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La magistrada presidenta, Graciela Buchanan, niega un favoritismo en el proceso de licitación con el que se eligió a la constructora encargada del Palacio de Justicia de Montemorelos.
Empresa a la cual le rescindió el contrato por incumplimiento.
“Aquí es una licitación pública y no es que tuviéramos que haber elegido entre dos o tres que están bajo las mismas condiciones igualitarias, sólo esta constructora fue la única que quedó”, manifiesta la titular del Tribunal Superior de Justicia.
Reporte Indigo publicó este miércoles que el Consejo de la Judicatura, que también preside Buchanan, rescindió el contrato con Construcciones Dynamo S.A. de C.V. y la multó por incumplir con el plazo de ejecución de la obra.
El órgano judicial encabezado por la magistrada acordó una fianza de 2 millones 419 mil pesos, cantidad equivalente al 10 porciento del monto total del contrato, que ascendía a 24 millones 198 mil pesos.
También determinó finiquitar a la compañía incumplida por 7 millones 259 mil pesos y, un mes después, adjudicó directamente el resto de los trabajos a Edifica Arle S.A. de C.V., propuesta por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
La magistrada dice que el retraso en la construcción de las sedes del Poder Judicial en la zona citrícola acarrearán costos adicionales, pero que serán compensado porque la nueva contratista dio una propuesta económica inferior a su antecesora.
“Nos vamos a ver compensados en los sobrecostos, porque inclusive en este último concurso que se hizo para asignarlo, quedó todavía el constructor que lo va a hacer tres millones todavía debajo de lo que había cotizado este último constructor”.
La nueva proveedora firmó un contrato por 15 millones de pesos, que se suma a la liquidación de Construcciones Dynamo S.A. de C.V. y a otro monto pendiente de pago a favor de la incumplida que la magistrada no pudo precisar.
“Falta recuperar la parte de la fianza, pero lo que sí es que nos va a salir tres millones menos, más lo que tengamos que ponerle, que va a ser un millón, entonces vamos a tener un superávit de dos millones”.
Los recursos para la obra provienen de una partida del Programa Estatal de Inversión de 43 millones de pesos.
Esa cantidad está destinada no sólo para la construcción, sino también para el equipo.
Buchanan comenta que al momento de la rescisión del contrato, la empresa finiquitada había avanzado en un 77 porciento en la ejecución de los trabajos, cuando debía haber llegado a un 95 por ciento.
