En caso de catástrofes naturales o situaciones económicas difíciles algunos productores pueden abandonar sus labores y dejaría de haber alimentos

Cuidar nuestros alimentos ante crisis climática

En caso de catástrofes naturales o por situaciones económicas difíciles algunos productores pueden abandonar sus labores y ello también incide en que deje de haber ciertos alimentos

Las personas tenemos que pensar en cuánto tiempo más podremos conseguir los alimentos que hoy nos llevamos a la boca, plantea el doctor Alberto Bricio, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima.

“Hay muchas cosas que atender sobre la alimentación, ya que la pandemia nos hizo comprender la importancia que tiene no sólo para convivir, sino para mantenernos sanos.

“Por la situación de los alimentos que guardamos en casa tenemos que ocuparnos también de pensar si éstos estarán por muchos años más ahí, ¿la forma en que se producen será suficiente?, ¿los que producen estos alimentos están en las condiciones adecuadas para que lo sigan haciendo?”, plantea el especialista.

Recuerda que en caso de catástrofes naturales o por situaciones económicas difíciles algunos productores pueden abandonar sus labores y ello también incide en que deje de haber ciertos alimentos.

Además, el experto advierte que cada vez se incrementa más la población y ello conlleva a que sean más importantes las políticas alimentarias.

Alberto Bricio asegura que los consumidores finales tienen que hacer un esfuerzo para conseguir comida fresca y comprarle a los productores, en vez de elegir consumir todo directamente de un supermercado.

“Hay veces que estamos en un supermercado, por ejemplo, y decidimos comprar nuestros alimentos ahí porque es más rápido y tal vez omitimos que hay un tianguis cerca o un mercado local y que si hacemos un esfuerzo un poco mayor podríamos obtener alimentos que nutricionalmente son más saludables además de apoyar a la economía local”, explica el especialista.

Ejemplifica que en el país hay suficiente alimento saludable para satisfacer la necesidad de la población, el problema es que no funciona la política de distribución adecuadamente, de tal manera que existe mucho desperdicio.

“Se dice que hay subalimentación cuando el país no tiene al menos dos mil 100 calorías para alimentar a sus habitantes. Nosotros en México tenemos una producción más o menos de tres mil 100 calorías para cada habitante por día, entonces tenemos mucho alimento producido”, explica.

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