Antiguos y nuevos grupos de autodefensas resurgen ante inseguridad

Autodefensas de regreso a las armas

Los elevados niveles de violencia en México y la falta de una respuesta clara ante esta problemática por parte del Estado ha provocado que se conformen grupos de civiles armados para velar por su seguridad y la de sus comunidades, situación que no es exclusiva de la actual administración, pero que tampoco ha podido resolver

La desesperación de la ciudadanía ante la inseguridad en el país ya comienza a hacer eco en la 4T. En Michoacán, Puebla y Guerrero, antiguos y nuevos grupos de autodefensas y policías comunitarios han comenzado a resurgir, pues los pobladores acusan que están completamente desprotegidos ante el crimen organizado.

En el estado gobernado por Silvano Aureoles, esta realidad se mostró en todo su esplendor el pasado 15 de julio, cuando el creador de las autodefensas en la entidad, Hipólito Mora, informó al gobierno a través de su cuenta de Facebook que él retomaría las armas para defenderse del crimen organizado ante la falta de respuesta de las autoridades.

“Buenas noches a todos los Mexicanos. Quiero explicarles e informarles que el 24 de febrero de 2013 convoqué a mi pueblo para defendernos del crimen organizado y de gran parte de las autoridades que estaban y siguen estando coludidas con la delincuencia […]

“Yo en la lucha perdí grandes y buenos amigos y también a uno de mis hijos. Esperé cierto tiempo a que el gobierno hiciera su trabajo pero ya vi que no le interesa el bienestar de la sociedad, solo se preocupan por estar en campaña y ocupar un cargo público y engañar a los Mexicanos, por eso he tomado la decisión de proteger mi vida y de quien yo pueda hacerlo y le informo al Gobierno Federal y estatal que desde hoy traeré conmigo un rifle y una pistola y cualquier autoridad que trate de detenerme o desarmarme me va a tener que asesinar porque vivo ni a la cárcel me llevarán ni me desarmarán.

“Cuando el gobierno nos dé la seguridad, porque ese es su trabajo y para eso se les paga, entonces con gusto dejaré las armas. Lo hago porque en el tema de seguridad estamos peor que nunca”, explicó.

Un día antes, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estuvo en la entidad hablando precisamente sobre el problema de violencia por el que atraviesa, e incluso reconoció que esta situación, “hasta ahora no se ha podido resolver”.

El aviso de Hipólito Mora inmediatamente prendió las alarmas y encontró respuesta por parte del gobernador, Silvano Aureoles, y del subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta.

El perredista en un principio dijo que Hipólito Mora sólo estaba buscando protagonismo, sin embargo, ya en conferencia de prensa, advirtió que no permitirá la presencia de grupos armados al margen de la ley asumiendo tareas que no les corresponden, e indicó que todo civil armado será detenido, ya que sólo las fuerzas de seguridad pueden portar armas

Cinco días después, Ricardo Peralta, día a conocer que el Gobierno federal llegó a un acuerdo con los civiles que permanecían armados en Michoacán, lo que llevó a 25 mil integrantes de las autodefensas a dejar a un lado el armamento a cambio de incorporarlos a un programa de generación de 100 mil empleos.

Sin embargo, en entrevista para Reporte Indigo, Hipólito Mora aseguró que el desarme fue falso y que las negociaciones no tienen ningún aval.

“Yo soy el que creó las autodefensas en Michoacán, nadie más, si alguien dice lo contrario sería una mentira igual que lo que dijeron de que 25 mil personas entregaron las armas. Eso no es cierto porque nunca hubo 25 mil autodefensas, a lo mucho habrían 7 mil; eso que dijo Mireles es falso”.

Por su parte, Silvano Aureoles también desmintió que 25 mil individuos hubieran dejado las armas, además dijo que incluso existen órdenes de aprehensión contra los líderes de estos grupos, y señaló que su gobierno actuará en contra de ellos.

Ante estos pronunciamientos, Hipólito Mora cuestionó qué debe hacer entonces la ciudadanía cuando el gobierno no cumple con sus responsabilidades, y explicó que él lo que menos quiere es andar armado, pero que si es lo que tiene que hacer para defenderse lo hará.

Yo pienso que lo último a lo que debemos recurrir es a las armas, estoy muy consciente, tengo los pies sobre la tierra. Pero si el gobierno no cumple y veo que está en riesgo mi vida y la de las personas cercanas a mí, y que las autoridades están coludidas con el crimen organizado, pues yo me tengo que defender. Yo no voy a hacer caso al gobierno que dice que todo está bien, al rato me matan y no pasa nada
Hipólito Mora Fundador de las autodefensas de Michoacán

“Yo sé a lo que me expongo al haber lanzado ese comunicado; las autoridades lo van a ver como un reto. Me expongo a que en donde me pare me quieran agarrar y desarmar y que me tengan que matar.

“Pero yo soy de palabra y no me rajo de lo que hablo, sostengo lo que dije, al fin el gobierno a cuántos luchadores sociales no ha matado. Que me asesinen a mí, no hay ningún problema. Va a ser un honor que me asesinen defendiendo a mi pueblo”.

Hipólito Mora, fundador de las autodefensas en Michoacán, asegura que el desarme anunciado por el subsecretario de gobernación, Ricardo Peralta, es falso

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Protección a medias

Las autodefensas y las policías comunitarias nacieron a raíz de los elevados niveles de inseguridad y de violencia por los que atraviesa México y ante la incapacidad del Estado para atender estos problemas.

Sin embargo, a pesar de que se puede llegar a pensar que estos grupos pudieran ayudar a garantizar la seguridad de sus comunidades o municipios, la realidad es que nunca podrán garantizar el acceso a la justicia.

“Estos grupos armados surgen para tratar de subsanar lo que no hacen las autoridades, pero se pierde de vista que realmente mediante ese modo no se pude llegar a tener acceso a la justicia en términos institucionales”, explica Doria Vélez, directora de investigación del Observatorio Nacional Ciudadano.

Además, la especialista en seguridad dice que existe una línea muy delgada entre que efectivamente cumplan exclusivamente con esa labor de proteger sus comunidades y que puedan comenzar a cometer ilícitos o abusos, muchas veces, incluso contra la misma población a la que aseguran defender.

Lo que está claro es que el hecho de que ciudadanos estén pensando en armarse, sin importar la región en la que se encuentren, es una mala señal de las políticas públicas de seguridad que se han implementado tanto a nivel estatal como federal, pues evidencia que han sido de corte muy general y no están atendiendo las micro realidades.

Por un lado hay grupos que están volviendo a operar, hay otros que han ido surgiendo y me parece que es una señal muy clara de que la seguridad en el país no va bien y que lamentablemente las políticas públicas que se han tratado de implementar no están dando resultados porque no están basadas en la evidencia, en lo que realmente está sucediendo. Para que una política funcione debe poder atender las problemáticas locales
Doria Vélez Directora de Investigación del ONC

En relación al surgimiento de nuevos grupos armados en el país, se ha señalado en medios y a través de redes sociales que en Puebla está operando un grupo de ciudadanos armados denominado Autodefensas de las Juntas Auxiliares de Teziutlán.

En su página de Facebook indican que cuentan con 216 miembros y aseguran estar al servicio del pueblo Teziuteco para combatir la delincuencia.

“Representantes ADJAU ( Autodefensas De la Juntas auxiliares) de Teziutlán estamos al servicio del pueblo Teziuteco para combatir la delincuencia, libre de todo contacto con los gobiernos, por medio de esta página estaremos recibiendo denuncias y evidencia de parte de los ciudadanos, así mismo tenemos ya algunos datos pendientes que iremos publicando, fotos videos y denuncias con respecto a grupos y células que están operando en Teziutlán principalmente que se vinieron a meter a nuestras comunidades y no vamos a permitir esto.

“Gracias al apoyo y discreción de nuestra gente y a la asesoría del señor Raúl Coxca Martínez, líder del sector 4 de las autodefensas de Michoacán, quien nos ha ayudado a organizarnos para lograr esta noble causa, estamos vigilando, estamos armados y organizados, agradecemos al lider del grupo “El jefe” por su labor como nuestro representante. Zapata Vive! La lucha sigue!”, se lee en su página de Facebook.

El hecho de que ciudadanos mexicanos estén pensando en armarse, es una mala señal de las políticas públicas de seguridad que se han implementado

Por su parte, el presidente municipal de Teziutlán, Carlos Peredo, aseguró que es falso que el grupo armado exista.

“Ya se hizo la investigación, esta información es falsa, hay rondines del personal de seguridad pública y se hizo un recorrido extenso en Coyopol y decirles que es completamente falsa. Desde luego de algún personaje político que quiere hacerle daño a nuestro gobierno o a nuestra ciudad”.

Los distintos grupos armados que han surgido al margen de la ley para proteger del crimen organizado sus comunidades, aunque brindan seguridad a la gente, son incapaces de garantizar un acceso a la justicia real para los agraviados

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Trabajo conjunto, autoridades y autodefensas

En Guerrero, uno de los estados del país más afectados por la violencia y la inseguridad, se encuentra activo uno de los grupos de policías comunitarios más grandes del país conocido como la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero.

La UPOEG, por sus siglas, nació en el 2011 promoviendo una visión de desarrollo integral regional, e incluyó como parte de su programa de acción el tema de seguridad y justicia, en un momento en el grupos de la delincuencia organizada comenzaban a operar de manera más recurrente en distintos municipios de la región.

Grupos de policías comunitarios como la UPOEG han dicho que su intención no es enfrentarse al Estado, sino coadyuvar con éste para acabar con los problemas en materia de seguridad que ha sido incapaz de resolver

Actualmente, estos policías comunitarios, encabezados por Bruno Plácido Valerio, se han visto envueltos en mucha polémica, pues incluso se les ha acusado de estar coludidos con algunas organizaciones delincuenciales y de retar a las autoridades estatales de seguridad, pues cuentan con la fuerza y las armas para hacerlo.

Hasta el 2017, la UPOEG tenía más de cinco mil 500 policías ciudadanos armados distribuidos en 17 municipios del estado de Guerrero.

Sin embargo, su líder, en entrevista para Reporte Indigo, aseguró que su única intención es fortalecer a las comunidades, y que mientras eso no se haga, ellos no dejarán las armas, pues se encuentran “arrodillados ante la delincuencia organizada”.

“El proyecto de las policías comunitarias no es otra cosa que el de fortalecer la comunidad, no es un concepto de policía. Es un concepto de fortalecimiento comunitario. Y mientras no se resuelva de forma integral la problemática, no se pueden deponer las armas”.

Plácido Valerio asegura que lo que ellos realmente buscan es ayudar a resolver una situación que ninguno de los tres niveles de gobierno ha logrado.

“El Estado piensan que nuestro movimiento va contra el régimen del gobierno, pero nosotros no buscamos estar confrontados con el Estado. Este proyecto como tal busca coadyuvar y facilitar en las tareas con las que el gobierno no ha podido solo”.

Doria Vélez, directora de investigación del Observatorio Nacional Ciudadano, dice que el considerar que estos grupos coadyuven con las labores del Estado sería aceptar la existencia de estos cuerpos armados que son ilegales y que no pueden con las responsabilidades que les corresponden

“Si el gobierno aceptara la ayuda de estos grupos estaría mandando un mensaje al resto de la sociedad de que ciertas infracciones a la ley o ciertas conductas que están fuera del Estado de Derecho están permitidas. Lo cual es sumamente nocivo si precisamente los que estás intentando hacer es desincentivar conductas delictivas o cualquier tipo de ejercicio de violencia”.

Sin embargo, la especialista en seguridad también explica que no es que esté mal que ciudadanía y gobierno trabajen juntos para resolver un problema como el de la inseguridad y la violencia, pero se tiene que pensar en otra estrategia.

“Los grupos de seguridad de ciertas comunidades podrían coadyuvar con las autoridades, pero ahí más bien sería necesario pensar en otro tipo de mecanismo que le diera valor a la participación ciudadana y que estuviera alejado de tomar las armas para tratar ellos mismos de ejercer justicia por sus propias manos”.

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Moneda de Cambio

La actual administración ha utilizado la falta de empleos y de oportunidades en el país para negociar.

En el caso de las autodefensas de Michoacán, el subsecretario de gobernación prometió incluir a las personas pertenecientes a estos grupos a dejar las armas a cambio de incluirlos en un programa de 100 mil empleos, sin embargo, aún no se ha hecho público ele plan de cómo pretenden cumplir con dicha promesa.

Algo similar sucedió con las comunidades indígenas de Texcoco, quienes ante la promesa de la generación de empleos para sus comunidades, accedieron a entregar sus tierras para que se pueda edificar el hoy detenido aeropuerto de Santa Lucía.

En Tabasco, para lograr la aprobación de la construcción de la refinería de Dos Bocas, las autoridades hicieron una vez más el mismo compromiso: dotar de empleo a las personas que habitan la región.

Doria Vélez considera esto una situación sumamente delicada.

“Es una situación muy delicada, ya que si los ofrecimientos no están basados en un diagnóstico específico que te garantice que se puede dar esa cantidad de empleos y, además mantenerlos, pues es algo que terminará cayendo por su propio peso.

“En la construcción e implementación de políticas públicas de cualquier tipo no se puede desestimar la técnica, la evidencia y se tiene que ver como un asunto que va más allá de la narrativa y de lo que la población quiere escuchar”.

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