Una comedia de situación en donde los prejuicios son los primeros en caer con el peso de la risa. Foto: Especial

Welcome al Norte, la nueva película de Gustavo Loza

La primera película del director desde ¿Qué culpa tiene el niño?, de 2016, donde también dirige a Ricardo Abarca

La diversidad de un país como México es difícil de comprender. Los proyectos de generar una identidad nacional que una los sones con las polkas, las marimbas con las tubas o el río Suchiate con el Bravo son pocos y, la mayoría de las veces, desafortunados. México no es un país sino muchos, la multiplicidad de climas, acentos y lenguas solo es comparable con la variedad de gente que lo habita. ¿Qué une a Yucatán con Tijuana? ¿Qué las hace parte de un mismo México? Pues con esa premisa en mente Gustavo Loza presenta su siguiente película Welcome al Norte.

La anécdota es sencilla. Polito Canché (interpretado por Silverio Palacios) es empleado de un servicio de paquetería en la ciudad de Izamal, Yucatán. Él busca cambiar su plaza a Cancún para complacer a su esposa, quien está aburrida de la tranquilidad de la ciudad yucateca. Debido a una serie de argucias Polito es enviado al norte, a una ciudad que considera demasiado peligrosa para llevar a su familia, así que solo y cargado de prejuicios viaja a Tijuana para continuar con su trabajo.

Durante el primer acto de la cinta podemos ser testigos de un viaje en auto de Yucatán a Tijuana en donde se muestran diferentes paisajes, monumentos y platillos de México

Al llegar allá el yucateco se enfrenta con lo equivocadas de sus preconcepciones de la otra península y comienza a disfrutar la vida rodeado de amigos hasta que un viaje de su mujer pone en riesgo su matrimonio y su carrera.

La cinta es una adaptación de la francesa Bienvenue chez les Ch’tis, dirigida por Dany Boon en 2008, que también fue adaptada para el público español en 2010 como Bienvenidos al Sur, y en su versión mexicana depende del choque de culturas entre la tranquilidad y las tradiciones de Yucatán y el vertiginoso ritmo tijuanense que parece nunca terminar de decidir si es mexicano o estadounidense.

Palacios está apoyado por un elenco de figuras jóvenes entre las que destacan Ricardo Abarca como Spooky, amigo y confidente de Polito; Isabel Burr como Caro, empleada de la paquetería e interés romántico de Spooky, y Héctor Jiménez, como el encargado de atención a clientes de la sucursal.

Para Jiménez, a quien se le conoce por su participación en Nacho Libre y Run Coyote Run, también creada por Loza, la película “le sacó mucho brillo a las escenas”, comenta el actor. “Todos los días había que ir como con una página en blanco, abierto a todas las posibilidades que pudieran surgir y quedó mucho mejor levantado que en el guión, cada escena se enriqueció muchísimo de la mano de Gustavo y acompañado por un fotógrafo que resaltó los colores de Izamal y Tijuana”, continúa.

Y es verdad que la producción de la película es uno de sus principales atributos, la escenografía y las locaciones aprovechan las vibrantes tonalidades de la ciudad fronteriza y las calladas coloraciones de Yucatán. La actriz Isabel Burr comenta que la producción en Baja California gozó de muy buena logística. “En Tijuana era un deleite, las vistas de lado a lado de la ciudad a Rosarito y a Ensenada eran impresionantes; teníamos el mar y el valle y fue muy bonito poder conocer estas regiones de Baja California”, apunta.

El corazón de la cinta

Los personajes que viven en el filme son estereotipos. Tanto los que proceden del sur como aquellos del norte, incluso la aparición especial de Armando Hernández, son un conjunto de conductas, vestimentas y modos de hablar que pueden rozar en la caricatura. Para Abarca el proceso de encarnar al tijuanense “costó un poquito al principio dibujar la escaleta de Spooky, pero con varias leídas al guión van apareciendo las herramientas para darle vida. De la mano de Gustavo todos nos sentimos tranquilos, con la libertad de proponer al momento de tirar una escena, y ver que ese trabajo termina en carcajadas en el cine es de mucha satisfacción”, señala el histrión.

El papel de Spooky en la cinta es el corazón de la misma, si bien Polito Canché es el protagonista de Welcome al Norte es el personaje de Abarca quien lleva al filme a sus momentos más emotivos con la relación casi paternal que forma con el yucateco. Es solo mediante esta relación que la transformación de su personaje cobra sentido. Spooky se presenta como un joven que huye de las responsabilidades de una vida adulta y que se resguarda bajo una madre dominante, interpretada por Raquel Garza, para evitar sus sentimientos por su compañera de trabajo, Caro.

“La gente que llega a Tijuana se siente cobijada, es una ciudad que te recibe con los brazos abiertos y nosotros buscamos que eso se viera reflejado en la película”
Héctor JiménezActor

Para Isabel Burr, que la cinta produjera buenas reacciones en salas, “fue un aliviane, ver que de repente la película fluye tan bien. Por el proceso de filmación el resultado final no está en nuestras manos, entonces no sabemos si los chistes van a funcionar y escuchar que se escucharan las risas en la sala fue muy bonito”, comenta. Cierto es que la película produce innumerables risas.

Si bien las situaciones que se dan en la película pueden llegar a ser inverosímiles, los actores las interpretan totalmente comprometidos con el texto, lo que ayuda a la inmersión en la fantasía. La película también acierta al mostrar un lado de Tijuana que poco reluce en noticieros o periódicos, un rostro divertido, amoroso y solidario donde cualquiera que llegue puede sentirse en casa gracias a la calidez de su gente.

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