 13.62 por ciento del total.

De los 367 delincuentes que extraditó Estados Unidos, 278 (75.7 por ciento) son mexicanos. En 42 casos (11.4 por ciento) se desconoce su nacionalidad y 38 (10.3 por ciento) son estadounidenses cedidos a la justicia mexicana.

El resto son cubanos, hondureños, salvadoreños y hay un mexico-estadounidense.

Las nuevas rutas

En la batalla contra el crimen organizado, los gobiernos de Estados Unidos y México han entablado nuevos caminos para la extradición de criminales y ello ha tornado en la discusión a partir de la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

En los últimos días, el cabecilla del Cártel de Sinaloa ha emprendido lo que parece una estrategia en busca de apuntalar su extradición a Estados Unidos. Su esposa, Emma Coronel, en diversas entrevistas ha reclamado los supuestos tratos inhumanos en contra de quien llegó a ser considerado el jefe criminal más buscado del planeta.

El Gobierno federal aseguró que el capo buscaba a través de esta campaña mediática que le fuera relajada la seguridad y con ello buscar un tercer escape del penal de El Altiplano.

Decir que el sistema de penales federales de máxima seguridad es permeable quizás sea una mentira, pero decir que es permeable a la mano corruptora de “El Chapo” Guzmán y su grupo delictivo es definitivamente una verdad. Es el único delincuente que ha escapado —y en dos ocasiones— de un complejo carcelario de máxima seguridad (Puente Grande, en Jalisco, en enero de 2001; y El Altiplano, en Almoloya de Juárez, en julio de 2015).

En México, el cabecilla del Cártel de Sinaloa tiene al menos dos órdenes de aprehensión con fines de extradición, de acuerdo con información oficial que la Procuraduría General de la República (PGR) difundió desde su escape por un túnel en el Penal de El Altiplano en julio de 2015. En los últimos días, el capo se desistió de interponer un amparo, lo que se interpretó como que “El Chapo” Guzmán busca acelerar el proceso.

El gobierno de Estados Unidos realizó a través de los conductos diplomáticos la solicitud del estado de California para iniciar el proceso de extradición en contra Joaquín Guzmán Loera. La dependencia federal indicó que a partir de una solicitud del gobierno de Texas se concedió una segunda orden de arresto con fines de extradición por asociación delictuosa, delincuencia organizada, delitos contra la salud, lavado de dinero y posesión de armas de fuego.

A principios de mes, la procuradora general de la República, Arely Gómez, se reunió con una comitiva del Departamento de Justicia de los Estados Unidos en la sede de la PGR.

En la reunión estuvieron, entre otros, los subprocuradores adjunto, Kennett Blanco, y de la División Criminal, Bruce Swartz, y la directora asociada de la Oficina de Asuntos Internacionales, Magdalena Boynton. Del lado mexicano, estuvo Arely Gómez y el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), Gustavo Salas Chávez.

Huyen a EU y los cazan

Las personas que cometen homicidios en México tienen la falsa idea de que en Estados Unidos pueden huir de la justicia, coinciden expertos consultados por Reporte Indigo.

La figura de la extradición no se usa en todos los casos de criminales que son buscados en otro país, pues se debe tomar en cuenta que muchas veces se utiliza la deportación, aseguró el experto en seguridad Samuel González.

“En muchas ocasiones no es la figura de la extradición, sino la figura de la deportación, que se da cuando la persona no cumple con todos los elementos de estancia del país y en ese momento está de manera ilegal en el país, en lugar de usarse la vía de la extradición, se usa la vía de la deportación”.

Es decir, las cifras muestran sólo aquellos casos en que se instrumentaron las acciones diplomáticas para hacer justicia por un delito contra algún acusado que tenía cierto modo de vida en otro país, como contar con visa, en el caso de los reclamados por México.

“Yo creo que para entender esas cifras hay que subrayar cuántas de las personas acusadas por homicidio fueron deportadas. A los Estados Unidos lo que más les interesa, incluso antes que las deportaciones, son los homicidios y los delitos de sangre son para ellos muy, muy importantes”, aseguró.

Una prueba de la importancia que tienen los homicidios para los estadounidenses es que los delitos pueden prescribir, pero un asesinato jamás deja de perseguirse y aunque tarden dos o tres décadas siguen las investigaciones.

“Muchas personas que cometen homicidios en México salen a Estados Unidos porque siempre la gente piensa que ya en Estados Unidos no la van a traer de regreso, y es al revés. Es muy fácil, de manera inmediata, una persona comete un delito es localizada en Estados Unidos, es fácil que los gobiernos la regresen mediante la vía de la extradición rápida o la deportación”, asegura Samuel González.

El doctor en Antropología Édgar Morín, autor del libro “La Maña”, dice que un homicida en México no puede huir a Estados Unidos.

“Me llama la atención con los homicidas que se escapan hacia Estados Unidos, eso es de risa porque habrá que ver cómo los agarran. A veces por faltas menores”, comenta.

La disparidad de las cifras del gobierno mexicano en la investigación de casos principalmente relacionados con homicidios y que existan tan pocos de extradiciones vinculadas con delitos contra la salud habla de que la guerra contra el narcotráfico es pura retórica, porque en términos judiciales no se ve el trabajo reflejado.

“Las extradiciones no resuelven el fenómeno del narcotráfico. Colombia es el ejemplo más claro, y el fenómeno sigue”.

4 casos de extradiciones de Estados Unidos a México

“El Gordo Michas”
Octubre 1996
1 El mexicano Aarón “El Gordo Michas” López Smith mató el 15 de octubre de 1995 a los hermanos Jesús Manuel y Rubén Cruz Corrales en un centro nocturno en Agua Prieta y se fue para Estados Unidos. Después de cometer los crímenes, López Smith escapó hacia Estados Unidos, donde fue detenido con fines de extradición internacional el 26 de octubre de 1996 y el procedimiento se cumplimentó hasta febrero de 2008.

“El Lobo”
Marzo 1999
2 EU extraditó a Alfredo Miguel “El Lobo” Hodoyan Palacios, integrante de la organización de los hermanos Arellano Félix. A “El Lobo” se le atribuyó el asesinato del doctor Ernesto Ibarra Santés, quien fuera subdelegado de la Policía Judicial Federal en Baja California. Alfredo Miguel Hodoyan Palacios era identificado por la autoridad como uno de los principales gatilleros del cártel Arellano Felix, y fue internado en el Penal de Almoloya de Juárez.

Productor de Survivor
Diciembre 2011
3 El Departamento de Justicia de EU ratificó la extradición a México de Bruce Beresford-Redman, exproductor del programa de televisión “Survivor”. El juez determinó que hay evidencia suficiente para que sea juzgado en México. El homicida Justino Tello Agosto 2012 4 El gobierno de EU entregó en agosto de 2012 al fugitivo Justino Tello Muñoz por ser responsable del delito de homicidio calificado, toda vez que, el 25 de noviembre de 1994, en la comunidad de Tancanuitz de los Santos, San Luis Potosí, privó de la vida a su novia Nohemí Terán Labastida, a quien asfixió por ahorcamiento. Justino Tello Muñoz fue entregado a elementos de la Procuraduría General de Justicia de San Luis Potosí.

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> El otro Chapo Por Indigo Staff

 

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