Los dos narco-túneles se habrían realizado para interconectar fincas y predios baldíos determinados con el sistema de alcantarillado de Teocaltiche. Foto: Especial

Encuentran indicadores de cómo Teocaltiche estuvo bajo el control del crimen

Autoridades federales y estatales descubrieron en ese municipio, gobernado por Morena, cuatro centros de videovigilancia, túneles y una fábrica de explosivos, además de que detectaron a policías con órdenes de aprehensión o antecedentes penales

El operativo que lanzaron de forma conjunta el Gobierno de Jalisco y las fuerzas de seguridad federales en el municipio de Teocaltiche, ha evidenciado que esa localidad se encontraba bajo el control del crimen organizado, al grado de haber descubierto múltiples centros de videovigilancia clandestinos, una fábrica de explosivos y narco-túneles.

La región de “Los Altos” de Jalisco, donde se ubican municipios como Teocaltiche y Lagos de Moreno –donde desapareció un grupo de cinco jóvenes– se ha vuelto una zona problemática por la presunta disputa que ahí libran el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Ante esta situación, el 2 de octubre de 2023, las autoridades anunciaron que, con el despliegue del “Operativo Teocaltiche Seguro”, detectaron dos centros de videovigilancia clandestinos, aunque después hicieron nuevos descubrimientos. En total confirmaron la existencia de cuatro instalaciones de este tipo. Aquel día indicaron:

“La vigilancia conjunta que despliega la Secretaría de Seguridad del Estado, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano en el municipio de Teocaltiche, dejó resultados positivos durante su primera etapa, pues en diferentes puntos se aseguraron dos centros de monitoreo clandestinos, así como la localización de vehículos con reporte de robo, equipo balístico y la puesta a disposición ante las autoridades ministeriales de cuatro hombres”.

Informaron también que en la finca donde se encontró el primer centro de videovigilancia había múltiples pantallas en las que se observaban diferentes puntos del municipio, así como seis vehículos con diversas irregularidades, entre ellos tres motocicletas sin matrícula y tres vehículos sin placas.

En la segunda finca que alojaba este tipo de instalaciones se encontraron pantallas, equipos de cómputo y cuatro antenas de señal, así como un casco balístico, un cargador vacío para calibre .223, dos chamarras con logotipos de la Policía de Zacatecas y una de la Policía Estatal de la Guardia Civil de Nuevo León.

El tercer centro de videovigilancia criminal se encontró un día después, el 3 de octubre, en una finca donde “se aseguraron nueve pantallas de televisión, cuatro reguladores multicontacto, así como cuatro antenas de radio y documentos en donde se tenían anotaciones sobre ingresos y salidas de unidades oficiales al municipio”.

El cuarto y último centro de videovigilancia detectado en Teocaltiche fue reportado el 6 de octubre. La finca donde estaba instalado también resguardaba explosivos y drogas.

“Al revisar el inmueble, se localizaron pantallas y computadoras con las que se presume se realizaba videovigilancia. (…) Se halló material explosivo plástico, el cual fue asegurado y tratado por el equipo especializado, incluso se encontraron componentes útiles para la fabricación artesanal de otro tipo de artefactos. También se encontraron botellas de vidrio con sustancias incendiarias”.

Policías con órdenes de aprehensión cuidaban el municipio

El operativo también ha hecho manifiesto que el presidente municipal de Teocaltiche, Juan Manuel Vallejo Pedroza –de Morena– no tenía control sobre la Policía de la demarcación, pues en la corporación fueron detectados elementos con órdenes de aprehensión, antecedentes penales y pruebas positivas de consumo de drogas.

El 8 de octubre de 2023 se informó que entre el personal operativo de la Policía de Teocaltiche, “se detectó que uno de los oficiales tenía una orden de aprehensión vigente emitida por el estado de Guerrero, por lo que se notificó de inmediato a las autoridades correspondientes para cumplimentar el mandato judicial”.

También se identificó que cinco policías cuentan con antecedentes penales por diversos ilícitos en otras entidades del país -en un caso hay un proceso por el delito de desaparición forzada-, y que seis de los oficiales dieron positivo al consumo de drogas como marihuana, cocaína y anfetaminas; además, solo 14 agentes cuentan con portación de arma de fuego y 18 personas tienen nombramiento de aspirantes a policías.

El comportamiento del alcalde se ha vuelto motivo de preocupación para las autoridades estatales, por su renuencia a colaborar en los esquemas de seguridad en la región. El 4 de septiembre pasado, el coordinador general estratégico de Seguridad estatal, Ricardo Sánchez Beruben, reveló:

“Al alcalde se le ha invitado a participar en reiteradas ocasiones a los Consejos Regionales de Seguridad, donde es el único municipio que ha estado ausente en la Región de los Altos Norte; de la misma forma se le invitó a participar a la Comisión Operativa del Consejo Estatal de Seguridad donde, sin ninguna justificación, no asistió”.

Además, su equipo cambió la versión del incidente ocurrido el 2 de septiembre, cuando dos de sus policías fueron asesinados. En un primer momento lo reportó como una “agresión directa” contra los oficiales, pero luego lo difundió como un “atentado” contra el alcalde.

Dos túneles conectaban fincas y predios baldíos

Las señales que indican que el territorio de Teocaltiche se encontraba ocupado por la delincuencia organizada, incluyen el hallazgo de al menos dos túneles, así como un centro para la producción de explosivos.

Según se ha informado hasta ahora, los dos narco-túneles se habrían realizado para interconectar fincas y predios baldíos determinados con el sistema de alcantarillado del municipio.

En la fábrica de explosivos descubierta el 4 de octubre se dio la “localización de 40 granadas con adaptaciones para drones; 40 artefactos explosivos artesanales; 10 explosivos incendiarios, así como seis cajas de fulminantes. (…) También se hallaron siete kilos de pólvora; siete kilos de azufre; nueve kilos de clorato de potasio, así como 20 kilos de metralla y 1 kilo grasera, artículos empleados para la elaboración de artefactos explosivos”.

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