‘Descarrilan’ metro de buses, harán Línea Tres con vagones

El polémico proyecto de la Línea 3 del Metro, el denominado Bertro, sufrió un descarrilamiento que lo deja fuera del programa de obras de infraestructura que impulsará la actual administración estatal.

El plan de construir un viaducto elevado del centro de Monterrey al municipio de Apodaca para que circularan autobuses ha sido suspendido por las autoridades de Metrorrey, que habían trabajado en este proyecto en los últimos dos años.

César Cepeda César Cepeda Publicado el
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El polémico proyecto de la Línea 3 del Metro, el denominado Bertro, sufrió un descarrilamiento que lo deja fuera del programa de obras de infraestructura que impulsará la actual administración estatal.

El plan de construir un viaducto elevado del centro de Monterrey al municipio de Apodaca para que circularan autobuses ha sido suspendido por las autoridades de Metrorrey, que habían trabajado en este proyecto en los últimos dos años.

El Gobierno del Estado ahora busca concretar la Línea Tres de Metro con un sistema LRT (Ligth Rail Transit), un tren ligero como el que existe actualmente en la Línea 1 y 2 del Metro regiomontano.

El sistema híbrido Bertro, que diseñó y planeó Metrorrey bajo la dirección de Mario Guerrero, fue desechado por la administración estatal del gobernador Rodrigo Medina.

Esto pese a que el proyecto ya había conseguido el registro de la Unidad de Inversiones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, un trámite riguroso e indispensable para conseguir recursos tanto del Presupuesto de Egresos de la Federación como de otros fondos federales.

En estos momentos el proyecto estaba siendo analizado por el Fondo Nacional de Infraestructura, Fonadin, para que se concretara el financiamiento público y privado contemplado para esta obra que se  estima en 4 mil 772 millones de pesos.

El proyecto se encontraba en la fase final de autorización para conseguir del Fonadin un poco más de mil millones de pesos de recursos a fondo perdido.

Este dinero ya estaba autorizado según el documento del Tercer Informe de Gobierno que presentó Rodrigo Medina el pasado 10 de octubre.

“En congruencia con la vertiente principal de la política de movilidad sustentable, favoreciendo el transporte público sobre el auto particular, se cuenta ya con el registro ante la SHCP y una aportación de mil 61 millones de pesos a fondo perdido por el Fondo Nacional de Infraestructura de BANOBRAS para el desarrollo del proyecto Metro Línea Tres”.

Este mismo Fondo autorizó en el 2011 una partida de 800 millones de pesos para el proyecto de  transporte Ecovía, trazado en la avenida Lincoln y Ruiz Cortines, que consiste en la habilitación de un corredor para autobuses en carriles exclusivos a lo largo de 30 kilómetros.

El Fonadin es operado por el gobierno federal a través de Banobras.

Las autoridades estatales incluso habían reformado la Ley de Transporte para la Movilidad Sustentable del Estado de Nuevo León con la intención de permitir la participación de empresas privadas en los proyectos de inversión en infraestructura especializada para la movilidad colectiva.

La Línea Tres generó polémica desde que se anunció porque no era propiamente un sistema Metro convencional.

Un sistema de transporte similar, el Expresso Tiradentes, funciona en la ciudad brasileña de Sao Paulo.

El trazo por donde se construiría la Línea Tres del Metro bajo la modalidad del Bertro estaba completamente definido por los estudios de movilidad que realizó el despacho FOA Consultores, dirigido por Felipe Ochoa.

La obra contemplaba la construcción de un viaducto elevado de 12 kilómetros sobre las avenidas Félix U. Gómez, Los Ángeles y Rómulo Garza, además de dos corredores para transporte por las avenidas López Mateos y Miguel Alemán.

El viaducto de la Línea Tres del Metro, según este documento que fue dado a conocer por Reporte Indigo el 20 de julio de este año, estaba planeado para comenzar en los Condominios Constitución, a la altura del Paseo Santa Lucía, y concluir en el centro de Apodaca con un servicio de autobuses alimentadores que circularían por la avenida Miguel Alemán.

El plan era iniciar un servicio operado por autobuses articulados y después migrar –en un lapso de entre 8 y 10 años- a un sistema  Metro como los que existen en la Línea 1 y 2.

Estas obras de migración implicaban una inversión adicional de 4 mil millones de pesos en la adquisición de trenes, instalación de vías, equipamiento de estaciones, instalación de sistemas de comunicación.

Estas obras implicaban la suspensión del servicio y que fuera sustituido por autobuses a nivel de piso.

El estudio era concluyente: “El proyecto de Bertro es viable desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto, ya que supera la tasa del 12 por ciento anual señalada por las autoridades hacendarias federales, al igual que la relación beneficio-costo supera la unidad”.

Incluso el estudio proponía que la tarifa  que tenían que pagar los usuarios por utilizar el Bertro fuera de 7 pesos con 50 centavos,  que superaba los 4 pesos con 50 centavos que cobra Metrorrey en las líneas 1 y 2 del Metro.

Sin embargo el proyecto se descarrilló y hoy están en riesgo los mil millones de pesos que el Fondo Nacional de Infraestructura autorizó al proyecto del Bertro, el servicio operado por autobuses en un viaducto elevado.

El pasado 10 de octubre, el gobernador Rodrigo Medina anunció que el próximo año contempla iniciar la Línea Tres del Metro, pero a través de un sistema convencional LRT con trenes ligeros y que en los próximos meses definiría el trazo de la infraestructura.

El Ejecutivo estatal presentó el proyecto de la Línea Tres del Metro como una obra del presidente electo, Enrique Peña Nieto, que asumirá el cargo el próximo 1 de diciembre.
La palabra Bertro, jamás volvió a ser pronunciada.

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