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Descarrila la Línea 12

En los últimos meses, Enrique Horcasitas, director general del Proyecto Metro, que se encargó de la construcción de la Línea 12, se ha convertido en el blanco más visible que dejó Marcelo Ebrard Casaubón para recibir cobros, críticas e irregularidades por su la megaobra.

Debido a esta situación de crisis, el funcionario que representa una de las herencias de Ebrard al gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, podría dejar su cargo el próximo mes, según aseguran fuentes de su equipo más cercano.

Ante el cúmulo de deudas y de reclamaciones, Horcasitas aplica la misma fórmula de siempre: remitir las solicitudes de pago a otra ventanilla del GDF

En los últimos meses, Enrique Horcasitas, director general del Proyecto Metro, que se encargó de la construcción de la Línea 12, se ha convertido en el blanco más visible que dejó Marcelo Ebrard Casaubón para recibir cobros, críticas e irregularidades por su la megaobra.

Debido a esta situación de crisis, el funcionario que representa una de las herencias de Ebrard al gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa, podría dejar su cargo el próximo mes, según aseguran fuentes de su equipo más cercano.

Es simple: el funcionario capitalino no encuentra una salida para el cúmulo de cobros de deudas notificadas de manera formal en su oficina de avenida Universidad, en la delegación Benito Juárez, Distrito Federal.

Ante las exigencias de pago, Horcasitas opta por “canalizar” los cobros a otras autoridades que considera son las pertinentes para hacer frente a las deudas.

A cinco años de comenzar la construcción de la llamada Línea Dorada, que va de Tláhuac a Mixcoac, el Proyecto Metro que encabeza Horcasitas maneja cifras poco claras en lo referente al pago por la expropiación de predios.

Por eso, los ejidatarios afectados por la expropiación de sus terrenos, por absurdo que parezca, no encuentran a quien cobrarle sus ejidos.

Horcasitas, mientras tanto aplica la misma fórmula de siempre: remitir las solicitudes de pago a otra ventanilla del GDF.

Como ejemplo, lo que ocurrió con el último reclamo de pago presentado por los ejidatarios de San Francisco Tlatenco, en la delegación Tláhuac, que enviaron a la oficina de Enrique Horcasitas un documento pormenorizado por la falta de pago de sus parcelas, así como los daños ocasionados a algunos inmuebles de la zona por donde pasó la maquinaria que excavó el tramo que hoy recorre el gusano naranja.

Sin más explicaciones, Horcasitas se limitó a responder: “Respecto al pago de parcela, no es competencia de este órgano desconcentrado del Proyecto Metro del Distrito Federal, sino del Sistema de Transporte Colectivo, como lo señalan en su escrito”.

En tres líneas, el funcionario desvió las responsabilidades hacia Joel Ortega Cuevas, actual director del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

Luego, en contestación a ese escrito presentando por los ejidatarios de San Francisco Tlaltenco, Tláhuac, el director del Proyecto Metro se limitó a explicarles que apenas se está solicitando al Consorcio Línea 12 se lleve a cabo la inspección a los inmuebles con la finalidad de que se determine la causa de los daños.

“Y si éstos fueron causados por la construcción de la Línea 12 del Metro, acordará con ellos las acciones correctivas que procedan, haciéndose cargo de las erogaciones necesarias, lo anterior de acuerdo a la responsabilidad adquirida en su contrato”, puntualizó por escrito el todavía servidor público.

Es decir, cinco años después, las autoridades del Proyecto Metro, ¿no tienen claro cuántos inmuebles resultaron afectados?

Estrategia dilatoria

Los ejidatarios que reclaman el pago denuncian que se trata de una estrategia para dilatar el pago de parcelas y los daños ocasionados a las viviendas.

El escrito va dirigido a Jorge Javier Prian Salazar, que representa a los ejidatarios de San Francisco Tlatengo, Tláhuac y que reclaman el pago de las tierras ejidales que hoy ocupan las instalaciones del transporte Metro.

Además del pago de las 96 parcelas que conforman dicho ejido, los habitantes de esa zona hacen hincapié en tres inmuebles que resultaron dañados en el poblado de Zapotitla por el paso de la maquinaria pesada.

Los inmuebles son: el de Raymundo Jiménez González, ubicado en la calle de Cástulo García, manzana veinte, en la colonia La Conchita; el de María de Jesús Cruz Infante de la calle Ignacio Altamirano número 7, colonia Miguel Hidalgo y el de Antonio Gabino Jiménez González que está en avenida Tláhuac, número 135, La Conchita, todos en la delegación Tláhuac.

Durante el proceso de levantamiento de datos de los inmuebles afectados por el paso de la maquinaria, se registró una peculiar situación entre los vecinos y las autoridades, ya que según éstas últimas, algunos intentaron aprovecharse de la situación para cobrar daños en sus viviendas que se habían producido tiempo atrás de las excavaciones por el Metro.

Así las cosas, autoridades y vecinos se liaron en un pleito que parecía no tener fin pues ambas partes alegaban tener la razón.

Obras inconclusas

Por si las deudas fueran pocas, Enrique Horcasitas, se enfrenta también los reclamos de vecinos aledaños al paso de la Línea Dorada, como los de la colonia Insugentes Mixcoac, en la delegación Benito Juárez, que denuncian que la constructora ICA dejó cientos de “detalles” inconclusos como cableados, reparación de banquetas y reposición de los árboles que fueron podados para permitir el paso del tren.

A siete meses de que Marcelo Ebrard inaugurase en compañía del actual jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, y el empresario Carlos Slim, la Línea 12, en las inmediaciones de la estación Mixcoac, aún se realizan trabajos para colocar el cableado y postes de luz.

En esta historia de claroscuros, Enrique Horcasitas, se mantiene como el blanco más visible de las críticas y sobrecostos de la mega obra de Ebrard. 

El director del Proyecto Metro ha tenido que sobrellevar las constantes arremetidas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) donde los diputados de la oposición, encabezados por Federico Dóring, se han dado vuelo al exigir, sin éxito, cuentas claras de lo que se gastó en la Línea Dorada.

Después de que salió a relucir el sobrecosto de la Línea 12, alguien tenía que dar la cara para intentar dar, sin éxito, las explicaciones. Por eso es que en este momento se rumorea si llegó la hora de decir adiós a Enrique Horcasitas. 

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