La fragmentación de los servicios de salud en México generan dificultades para su prestación y acceso, lo mismo sucede con la digitalización de los servicios. Foto: Especial

El auge de la digitalización en la salud

Aplicar los avances tecnológicos en el ámbito de la medicina es fundamental para alcanzar un sistema universal de salud y mejorar los servicios que brindan tanto las instituciones públicas como las privadas en el país; para lograrlo, las autoridades deben destinar más recursos a este propósito y tener una mejor coordinación en los tres niveles de gobierno 

La digitalización de la salud ha experimentado un importante avance durante los últimos cinco años, especialmente después de la pandemia por COVID-19.

En México, el 45 por ciento de los médicos reportan realizar consultas virtuales y el 35 por ciento de las personas se informan por internet sobre su padecimiento o síntomas previo a una valoración médica.

Además, el mismo porcentaje de pacientes aseguran indagar sobre la trayectoria profesional del médico en línea antes de ir con él o ella, revela la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD), en su estudio estadístico sobre los usos, hábitos y actitudes sobre el ecosistema digital del profesional de la salud titulado “Médic@ Digital en México”, publicado en octubre de 2022.

Por su parte, la fundación Carlos Slim, a través de su plataforma, Salud Digital, asegura que hoy en día, al menos 30 millones de mexicanos utilizan la tecnología para encontrar soluciones médicas a sus problemas.

La Secretaría de Salud define a las tecnologías para la salud como la aplicación de conocimientos teóricos y prácticos estructurados en forma de dispositivos, medicamentos, vacunas, procedimientos y sistemas elaborados para resolver problemas sanitarios y mejorar la calidad de vida de las personas.

Aunado a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura en su “Estrategia mundial sobre la salud digital 2020-2025” que la expansión de las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como la interconexión mundial, brindará grandes posibilidades para acelerar el progreso humano, superar la brecha digital y desarrollar las sociedades del conocimiento.

“La transformación digital de la atención de la salud puede ser perturbadora; sin embargo, tecnologías como la internet de las cosas, la asistencia virtual, la supervisión a distancia, la inteligencia artificial y la analítica de macrodatos, entre otras, permiten captar información a distancia e intercambiarlos dentro del ecosistema de salud.

“Esto daría lugar a una continuidad asistencial, a la mejora de los resultados sanitarios y diagnósticos médicos y a una mejor toma de decisiones terapéuticas, además ampliará los conocimientos basados en la evidencia, las aptitudes y las competencias de los profesionales para prestar servicios de salud”, argumenta el documento.

Los claroscuros

A pesar de los logros y avances alcanzados a raíz de la crisis sanitaria y de la necesidad de evolucionar hacia un entorno más digitalizado en materia de salud en el país, aún hay muchos retos por superar.

De acuerdo con la Secretaría de la Función Pública (SFP), en el último Informe de desempeño del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud, dependencia de la Secretaría de Salud Federal, el sistema nacional de salud tiene un doble desafío.

Por una parte, pretende lograr la cobertura universal con una mejoría en la calidad y en el acceso efectivo a los servicios y, por otra, enfrenta un entorno de insuficiencia de recursos y un constante incremento en los costos que derivan fundamentalmente del gasto en tecnologías para la salud de prevención, diagnóstico y rehabilitación.

Además, la SFP, dice que la fragmentación de los servicios de salud en México generan dificultades para su prestación y acceso, así como para el uso eficiente de los recursos disponibles, generando ineficiencia en el gasto para brindar atención a la salud.

“En su estado actual el sistema nacional de salud no está en condiciones de responder totalmente a las demandas y necesidades de servicios de salud de la población, ni de alcanzar la universalidad de los servicios con la efectividad que se requiere.

“Nuestro país está rezagado en el empleo de la evidencia científica para la elaboración de políticas públicas y para la toma de decisiones con respecto a la investigación, desarrollo, adquisición y utilización de tecnologías para la salud”, señala el documento.

Poca importancia

En el “Informe de desempeño del Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud” realizado por la ASF, también se acusa a las autoridades de no comprender en su totalidad los beneficios que la implementación de tecnologías en el ámbito de la salud puede generar para el país y sus habitantes.

“La comprensión de los beneficios que esta disciplina provee es aún baja en nuestro país. Por otro lado, no existen mecanismos institucionales y sectoriales de priorización de tecnologías para la salud en México en donde concurran los actores involucrados con la adecuada vinculación y coordinación”.

Con esto concuerda el diputado federal Éctor Jaime Ramírez Barba, quien dice que a pesar de que el mundo logró diversos avances tecnológicos que significaron un parteaguas para la manera en la que se prestan los servicios de salud; no ha sido fácil traducirlos al marco regulatorio mexicano.

“Al día de hoy el uso de las tecnologías de la información y la comunicación se encuentra reconocido en diversos artículos de la Ley General de Salud, no obstante, no reflejan las realidades y avances tecnológicos actuales.

“Por otro lado, existen rezagos de infraestructura en salud en diversas regiones del país, especialmente en zonas rurales y marginadas, en las cuales los pacientes invierten mucho tiempo y recursos para poder acceder a servicios básicos de salud.

“A pesar de que nuestro país destina aproximadamente 5 por ciento del Producto Interno Bruto en este rubro, hoy por hoy, aproximadamente 28.2 por ciento de la población carece de acceso a servicios de salud”, explica el legislador mexicano.

Revolución pendiente

Uno de los retos más importantes para México actualmente en cuanto a la aplicación de la tecnología para la salud es la implementación universal del Expediente Clínico Electrónico (ECE).

Estimaciones de la Secretaría de Salud destacan que su uso en el sistema de salud público generaría ahorros por 38 mil millones de pesos, un 17 por ciento del monto presupuestado para la atención de la salud en 2022.

El ECE permite almacenar la información a detalle de una persona, conocer si sufre de algún padecimiento o alergia, así como brindar información sobre una posible intervención quirúrgica con anterioridad con el objetivo de brindar una mayor claridad al especialista, explica la Fundación Mexicana para la Salud.

Sin embargo, a pesar de sus beneficios, los médicos que utilizan esta herramienta aún son pocos, con aproximadamente un 40 por ciento.

Mientras que el uso del expediente físico en el país es del 47 por ciento; el resto utiliza una mezcla de ambos, revela la encuesta “Médic@ Digital en México”.

Sin embargo, un estudio del 2021, realizado por el Consejo de Salubridad General, encontró que el 77.4 por ciento de los hospitales públicos y privados del país cuentan con sistemas electrónicos de expedientes clínicos, lo que no significa que siempre se utilicen.

“Esto revela el reto para los sistemas de salud y los profesionistas médicos para lograr una implementación a profundidad de esta herramienta”, dice el estudio.

Dos décadas de aspiraciones

De acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), contar con un Expediente Clínico Electrónico (ECE) de carácter universal, es una de las aspiraciones más importantes que las instituciones que conforman el Sistema Nacional de Salud han tenido desde hace aproximadamente dos décadas.

La comisión asegura que los beneficios que se obtendrían con su instrumentación “representarían toda una revolución” ya que mejorarían significativamente la calidad y la seguridad en la atención de los pacientes.

“Desde el punto de vista de la epidemiología y de la salud pública el ECE universal brindaría información muy valiosa sobre el proceso salud-enfermedad de la población que permitiría instrumentar intervenciones sanitarias muy eficaces para la prevención y control de las enfermedades.

A pesar de sus ventajas, el Expediente Clínico Electrónico en México padece de los mismos males que el Sistema Nacional de Salud. Foto: Especial
A pesar de sus ventajas, el Expediente Clínico Electrónico en México padece de los mismos males que el Sistema Nacional de Salud. Foto: Especial

“Por otro lado, desde el punto de vista de la administración de servicios de salud, los grandes impactos que tendría el ECE universal sobre el Sistema Nacional de Salud son muy evidentes: en primer lugar, coadyuvaría a una mayor integración y articulación del sistema, se lograría una mayor conectividad entre las instituciones de salud que lo conforman, se evitarían duplicidades en la operación de los expedientes clínicos y se abatirían de manera importante los costos de operación”, explica la Conamed.

A pesar de sus ventajas, el ECE en México no está homologado. Cada institución del sector salud opera una versión distinta  y está limitado solo a sus áreas hospitalarias.

Además, en el sector privado operan otras tantas versiones con sus propias plataformas cibernéticas desvinculadas del sector público.

Desde la Reforma Constitucional del 11 de junio de 2013 existe obligatoriedad de utilizar el ECE en todo el sector salud, sin embargo no ha existido la voluntad política para instrumentarlo, dice la Conamed en su Boletín Volumen 3 número 18.

Infraestructura y apps

Para garantizar el derecho a la salud y combatir la desigualdad en su acceso a través de la tecnología, es fundamental mejorar el acceso a internet tanto de los pacientes como de los hospitales y clínicas en el país.

De acuerdo con el Censo Económico de 2019 y el Censo de Población de 2020 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el acceso a internet de manera generalizada presenta áreas de oportunidad.

El 78.1 por ciento de los hospitales cuenta con acceso a Internet, mientras que para los prestadores de servicios de salud, apenas el 43 por ciento tiene una conexión. Por su parte, alrededor del 52 por ciento de los hogares tiene esta conectividad.

Para obtener todos los beneficios que la tecnología puede brindar en materia de atención médica, es fundamental disminuir la brecha de desigualdad. Foto: Especial
Para obtener todos los beneficios que la tecnología puede brindar en materia de atención médica, es fundamental disminuir la brecha de desigualdad. Foto: Especial

“Este es un aspecto que es una prioridad acelerar y apuntar para que la conectividad de los centros de salud públicos y privados cuenten con la cobertura y accesos a la red, herramientas que brindarán una atención efectiva y de calidad a los pacientes”, dice el INEGI.

Por su parte, la Fundación Mexicana para la Salud (FUNSALUD), en su estudio estadístico sobre los usos, hábitos y actitudes sobre el ecosistema digital del profesional de la salud titulado “Médic@ Digital en México”, revela las aplicaciones digitales más utilizadas por parte de los médicos en la práctica cotidiana.

De acuerdo con el documento, la mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram o Messenger) es la más alta con un 79 por ciento, mientras que la llamada telefónica alcanza un 67 por ciento.

Te puede interesar