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El tricolor entre arrebatos

La renuncia de René Juárez a la presidencia nacional del PRI para buscar la coordinación de la bancada priista es un nuevo capítulo de la batalla interna que se libra en el tricolor luego de la debacle sufrida en la elección del 1 de julio

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) entró en una etapa de forcejeo del poder y cada movimiento que da la vieja maquinaria es parte de su estrategia para intentar recuperarse de la derrota en las urnas del 1 de julio.

Ayer, tras un rumor que circuló durante el fin de semana, René Juárez dejó la dirigencia nacional del PRI,en la búsqueda de la coordinación de la bancada en la Cámara de Diputados. Uno de sus propósitos será que el grupo tricolor recupere espacios.

En el lugar de Juárez, fue presentada Claudia Ruiz Massieu, quien pretenderá unificar las bases del partido.

La estrategia del Revolucionario Institucional es clara, tanto René Juárez en su mensaje de salida de la dirigencia como el de Ruiz Massieu profundizaron en la búsqueda de reconquistar y contentar a las bases del partido, las cuales fueron abandonadas durante la dirigencia de Enrique Ochoa Reza y se le dio entrada a candidatos no militantes del partido.

“El pasado primero de julio el pueblo de México votó y decidió alejarnos de manera contundente el respaldo en las urnas. Esta derrota del 1 de julio del 2018, sumada a las dos de los años 2000 y 2006, nos obliga a preguntarnos ¿cuál es el futuro de nuestro partido? (…) La respuesta está en la militancia, a ellos es a quienes les toca hablar. Concluyo en que la transformación futura del PRI debe ser del tamaño de la derrota actual”, dijo René Juárez el día de ayer, aceptando el urgente cambio que necesita el partido.

Para él, la respuesta está en el mismo partido, en las bases, las cuales fueron olvidadas; es por eso que como última medida al frente del tricolor propuso la creación de la Comisión Nacional Consultiva para iniciar la transformación del partido.

René Juárez buscará la coordinación de la bancada priista en la Cámara de Diputados

Los estatutos internos del Revolucionario Institucional señalan la prelación, es decir que la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional fue ocupada por la exsecretaria general del partido, Claudia Ruiz Massieu y la secretaría la ocupó Rubén Moreira.

“Nuevamente desde la unidad lograremos replantearnos y reformarnos para volver a ser el partido grande (…) Asumo la presidencia de nuestro partido como militante que ama al PRI y que ama a México”, fue el primer mensaje de Claudia al frente del partido político más longevo del país.

Como primera acción, Ruiz Massieu dijo que convocará a la Comisión Política Permanente y al Consejo Nacional para terminar el periodo de la dirigencia de Manlio Fabio Beltrones y arrancar el nuevo proceso interno que terminará en agosto del 2019.

La exsecretaria de Relaciones Exteriores de este sexenio dijo que buscará la transformación interna del partido “de abajo hacia arriba”, es decir desde la militancia hasta la dirigencia.

Por su parte René Juárez urgió la necesidad del partido para refundarse, de volver a sus orígenes, de buscar a los más necesitados y de dejar atrás las decisiones cupulares.

La estrategia

René Juárez dejó la presidencia del tricolor para dedicarse a tiempo completo a su labor parlamentaria en la Cámara de Diputados para la LXIV Legislatura que comienza en septiembre. El exgobernador de Guerrero dijo que la Fracción Parlamentaria será quien elija a su próximo dirigente en la Cámara baja.

“Serán ellos y solamente ellos los que, libre y democráticamente, deberán decidir quién será nuestro coordinador. Yo estaré siempre dispuesto a sumarme a mi Fracción, en cualquier condición, en cualquier circunstancia, como siempre lo he hecho: con lealtad, desprendimiento y pasión partidista”, dijo Juárez.

Sin embargo, fuentes al interior del partido señalaron que Juárez se desempeñará como coordinador de bancada, de esta manera el PRI debilitado buscará con la experiencia del acapulqueño arrebatar parte del poder que perdió el pasado 1 de julio.

Esta estrategia se reforzará en el Senado con otros dos priistas de cepa, más cercanos a la dirigencia nacional entrante, Miguel Ángel Osorio Chong y Beatriz Paredes.

Quien podría resultar afectado con estos movimientos es el exdirigente del Revolucionario Institucional, Enrique Ochoa Reza, a quien la corriente del partido Democracia Interna culpa de la debacle del PRI y pide que le quiten la senaduría plurinominal que está próximo a obtener.

Dentro del PRI ya se movieron los engranajes, ahora como oposición busca reponerse de la derrota e ir poco a poco arrebatando migajas de poder hasta volver a convertirse en la fuerza política que fue.

Claudia Ruiz Massieu será la quinta dirigente nacional del PRI en tres años y recibe el timón en el peor momento de la historia del tricolor

Durante la pasada elección presidencial, el no priista, José Antonio Meade obtuvo a nivel nacional 7 millones 472 mil 431 votos. El padrón de militantes en 2017 del tricolor era de 6 millones 368 mil 763 afiliados.

Los militantes no solo votan por el partido, sino que las estructuras de la maquinaria nacional consiguen votos, por lo que su trabajo durante la elección pasada no dio buenos resultados.

Promesa sin cumplir

En menos de tres años ya han pasado cinco personas por la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional. Lo que comenzó siendo una tarea de Manlio Fabio Beltrones (20 de agosto del 2015) la terminará Claudia Ruiz Massieu.

Antes de ella pasaron René Juárez Cisneros, Enrique Ochoa Reza y Carolina Monroy del Mazo, cada uno de estos exdirigentes nacionales, incluyendo a la exsecretaria de Relaciones Exteriores, han prometido la reestructuración del partido y ganar las elecciones.

6.4
millones de afiliados era el padrón de militantes del tricolor en 2017

La tarea fue imposible, ya que ninguno de ellos lo logró, por lo que Claudia Ruiz Massieu recibirá la batuta del partido en el que milita desde que tenía 20 años (1992) en el peor momento de su historia.

El panorama es desolador, en sus 89 años de historia, el PRI registró en las pasadas elecciones el nivel más bajo de votación federal, con tan sólo 16.4 por ciento de las preferencias electorales, perdiendo por tercera ocasión la Presidencia de la República.

7.4
millones de votos consiguió José Antonio Meade

Además el PRI perdió dos gubernaturas, por lo que solo estará al frente de 12 administraciones estatales. En el Congreso la historia es similar, por partido, el tricolor será la quinta fuerza política y por bloque la tercera, por lo que se verá superado en número por la coalición de Morena y la del Partido Acción Nacional.

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