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Entre lucha interna ratifican a dirigente

La del domingo, fue la primera de muchas batallas que se vienen entre los líderes panistas de La Santísima Trinidad y sus hijos insurgentes que hoy se proclaman como la División del Norte.

La Asamblea Municipal del PAN de Monterrey no sólo se convocó para ratificar a Enrique Pérez Villa como dirigente municipal panista, sino también sirvió para que los dos grupos albiazules –ayer aliados y ahora antagonistas- mostraran su músculo.

El resultado de esta primera contienda interna panista depende de a quién se le pregunte. 

La del domingo, fue la primera de muchas batallas que se vienen entre los líderes panistas de La Santísima Trinidad y sus hijos insurgentes que hoy se proclaman como la División del Norte.

La Asamblea Municipal del PAN de Monterrey no sólo se convocó para ratificar a Enrique Pérez Villa como dirigente municipal panista, sino también sirvió para que los dos grupos albiazules –ayer aliados y ahora antagonistas- mostraran su músculo.

El resultado de esta primera contienda interna panista depende de a quién se le pregunte. 

Porque los panistas de La Neocúpula se proclaman ganadores porque lograron conformar el quórum que necesitaba la asamblea municipal, a pesar de que sus adversarios operaron en contra de la convocatoria utilizando la nómina del Municipio de Monterrey, gobernado por la alcaldesa Margarita Arellanes.

Pero los azules de la División del Norte, por su parte, aceptan que buscaron impedir la Asamblea Municipal, y que su auténtica intención era conocer la verdadera fuerza operativa de La Santísima Trinidad en Monterrey.

Es pocas palabras, poner a prueba a La Neocúpula.

Que con esta perspectiva, la también llamada Santísima Trinidad llega a 600 militantes activos en Monterrey.

Reporte Indigo publicó hace una semana la ruptura que se había producido en el interior de La Santísima Trinidad, que controla el triunvirato conformado por el senador Raúl Gracia, Zeferino Salgado y Fernando Larrazabal.

De esta fractura aparece el grupo de La División del Norte, impulsado por los panistas José Serrano Montoya e Iván Garza Téllez, identificados como operadores panistas del Grupo San Nicolás, que comanda Zeferino Salgado, pero que ahora se declaran autónomos.

La Asamblea Municipal del domingo fue desairada completamente por los panistas que trabajan en puestos claves del Municipio regio, donde se concentra el poder de este nuevo grupo panista afín a la alcaldesa.

La lista de los ausentes fue encabezada por la propia Arellanes y también la integraron Sandra Pámanes, secretaria del Ayuntamiento; Elizabeth Rosas, secretaria de Desarrollo Social; y el síndico Irasema Arriaga, coordinadora de los regidores albiazules.

Iván Garza Téllez, uno de los líderes de la División del Norte, no asistió a la asamblea municipal, pero sí estuvo presente en el mensaje pronunciado por Enrique Pérez Villa, quien fustigó en su discurso “la reafiliación perversa” que habría promovido como director del Registro Nacional de Miembros del CEN albiazul.

En los próximos días se espera que haya repercusiones entre los panistas que trabajan en Monterrey y que desafiaron la línea impuesta desde la administración municipal.

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