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Diputados becados

A los diputados locales les llegó “su navidad” 3 meses antes. Este fin de año se repartirán ¬-adicional a sus dietas y prerrogativas ordinarias- una jugosa partida  de más de 100 millones de pesos.

¿De dónde saldrán estos recursos?... la respuesta es sencilla: del saldo que dejó el Fideicomiso denominado “Fondo de apoyo a la Educación y al Empleo de las y los jóvenes del Distrito Federal”.

Los anteriores asambleístas aprobaron un acuerdo para que el Fideicomiso quedara encapsulado dentro del capítulo 4000; cuando se regresen los más de 150 millones de pesos, quedarán dentro del rubro de prerrogativas
La actual Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal decidió realizar una auditoría a este fideicomiso, denunciar penalmente las irregularidades detectadas y por último cancelar el programa

A los diputados locales les llegó “su navidad” 3 meses antes. Este fin de año se repartirán ¬-adicional a sus dietas y prerrogativas ordinarias- una jugosa partida  de más de 100 millones de pesos.

¿De dónde saldrán estos recursos?… la respuesta es sencilla: del saldo que dejó el Fideicomiso denominado “Fondo de apoyo a la Educación y al Empleo de las y los jóvenes del Distrito Federal”.

Este proyecto fue creado en la V Legislatura por la ahora senadora Alejandra Barrales y consistía en becar los estudios de 24 mil 734 alumnos de nivel medio superior y de universidad públicas y privadas. 

Sin embargo, siempre operó en completa opacidad. Nunca se dio a conocer el padrón de beneficiarios,  tampoco los criterios para acceder al programa, y mucho menos los montos que recibía cada escuela privada.

Por eso la actual Comisión de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) decidió realizar una auditoría a este fideicomiso, denunciar penalmente las irregularidades detectadas y por último cancelarlo.

Y así fue. Ahora el órgano legislativo se encuentra en la fase de solicitar a la fiduciaria la devolución de los recursos que aún tiene en su poder, los cuales superan los 150 millones de pesos.

Desde finales del 2011, los anteriores asambleístas aprobaron un acuerdo para que el Fideicomiso quedara encapsulado dentro del capítulo 4000 que corresponde a prerrogativas.

Históricamente, este rubro es el más opaco, pues ahí se determinan los recursos públicos que se le asignan a cada diputado para sus diversas tareas y donde nadie tiene que comprobar en qué utiliza el dinero que le entregan.

Por esa razón, en cuanto les liberen dicha partida presupuestal, la bolsa quedará nuevamente dentro del rubro de prerrogativas, y así podrán utilizarse en el reparto cotidiano.

Fuentes consultadas por Reporte Indigo detallaron que el acuerdo para desaparecer el fideicomiso fue que el dinero se repartiría entre todas las bancadas de la ALDF y de forma equitativa.

La decisión final incluyó aspectos políticos: crear un nuevo programa de apoyo a los estudiantes que acrediten que sí están aprovechando la beca que se les dio en la pasada legislatura.

Las nuevas reglas de operación -que aprobaron los actuales diputados- señalan que el dinero se les entregará directamente a los jóvenes y estarán sujetos a revisiones periódicas. 

Por este concepto estiman que el gasto no rebasará los 30 millones de pesos al año; sin embargo, contemplarán 50 millones de pesos, dejando libre poco más de 100 millones de pesos para sus actividades extraordinarias.

Cuestionado desde su origen

Desde diciembre del 2010 la ALDF creó el programa de becas como plataforma política para la precandidatura de Alejandra Barrales a la jefatura de Gobierno del DF.

Fue así como se destinaron 150 millones de pesos para la apertura de este Fideicomiso. El programa no tuvo el aval de todos los legisladores contrarios a la ahora senadora, pues consideraron que era un plan electorero.

El siguiente año, la ALDF destinó 100 millones de pesos más al proyecto. En el 2012 también se destinaron 100 millones de pesos más, pero los ocuparon los anteriores diputados para su bono de marcha.

Al tomar protesta en el cargo, la VI Legislatura denunció estos hechos y propuso desparecer el proyecto, pero eso implicaría perder 100 millones de pesos para el 2013; cambiaron de opinión.

El último día del 2012 tomaron de sus prerrogativas los 100 millones de pesos. En ese entonces la mayoría en la ALDF estaba en manos de la corriente bejaranista, que propuso transformar el programa de becas en entrega de computadoras, tal y como lo prometió en campaña Dolores Padierna.

Pero la lucha de poder del grupo del jefe de Gobierno, Miguel Mancera, contra René Bejarano terminó por disminuir al segundo; perdieron el control de la Asamblea Legislativa y en consecuencia la viabilidad de este proyecto.

La batuta la tomó nuevamente Manuel Granados y en plena discusión de desaparecer el Fideicomiso, surgió la propuesta de reducir el número de beneficiarios Y repartirse los sobrantes.

Para tener una idea de a cuánto asciende el monto a repartir, la ALDF cuenta con un presupuesto de mil 471 millones 386 mil 210 pesos al año. Y mas de la mitad se va en reparto de prerrogativas, el resto es capítulo 1000.

Por acuerdo, cada diputado recibe mensualmente su dieta de 68 mil 893 pesos y más de 241 mil 134 pesos por concepto de prerrogativas  de “Grupo Parlamentario” y “Módulos de Atención, Orientación y Queja Ciudadana”. 

A eso hay que sumarle los apoyos extraordinarios del Día del Niño, de la Madre, del Padre, de Reyes… y toda una gama de acuerdos que les permite liberar cheques que oscilan entre los 20 y 400 mil pesos en una sola exhibición.

Aun así, el trato no es parejo, algunos diputados ni siquiera tienen claro el número y monto de prerrogativas a las que tienen derecho.

El nuevo proyecto

Tras el bombardeo mediático que ha sufrido el fideicomiso -que ya desapareció- la Comisión de Gobierno de la ALDF denunció penalmente a los responsables de administrar estos recursos.

Oficialmente se dijo que el motivo es por entregar 11 millones de pesos a las escuelas particulares sin el aval de los actuales legisladores, y falsificar firmas para ello.

Pero en la práctica se trató de la pérdida de recursos que los diputados pretendían repartirse en vez de dárselos a las escuelas que han operado en completa opacidad gracias a Alejandra Barrales.

Como sí recibieron el dinero, de manos del personal afín a la senadora, las escuelas particulares decidieron detener las denuncias que habían anunciado contra la ALDF por romper el contrato.

Por eso la investigación sobre el manejo de los recursos públicos seguirá y si se encuentran elementos de peso, se hará valer en los tribunales y contra quien resulte responsable.

También resulta incongruente que la VI Legislatura siga impulsando becas cuando los mismos diputados reconocieron que no tenían facultades  para ello y que el dinero debería enviarse a la Secretaría de Educación, lo cual no ha pasado.

Mientras tanto, la senadora Alejandra Barrales ya convenció a sus homólogos del Senado de revivir el Fideicomiso en el Senado de la República, a pesar de que salieron a la luz diversas irregularidades en su primera edición.

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