Desconfianza u oportunismo

Escudándose en el escepticismo hacia la SHCP o la de Desarrollo Social, PAN, PRD y Morena no han oficializado la devolución del financiamiento público del último trimestre del 2017
Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Durante los días posteriores al sismo, los líderes de los partidos políticos han venido anunciando que renunciarían a sus prerrogativas para que el recurso fuera destinado a la reconstrucción.

Sin embargo, el discurso aún no se traduce en acciones concretas, ya que hasta la fecha solo uno de los principales partidos, el PRI, ha notificado de forma oficial al INE sobre la renuncia al financiamiento.

En los próximos días, el PAN, el PRD y Morena recibirán los recursos otorgados por el INE para sus actividades del mes de octubre, y aunque argumentan que no confían en el mecanismo de devolución y que buscarán vías alternativas para hacer llegar el recurso a donde se necesite, el oportunismo político vuelve a imponerse.

Escudándose en la desconfianza hacia la Secretaría de Hacienda o la de Desarrollo Social, y en general hacia el Gobierno federal, los partidos opositores han optado por no seguir el cauce institucional.

El PRI por su parte, a través de su presidente Enrique Ochoa Reza, lanza mensajes a los líderes de los demás partidos para que sigan el mismo camino y oficialicen la devolución del recurso y aprovecha para señalarlos por su inmovilidad.

Presionados por la exigencia de la sociedad civil, los partidos políticos aceptaron -al menos en el discurso- renunciar al financiamiento público del último trimestre de 2017, pero existe poca claridad de la forma en que esta ayuda será canalizada y, sobre todo, la sospecha sobre su posible uso electoral.

Dado el momento que se está viviendo, no solo tras la tragedia de los sismos del 7 y 19 de septiembre, sino en un clima general de hartazgo hacia la clase política, el que los partidos se valgan de las circunstancias para sacar raja política podría costarles muy caro.

Desde un primer momento, el INE había advertido que los recursos otorgados no podían ser utilizados para otro fin que no sea el electoral, y si los partidos deciden distribuir el recurso de forma directa podrían incurrir en un delito electoral.

El tema ya ha trascendido la emergencia, y ha sido también utilizado por los distintos liderazgos de los partidos como arma política para atacar a sus adversarios, dejando de lado que las promesas no se han materializado en realidad hasta el momento.

Y es que en el afán de colgarse la medalla, de buscar protagonismo, siguen también saliendo a relucir las diferencias entre los institutos políticos, que por momentos parecen olvidar la coyuntura y siguen enfrascados en las disputas políticas.

Da la impresión de que cada uno de los partidos ha decidido apostar por seguir la ruta que, a su juicio, mejor convenga a sus propios intereses, pasando por alto que en esta ocasión la ciudadanía no parece dispuesta a voltear hacia otro lado.

Las dirigencias nacionales del PAN y el PRD manifestaron su temor a que los recursos sean desviados o mal utilizados

Cada quien por su lado

Una semana después del sismo del pasado 7 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena fue el primero en anunciar que el partido destinaría el 20 por ciento de su gasto de campaña para los damnificados en Chiapas y Oaxaca.

Tras el sismo del martes 19 de septiembre, el tabasqueño anunció la creación de un Fideicomiso con un monto inicial de 103 millones de pesos a través del cual Morena comenzaría a distribuir el reparto de ayuda a los damnificados, aunque no se ha aclarado cuál será el mecanismo ni se ha especificado si será en efectivo o en especie.

En un video difundido por López Obrador señaló que para garantizar la transparencia, el fideicomiso sería administrado por Elena Poniatowska, el padre Alejandro Solalinde y Jesusa Rodríguez, entre otros, y mencionó que el apoyo llegará a través del fideicomiso porque muchas veces la ayuda no llega a los que la necesitan.

El PRI junto con su aliado el Partido Verde, son hasta el momento los únicos partidos que han decidido seguir la vía legal aceptada por el INE para destinar sus recursos a los damnificados, formalizando la devolución del dinero al Instituto para que este a su vez lo regrese a la Secretaría de Hacienda.

El tricolor renunció a 258 millones de pesos que corresponden a la totalidad del financiamiento público al que tienen derecho en lo que resta del año.

El Partido Verde renunció al 25 por ciento de sus recursos para el último trimestre, un total de 21 millones de pesos.

Acción Nacional por su parte abrió una cuenta concentradora a la que ya le ha depositado 50 millones de pesos y se espera que se puedan reunir 200 millones para el apoyo a los damnificados.

El dirigente nacional Ricardo Anaya apuntó que los recursos serán canalizados al Fondo de Reconstrucción Nacional, que será supervisado por un comité ciudadano y reiteró que no le entregarán el recurso al gobierno priista por el temor a que sea desviado o mal utilizado.

Por su parte, la dirigencia del PRD, que recibirá en lo que resta del año 113 millones de pesos también destinará esos recursos para el Fondo de Reconstrucción Nacional -propuesta de los partidos del Frente Ciudadano-.

AMLO dijo que el fideicomiso creado por Morena sería administrado con transparencia
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