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‘Draft’ de diputados

Los recién desempacados diputados locales de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal protagonizan la encarnizada batalla por las comisiones y el presupuesto que estás representan.

El voto en las urnas no fue suficiente para determinar quién obtendrá la preciada mayoría en la Asamblea Legislativa.

A estas alturas, y aunque ya tomaron protesta, el “robo” de diputados sigue siendo una amenaza latente para los partidos, fundamentalmente para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Las diputadas locales Luisa Yanira Alpizar y Socorro Meza se incorporaron ayer a la bancada del PRD y abandonaron la del Partido Encuentro Social, con la que llegaron a la ALDF

Los recién desempacados diputados locales de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal protagonizan la encarnizada batalla por las comisiones y el presupuesto que estás representan.

El voto en las urnas no fue suficiente para determinar quién obtendrá la preciada mayoría en la Asamblea Legislativa.

A estas alturas, y aunque ya tomaron protesta, el “robo” de diputados sigue siendo una amenaza latente para los partidos, fundamentalmente para el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Las dirigencias de ambas fuerzas políticas saben que quien tenga la mayoría, tiene mayores posibilidades de quedarse con la Comisión de Gobierno y la facultad de nombrar al legislador que la presidirá.

Con la presión política que significa perder o ganar un diputado en estos momentos, los partidos llevan a cabo intensas negociaciones en las que tienen que ceder algunos espacios en las próximas comisiones para poder ganar otros. 

El ‘acuario’ de Valencia

En medio de la rapiña y de las intentonas por robar, comprar, canjear diputados de los partidos, sobre todo de los más pequeños, es que los cuatro legisladores del Partido Encuentro Social (PES) se han convertido en atractivas piezas de cambio para el PRD.

Leonel Luna, dirigente de la bancada perredista en la Asamblea Legislativa lo sabe, y por eso mantiene una intensa negociación con los de esa fracción.

Y es que por más que ha cabildeado con los diputados del Partido Humanista (PH), Luciano Jimeno; del Partido del Trabajo, José Alberto Benavides, y  Juan Gabriel Corchado, del Panal, la renuncia de su antigua compañera de partido, la legisladora Aleida Alavez, que se pasó a las filas de su bancada a la de Morena, los puso en franca desventaja y los alejó de la pretendida mayoría.

Para no perder tiempo con los “peses” (como se les llama a los diputados del PES), esta vez Leonel Luna y quienes lo secundan en las negociaciones, como Raúl Flores, Mauricio Toledo y hasta Víctor Hugo Romo, se sentaron a hablar de números con el exdelegado Jesús Valencia, a quien se le atribuye el manejo político de la fracción.

Para muchos perredistas no es secreto que el exdelegado de Iztapalapa apoyó alos del PES en las pasadas elecciones del 7 de junio.

Los entonces candidatos y ahora diputados electos del PES, en algún momento fueron colaboradores de Valencia durante su administración en la Delegación Iztapalapa.

Como resultado de esos amarres entre el PRD y los del PES (cuyos hilos mueve Valencia Guzmán) se gestó el brinco de las diputadas locales Luisa Yanira Alpizar Castellanos y Socorro Meza,quienes ayer anunciaron su incorporación a la bancada del Sol Azteca.

No es coincidencia, Alpizar Castellanos es legisladora por Iztapalapa, la demarcación que gobernó Jesús Valencia, y se desempeñaba como secretaria general del PES.

Notificó con una carta dirigida a la mesa directiva de la ALDF su incorporación al grupo del PRD, que ahora tiene 17 legisladores, sin alcanzar a Morena, con 20.

La apuesta de Valencia

Como parte de este ejercicio de ceder y ganar algo a cambio, se dice que el también diputado federal electo del PRD, Jesús Valencia, busca espacios en la ALDF. 

Promueve la candidatura de la exdelegada interina de Iztapalapa, Carolina Santana, para la Oficialía Mayor de la Asamblea Legislatura.

Carolina Santana es una de las colaboradoras de todas sus confianzas, a quien Valencia dejó al frente de Iztapalapa luego de que él renunciara al cargo para hacer frente a la investigación por el posible conflicto de interés cuando se hizo público que manejaba camionetas propiedad de empresas proveedoras.

La salida de las dos legisladoras de la bancada del PES causó reacción, pues su coordinador en la ALDF, Carlos Candelaria, lo calificó como una burla y consideró inadecuado el modo de proceder y los tiempos de sus excompañeras, que se van apenas iniciando la legislatura, sin que haya desacuerdos de ideología que lo justifique.

Otro cargo ambicionado

La Oficialía Mayor de la ALDF es también uno de los cargos clave en el manejo de recursos del recinto de Donceles. 

En la pasada legislatura ese espacio lo ocupó Aarón Josué Ramos Miranda, quien fue retirado de su cargo luego de la difusión de un video del grupo Anonymus, que reveló la compra de una lujosa residencia en la zona de Huixquilucan, Estado de México, luego de habitar un modesto departamento en Lindavista.

Intentó aclarar las acusaciones en su contra justificando que los ingresos de su esposa permitieron hacer esa compra.

El caso del oficial mayor de la ALDF llegó hasta el Gobierno federal, donde la Subprocuraduría Especializada en Investigación en Delincuencia Organizada (SEIDO) entregó documentación oficial para acreditar que Ramos no está sujeto a investigación.

Aunque Morena y PRD intentan acaparar las comisiones más importantes y con más recursos, el resto de los partidos no son ajenos a esta rapiña y reclaman su parte.

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