Los mandamientos de Trump
Sea frente al Gobierno de los Estados Unidos de América o de sus empresas, Donald Trump sigue los mismos mandamientos: hay que ser duro como el hierro y estar dispuesto a golpear fuerte.
Las actitudes mostradas y decisiones tomadas en su primera semana de gobierno son prueba de que sigue sus principios al pie de la letra. Para él, negociar es una lucha de poderes, donde solo uno puede ganar.
“Sé cuándo mi oponente es débil y cuándo debo arrasar con él”, escribió Trump en uno de sus libros.
La filosofía de Trump es escoger sus batallas, confiar en su instinto y buscar ser respetado y temido
“De ciudadano a presidente: ¡Bravo! México merece dignidad y respeto, no podemos dialogar donde no existe ninguno de los dos”
“Cuando se trata de un asunto así, todos debemos de apoyar, tenemos que hacer un frente de unidad, en defensa de los migrantes, los trabajadores, los empresarios y de los intereses nacionales”
“En todos los negocios exitosos que he realizado, he tenido que hacer que mi oponente se lamente por lo que perdería si no hace el negocio conmigo”
Sea frente al Gobierno de los Estados Unidos de América o de sus empresas, Donald Trump sigue los mismos mandamientos: hay que ser duro como el hierro y estar dispuesto a golpear fuerte.
Las actitudes mostradas y decisiones tomadas en su primera semana de gobierno son prueba de que sigue sus principios al pie de la letra. Para él, negociar es una lucha de poderes, donde solo uno puede ganar.
“Sé cuándo mi oponente es débil y cuándo debo arrasar con él”, escribió Trump en uno de sus libros.
Muchas de las claves para entender por qué el nuevo mandatario estadounidense piensa como piensa y hace lo que hace, se encuentran en su libro “El Secreto del Éxito”, publicado en 2008, donde habla sobre sus estrategias de negociación y su filosofía de vida, lo que puede darnos una pista de quién es el magnate.
Mientras en México se defiende la postura del diálogo, llamando al respeto y a las negociaciones donde ambos países tengan acuerdos en un esquema de ganar-ganar, Trump piensa completamente lo contrario.
“Mucha gente dice que un buen negocio es cuando ambas partes ganan, pero eso es falso. En un negocio bueno, ganas tú y no la otra parte. Acabas con tu rival y te llevas la mejor parte. En las negociaciones que realmente me gustan, siempre voy por el triunfo total”, dice Trump en su libro.
Estas ideas cuadran con las actitudes de Donald Trump. Amenazar a México, presionarlo, debilitar la imagen del país e incluso crear desconcierto en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto pareciera no ser parte de una estrategia –porque Trump no cree en ellas- sino de su forma de ser.
A esto se enfrentará México y su Gobierno: a un magnate acostumbrado a aplastar a sus oponentes y a burlarse de ellos constantemente.
¡Desquítate! ¡Véngate!
Parecía una broma de mal gusto. Anunciar el mandato para la construcción del muro fronterizo mientras funcionarios mexicanos viajaban a Washington para preparar el terreno de la visita de Peña Nieto a Estados Unidos.
Tras la firma, Donald Trump habló sobre lo que acababa de firmar, pero no mencionó que México pagaría por la barda. Surgieron versiones de que no había tocado ese tema por petición de los funcionarios mexicanos.
Por la noche, el presidente Peña Nieto insistió en que México no pagaría por el muro y refrendó su amistad con la Unión Americana. Trump no tardó en contestar vía Twitter.
“Si México no está dispuesto a pagar por el tan necesario muro, entonces sería mejor cancelar la reunión que viene”, escribió en la red social.
Horas después, el presidente Peña Nieto anunció que cancelaba su visita a Washington, programada para el 31 de enero.
“Me encanta vengarme cuando alguien me hace daño. Sí, es cierto que probablemente las personas quieran aprovecharse de mí y algunas veces lo logren, pero lo cierto es que las persigo.
“Si estás en los negocios, necesitas vengarte de las personas que te han perjudicado, no solo para ajustar cuentas con esa persona, sino también para que los demás vean lo que les puede suceder si se meten contigo”, dice Trump en “El Secreto del Éxito”.
En su texto reflexiona sobre la incompetencia de los negociadores norteamericanos.
Por ejemplo, al criticar a Condolezza Rice –secretaria de Estado durante el segundo mandato de George W. Bush- Donald, Trump afirma que se trató de una funcionaria que solamente visitaba oficinas de dictadores donde se tomaba fotografías.
“Tenemos negociadores académicos y bien intencionados, pero demasiado ingenuos que no saben cómo actuar en situaciones realmente difíciles. Nunca se han enfrentado a negociaciones a muerte, donde hay que estar dispuestos a arrasar con adversarios crueles y despiadados”.
Su decálogo
1.-Tienes que ser duro como el hierro y estar dispuesto a golpear fuerte si quieres arrasar.
2.- Mucha gente dice que un buen negocio es cuando ambas partes ganan, pero eso es falso. En un negocio bueno ganas tú y no la otra parte. Acabas con tu rival y te llevas la mejor parte.
3.- Sé cuándo mi oponente es débil y cuándo debo arrasar con él.
4.- Tienes que amenazar y asustar a tu oponente para poder conseguir algo.
5.- Nunca muestro mis cartas; actúo como si no estuviera seguro de querer el negocio. Esto hace que mis oponentes se esfuercen más por hacerlo y me lo entregan prácticamente en las manos.
6.- Debemos negociar desde la fortaleza (…) ¿Qué país quisiera estar en la posición de Irán, sin saber cuándo lo va a atacar EU? Ellos están en una posición difícil y podríamos obtener una gran ventaja de eso.
7.- Es más importante ser respetado y temido por tus trabajadores que simpatizarles (…) para mantenerlos a raya.
8.- Me encanta vengarme cuando alguien me hace daño (…) Siempre hay que vengarse. Si estás en los negocios, necesitas vengarte de las personas que te han perjudicado. Tienes que perjudicarlos 15 veces más.
9.- Muchas personas creen que tengo mal genio, pero no es cierto. Soy duro y exigente, pero nunca pierdo el control. Claro que hay que ser duros, pero la rabia descontrolada no es fortaleza, sino debilidad.
10.- No hay nada más importante para mí que la emoción de ir contra la corriente y hacer algo que nunca antes se había hecho (…) Tienes que actuar basado en tus instintos e ir contra la corriente.
La negociación que viene
No solo es el muro, la migración o el impuesto fronterizo. La gran negociación que viene es la del TLCAN, el tratado comercial que desde hace 23 años mantienen Estados Unidos, Canadá y México y que Trump ha satanizado por considerar que quitó empleos a los ciudadanos norteamericanos.
En su libro, el magnate deja claro su visión del mundo: “es un lugar feroz y despiadado (…) te muestran la cara amable, pero realmente quieren acabar contigo”, insiste.
A partir de esa visión, para Trump no existe un juego solidario de ganar-ganar en ningún acuerdo. Su filosofía es escoger sus batallas, confiar en su instinto y buscar ser respetado y temido.
“Tienes que amenazar y asustar a tu oponente para poder conseguir algo. En todos los negocios exitosos que he realizado, he tenido que hacer que mi oponente se lamente por lo que perdería si no hace el negocio conmigo, y el placer de cerrar el negocio y darme lo que yo pido”, dice.
El gran cómplice de Trump es su instinto. El magnate piensa que no debe perderse mucho tiempo en la planeación o en prever las consecuencias de las decisiones, pues los problemas llegarán cuando éstas se hayan tomado y los escenarios son imprevisibles.
El propio empresario, hoy presidente de la nación más poderosa del mundo, se asume a sí mismo como un gran negociante que usa su instinto y una táctica dura contra sus competidores o sus oponentes.
Con este perfil, Donald Trump enfrenta todas las negociaciones que debe hacer en todos los ámbitos de su vida. Ir contra la corriente es su sello personal. No será, pues, una negociación fácil para el Gobierno mexicano.
¿Qué están haciendo allá?
Luis Videgaray insistió que la relación con EU sigue siendo fluida y estrecha.Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores de México, insistió en que México no pagará por ningún motivo el muro fronterizo y ese es un límite que el Gobierno federal no cruzará.
“Hay cosas que no son negociables. El hecho de que México pague por un muro no es negociable. Los ciudadanos no le exigen a su vecino que pague por el muro de su casa (…) Pretender que sea el pueblo de México quien pague por un muro, es pasar de una acción soberana a algo que es profundamente inaceptable que el país no puede aceptar por dignidad” dijo.
Es por eso que muchos se preguntan ¿qué se está negociando entonces? ¿qué sigue haciendo allá el canciller?
Vidagaray apeló al respeto y a la dignidad de los mexicanos.
“Hay temas que son inaceptables por dignidad, que no tienen que ver con las exportaciones o la economía, sino con el corazón y el orgullo de los mexicanos. Así como ofrecemos respeto, los mexicanos debemos respetarnos a nosotros mismos”, expuso el canciller.
En una conferencia de prensa desde Washington, el canciller mexicano señaló que si EU pretende que México pague el muro con un impuesto fronterizo, en realidad quienes acabarán pagándolo son los estadounidenses.
“Un impuesto a las importaciones de EU a productos mexicanos no es la manera de hacer que México pague por el muro, sino el consumidor norteamericano, que pagaría más caros los aguacates, los electrodomésticos, las televisiones, muchas cosas que compran las familias norteamericanas y que afectarían su economía”, dijo anoche Videgaray.
El funcionario dejó claro que la relación con EU es buena y seguirá adelante, aunque comentó que ayer mismo regresaban al país.
“Quiero ser muy claro: el diálogo no se ha interrumpido, el diálogo continúa (…) la relación sigue siendo fluida, estrecha y vamos a seguir trabajando”, aseveró.
Relató que se encontraban ya trabajando en una reunión para ver los detalles de la visita del presidente Peña Nieto programada para el martes, cuando fueron sorprendidos por el mensaje de Donald Trump en Twitter donde condicionaba la reunión.
“Al enterarnos, de inmediato pedimos que se suspendiera la reunión; de inmediato me comuniqué con el presidente de la República. Él ya conocía también por las redes sociales esta expresión, y el presidente me dio una instrucción de comunicar, de una manera cordial y respetuosa, comunicar a la Casa Blanca que ante esa circunstancia era inviable que ocurriera la reunión”, narró.
En respuesta al dicho de Trump, quien dijo que Estados Unidos no podría tener un acercamiento con México si no actuaba con respeto, el canciller mexicano dijo que el país siempre ha actuado con respeto y amistad hacia la Unión Americana.
El canciller hizo votos porque pronto se reanuden los encuentros de alto nivel entre los secretarios de ambos países para seguir con el acercamiento y fortalecimiento de las relaciones entre ambos países.
En la Embajada de México en Estados Unidos, delante de una pared donde en letras doradas se leía la frase “El respeto al derecho ajeno es la paz”, estuvieron presentes el canciller Luis Videgaray; el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo; el subsecretario para América del Norte, Carlos Sada; y Francisco Guzmán, jefe de la Oficina de la Presidencia.
Unidad y apoyo
El anuncio de la cancelación de la visita de Enrique Peña Nieto a Washington ha recibido un respaldo casi unánime entre los diversos sectores de la sociedad mexicana, desde la clase política, la iniciativa privada, así como de la sociedad civil.
El líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, uno de los principales opositores a la administración federal, ha sorprendido en los últimos días por el tono de su discurso, haciendo un llamado de apoyo al presidente Peña Nieto.
El pasado miércoles, antes de conocerse la cancelación de la reunión entre los presidentes de México y Estados Unidos, López Obrador dejó de lado las diferencias que tiene con Peña Nieto y pidió unidad.
“Yo creo que cuando se trata de un asunto así, todos debemos de apoyar, tenemos que hacer un frente de unidad, un frente para la unidad nacional en defensa de los migrantes, los trabajadores, los empresarios y de los intereses nacionales”.
El expresidente mexicano Vicente Fox Quesada aplaudió la decisión de Peña Nieto de no acudir al encuentro pactado con Trump, a través de su cuenta de Twitter.
“De ciudadano a presidente: ¡Bravo! México merece dignidad y respeto, no podemos dialogar donde no existe ninguno de los dos”, escribió.
Enrique Ochoa Reza, presidente del PRI respaldó la cancelación y expresó que el presidente cuenta con todo el apoyo, respaldo y unidad del PRI para definir la nueva relación con los Estados Unidos.
Por su parte, la dirigente del PRD, Alejandra Barrales llamó al ejecutivo a celebrar una Cumbre Nacional que involucre a todos los sectores y cerrar filas en torno a una sola estrategia.
El Presidente de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el panista Javier Bolaños también refrendó su apoyo a Peña Nieto e hizo un llamado a establecer un frente común.
“A los pueblos y naciones del mundo hacemos saber que el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, no está solo y refrendamos nuestra solidaridad y acompañamiento en estos momentos definitorios”.
El senador panista Javier Lozano hizo un llamado para cerrar filas en torno a Peña Nieto para encarar a Trump.
“Sin ambigüedades ni mezquindades cerremos filas con Enrique Peña Nieto y que sepa Donald Trump que nuestro país se llama Estamos Unidos Mexicanos”.
Mediante un comunicado, la Asociación Nacional de Alcaldes expresó también su respaldo al presidente Enrique Peña Nieto en su oposición a la construcción del muro fronterizo.
“Respaldaremos al presidente de México en lo que fortalezca a nuestro país. Los mexicanos debemos estar unidos, más allá de nuestras diferencias políticas o de cualquier tipo, ante medidas de Trump que a todos nos afectan. Es momento de unidad”, detalla el escrito.
Gobernadores como Aristóteles Sandoval, José Rosas Aispuro, Francisco Domínguez, Marco Mena, Héctor Astudillo, Alejandro Tello y Claudia Pavlovich también han pedido apoyo y unidad para respaldar al Presidente.
Senadores, diputados y actores de todos los partidos e ideologías, también se han sumado a las muestras de apoyo a la decisión presidencial y han pedido la unidad para hacer frente a los tiempos que vienen.
