Los argelinos son catalogados como los más afectados por el racismo que hay en Francia. Foto: Especial

Disturbios sin control en Francia tras el asesinato de joven migrante

Los conflictos sociales en Francia aumentan en medio de protestas en contra del gobierno. Los manifestantes, que salieron a las calles a raíz del asesinato del joven de 17 años argelino llamado Nahel a manos de un policía, exigen trato justo para los migrantes

Francia lleva siete días en medio de manifestaciones originadas por la muerte de un joven de origen argelino tras recibir un disparo en el pecho por parte de un miembro de la policía.

El fallecimiento de Nahel, de 17 años, en el suburbio de Nanterre, provocó las protestas en las que se exige un mayor control de los uniformados en sus tácticas de detención para los no nacidos en Francia.

El joven perdió la vida momentos después de recibir el disparo. Era perseguido por policías que le pedían detenerse por alta velocidad, pero al considerar que no lo haría, lo atacaron.

El uniformado que jaló el gatillo contra el argelino, de quien se sabe que tenía un expediente limpio y era repartidor de pizzas, fue detenido con cargos de homicidio mientras la investigación continúa.

Los argelinos son catalogados como los más afectados por el racismo que hay en Francia, por lo que se espera que la actual administración despliegue políticas que los favorezcan.

Ayer, mientras el presidente Emmanuel Macron se reunió con alcaldes de todo el país para intentar resolver la crisis social, la primera ministra, Élisabeth Borne, citó a representantes de los grupos políticos que integran el Parlamento y a varios ministros para afrontar el problema.

“Hemos podido debatir una serie de temas sobre las políticas urbanas, el papel de la escuela, sobre la patria potestad y la responsabilidad de los padres. Debemos tomar el tiempo de reflexionar sobre estos temas (…) Hoy se trata de la vuelta al orden”, dijo Borne.

Para la doctora Ana Luisa Trujillo, docente del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), las protestas son un síntoma del momento político y social que se vive en Francia.

De acuerdo con la especialista, con las manifestaciones, el desacuerdo con el aumento de la edad para la jubilación, el conflicto con los chalecos amarillos y la crisis económica derivada de la guerra en Ucrania y la pandemia, la muerte de Nahel fue “la gota que derramó el vaso”.

“Es un síntoma de malestar por la desigualdad que se ha generado en el país. Ahora se debe invertir en programas sociales y generar diálogo con la sociedad”, dice.

Al ser Francia un escenario de constantes manifestaciones, la doctora detalla que podría perjudicar al presidente, porque se ha visto obligado a desatender temas de interés internacional.

El desafío del control policial

Con la muerte del joven Nahel, el Gobierno de Francia tiene la tarea de reconfigurar el entrenamiento policiaco para que no vuelva a ocurrir un suceso parecido.

De lo contrario, el país europeo podría enfrentar una situación similar a la que vive Estados Unidos, donde los abusos de los policías hacia comunidades vulnerables como los afroamericanos, ha provocado múltiples muertes de personas detenidas de manera injustificada.

En el caso de Francia, la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle, declara que entre las medidas que se deben implementar para evitar más conflictos con la policía son normas claras.

“Se debe establecer hasta qué punto pueden actuar sin perjudicar a las personas. Esto se logra mediante capacitaciones. La policía no debe actuar con enojo o rencor porque entonces se puede generar un conflicto mayor”, detalla.

Para la docente, las fricciones entre las autoridades y los civiles de origen migrante, como lo fue Nahel, no deberían existir, considerando que gran parte de los uniformados tienen orígenes extranjeros.

Por su parte, Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, hizo un llamado a las autoridades francesas para que garanticen que el uso de la fuerza por parte de la policía se aplique siempre respetando los principios de igualdad, necesidad, proporcionalidad, no discriminación y precaución.

Asimismo, pidió que se investiguen todas las denuncias de uso desproporcionado de la fuerza en contra de personas que ejercen su derecho a protestar, pues las manifestaciones son otro escenario en los que puede haber enfrentamientos con los policías.

Al cierre de esta edición, el gobierno francés seguía movilizando a uniformados para tratar de controlar las protestas. La primera ministra, Élisabeth Born, anunció la salida de hasta 45 mil agentes.

Aunque las autoridades le impidieron a la policía el uso de la fuerza excesiva, a través de redes sociales, se han compartido imágenes de uniformados enfrentándose con manifestantes e incluso arrojándoles gas lacrimógeno para dispersarlos.

Migrantes, el reto francés

En Francia, la muerte del oriundo de Argelia el pasado 27 de junio a manos de la policía no sólo generó malestar por el actuar de los agentes, sino por el origen de la víctima.

En el país europeo, el racismo por migración está más que presente, por lo que el ataque a Nahel también se ha relacionado con un odio racial.

A través de un informe publicado en diciembre de 2021 por HAL Open Science, un portal francés de archivos científicos, se detalla que el racismo por migración en Francia se hizo mucho más evidente durante la pandemia por COVID-19.

Según se detalla, el 47.03 por ciento de los encuestados experimentaron racismo en el transporte público francés al ser evitados por otros usuarios para no compartir el mismo asiento, además de que la gente se cubría la boca al verlos.

El racismo por migración en Francia se hizo mucho más evidente a partir de la pandemia por COVID-19, la cual provocó una crisis económica y la llegada de personas de diversas nacionalidades en busca de mejores oportunidades. Foto: Especial
El racismo por migración en Francia se hizo mucho más evidente a partir de la pandemia por COVID-19, la cual provocó una crisis económica y la llegada de personas de diversas nacionalidades en busca de mejores oportunidades. Foto: Especial

Organizaciones como Amnistía Internacional también remarcan el nivel de racismo por migración que existe en el país, incluso a manos de agentes encargados de hacer cumplir la ley, pues se ha registrado que aplican criterios raciales en migrantes que solicitan asilo.

A pesar de ese panorama, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), informó que Francia recoge a unos tres mil refugiados cada año.

Para proteger del racismo a los migrantes ubicados en el país europeo, la maestra Norma Soto Castañeda, de la Universidad La Salle, resalta que, en primer lugar, el presidente Emmanuel Macron debe conciliar los intereses tanto de los extranjeros como de sus ciudadanos.

Asimismo, añade que el jefe de Estado debería hacer un comunicado nacional e internacional sobre cuál va a ser la política migratoria que va a seguir, a fin de que se especifiquen las condiciones para entrar a su país.

Por último, coincide en que Francia y los países que más reciben migrantes a nivel mundial, como Estados Unidos, Alemania, Italia o México, deberían unirse para generar políticas que garanticen el trato digno a los migrantes que accedan a sus territorios.

“No va a ser la última vez que veamos una situación como la que ocurre en Francia, por lo que se requieren de acciones fuertes y mediáticas (…) Las autoridades deben actuar ya y de manera directa”, remarca la maestra.

Oposición aprovecha el caos

La crisis social que se vive en Francia podría dañar políticamente al presidente Emmanuel Macron.

Aunque el mandatario se ha manifestado en favor de la paz social de su país y tras su reelección aseguró que haría todo lo posible por el bienestar de los franceses, se encuentra en un momento poco favorable para su imagen.

En entrevista, el doctor Tomás Milton Muñoz Bravo, profesor e investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, concuerda que sin duda hay un impacto sobre el actual gobierno francés por las constantes protestas.

“Claro que hay un efecto negativo en lo que es el liderazgo de Macron; sin embargo, esto no vislumbra que se generen elecciones anticipadas o que se realice un voto efectivo contra su cargo o gobierno”, dice.

Marine Le Pen, la mayor opositora del país y excandidata presidencial, asegura que su país está ‘cada vez peor’ y que son los franceses quienes están pagando el precio de la ‘cobardía’ del gobierno. Foto: Especial
Marine Le Pen, la mayor opositora del país y excandidata presidencial, asegura que su país está ‘cada vez peor’ y que son los franceses quienes están pagando el precio de la ‘cobardía’ del gobierno. Foto: Especial

Desde su perspectiva, la oposición francesa es la que mayor ventaja va a tomar de la situación en el país para beneficiarse electoralmente.

“Sobre todo los políticos de ultraderecha van a usar este tipo de elementos para socavar la figura de Macron y obtener la mayor cantidad de seguidores, particularmente porque ellos siempre se han manifestado por tener una mano más dura con los migrantes, por no permitirles su ingreso o permanencia al país.

“La derecha va a tomar esto como ventaja de cara a lo que serán las siguientes elecciones en la nación”, comenta el doctor Muñoz Bravo.

Marine Le Pen, por ejemplo, la mayor opositora del país y excandidata presidencial, se ha manifestado de manera constante vía redes sociales para que la administración federal atienda las necesidades del pueblo a través del diálogo con todos los representantes políticos de la nación.

Además, ante la Asamblea Nacional, ayer cuestionó a representantes de la administración federal, como a la primera ministra Élisabeth Borne, sobre qué habían hecho con Francia.

Le Pen agregó que su país está “cada vez peor” y que eran los franceses quienes estaban pagando el precio de la “cobardía” del gobierno.

“Es obvio que la muerte de un joven de 17 años no puede dejar indiferente a nadie. Pero me sorprende ver que el presidente no deja que la justicia haga su trabajo. Sus comentarios son excesivos e irresponsables”, dijo la opositora para el medio local BFM TV.

De acuerdo con Morning Consult, la aceptación de Macron está en riesgo, pues el pasado 27, de junio tenía apenas una aprobación del 26 por ciento.

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