Los pobladores denuncian que no son consultados en las obras que planea el gobierno, pues estas son negocios para los particulares
Además de las obras para modernizar el paradero, el Cetram Chapultepec contempla la concesión por 40 años del espacio público a inversionistas, el polémico edificio de 41 niveles, otro de 16 que albergaría un hotel, un centro comercial, siete sótanos de estacionamiento, sala de cine y un moderno gimnasio con vista el bosque.
Vecinos que participaron en el “No” al Corredor Cultural Chapultepec, de las colonias Roma, Juárez y Condesa, acompañados de Ricardo Pascoe Pierce, candidato independiente a la Asamblea Constituyente, manifestaron su rechazo a este nuevo plan que pretende detonar el gobierno de Miguel Ángel Mancera Espinosa a través de las firmas españolas Inveravante y Desarrollo Urbanistico Chapultepec SAPI de C.V.
En una de las banquetas del Bosque de Chapultepec, los vecinos denunciaron que a fin de facilitar el arranque del proyecto, la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) retiró ilegalmente la declaratoria de Área de Valor Ambiental (AVA) de esta pulmón de la capital.
El proyecto Cetram Chapultepec está concebido bajo un esquema de coinversión público-privada y forma parte de la cartera de ProCDMX desde que Édgar Amador, hoy secretario de Finanzas, fue director de la paraestatal entonces llamada Calidad de Vida y Progreso en el sexenio de Marcelo Ebrard.
En voz de Sergio González, vecino de la colonia Juárez, denunciaron que se trata una vez más de una privatización del espacio público por parte del Gobierno de la Ciudad de México con el argumento de no tener los recursos propios para arreglar el paradero.
“Somos quienes derrotamos un proyecto del cual el Cetram Chapultepec es la continuación”, sentenció el vecino quien advirtió que preparan la defensa del Bosque de Chapultepec.
