En Chiapas… la casa pierde

Desde hace más de tres meses, el Casino Central, ubicado en Tapachula, Chiapas, está asegurado por autoridades estatales.

Este centro de entretenimiento fue clausurado junto con otros tres casinos supuestamente por no contar con las medidas necesarias en materia de protección civil y por la presunta venta de licor adulterado. 

Desde hace más de tres meses, el Casino Central, ubicado en Tapachula, Chiapas, está asegurado por autoridades estatales.

Este centro de entretenimiento fue clausurado junto con otros tres casinos supuestamente por no contar con las medidas necesarias en materia de protección civil y por la presunta venta de licor adulterado. 

Esta situación tiene a autoridades y empresarios en plena confrontación, pues mientras los primeros aseguran haber actuado conforme a la ley, los segundos argumentan que todo es un plan político para desviar la atención de  los verdaderos problemas del estado.

En dos de los casinos clausurados, personal de la Procuraduría de Chiapas aseguró haber encontrado diversas grapas de cocaina, según informó el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, mediante un comunicado de prensa.

Sin embargo, los dueños del Casino Central aseguran haber demostrado que sus actividades están apegadas a la ley y a la normativa vigente.

José David Urías Díaz, supervisor de la empresa declaró a Proceso que inicialmente el negocio fue clausurado por Protección Civil por presuntas irregularidades en esa área, pero enseguida fue asegurado por la Procuraduría General de Justicia del Estado por imputaciones de venta de drogas, libre acceso de menores a juegos y licor adulterado.

“En el acta que asentaron en el cateo, no se encontró drogas, no hubo menores de edad, se llevaron cinco botellas que hasta ahora no han sido analizadas, entonces ya no forma parte de la prueba, porque pasaron más de 30 días”, detalló en la entrevista.

La clausura del establecimiento, deja  sin empleo a más 150 familias, y a decenas de proveedores locales, sin embargo, el gobernador de la entidad no ha dado respuesta a las demandas de los empleados y directivos de la empresa, quienes se han manifestado para pedir la apertura de su centro de trabajo.

Dichas manifestaciones se suman a las de otros sectores económicos –restaurantes, bares e incluso, casas de empeño– que han sido cerrados presuntamente de manera arbitraria.

Directivos del casino, quienes pidieron mantenerse de manera anónima, aseguraron a Reporte Indigo que estas acciones advierten sobre la falta de gobernabilidad que hasta hoy ha caracterizado al gobierno estatal y cuyas decisiones desincentivan las inversiones en el estado.

“Velasco Coello ha ignorado las peticiones de empleados y empresarios, quienes durante casi cuatro años de operar en la entidad, han cumplido con sus obligaciones sociales, económicas y fiscales”, indicaron los empresarios.

El proceso que se ha llevado a cabo desde el cierre de los casinos, denunciaron, ha estado plagado de irregularidades e inconsistencias por parte del gobierno estatal.

En su opinión, la decisión de cerrar los centros de entretenimiento es para desviar la atención pública ante la ineficiencia en la gestión gubernamental de Velasco Coello.

El cierre del centro de juegos podría tener como consecuencia que las empresas del sector decidan retirar sus inversiones en México, recalcaron los empresarios.

Además, está afectando a los 150 empleos directos y 250 indirectos que genera, y que reactivan la economía de uno de los Estados más pobres del país, indicaron.

Hasta, ahora los empresarios han invertido 10 millones de dólares en los dos centros de entretenimiento de Casino Central, ubicados en Tapachula y Comitán.

Este último tuvo que suspender sus actividades días antes de ser inaugurado, explicaron, pese a que apoya a las comunidades que integran la region del Socinusco, con actividades como la donación de alimentos a través del DIF estatal.

Además, Casino Central tenía prevista una inversión adicional por 25 millones de dólares, hoy detenida debido al clima de inseguridad juridical que prevalence en la entidad, advirtieron.

Casino Central comenzó sus operaciones el 26 de enero de 2010 y antes de cerrar, hace tres meses, ya se había consolidado como un lugar no sólo de juego sino de oferta gastronómica y de entretenimiento también para jóvenes mayores de 18 años, aseguraron.

De acuerdo a los empresarios, alrededor del 70 por ciento de los visitantes al centro, son adultos cuyas edades se encuentran entre los 45 y 60 años.

Los inversionistas de Casino Central, informaron que ya interpusieron una demanda para hacer valer sus derechos, pues consideran que el cierre es injustificado ya que ellos cumplen con todos los controles de seguridad.

Bloquean protestas

David Urías, vocero del grupo de trabajadores del Casino Central, indicó en una entrevista a la Tribuna de Chiapas,  que a mediados de abril él y otros compañeros más, se trasladaron a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez con la finalidad se solicitar una audiencia con el gobernador Manuel Velasco Coello, para que los ayudará a resolver su situación.

Destacó que ya que anteriormente enviaron oficios a las instancias correspondientes y no obtuvieron ninguna respuesta, inclusive llevaron a cabo una marcha pacífica. 

Informó que cuando viajaban a bordo de un autobús, fueron interceptados por un grupo de policías estatales, quienes a punta de pistola y rifles, los uniformados los obligaron a regresar a la ciudad fronteriza bajo el argumento de que los papeles de los camiones en que viajaban no estaba en regla.

Por tal situación, buscaron otra alternativa de viajar a la capital del estado, en donde permanecieron por espacio de tres días, hasta que el secretario general de Gobierno los recibió y les manifestó que el amparo promovido por el establecimiento estaba por resolverse a favor, pero hasta el momento, dijo, nada se ha resuelto.

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