Troker: La fusión del mariachi con el rock y el hip-hop

La agrupación Troker ha incorporado la influencia del mariachi como un componente esencial de su música, fusionándose con elementos de rock, hip-hop y jazz. Su más reciente sencillo, ‘Sombras nada más’, ejemplifica esta amalgama musical
Karina Corona Karina Corona Publicado el
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Hace un poco más de dos décadas, el mariachi se convirtió en la llave que abrió las puertas internacionales para la banda Troker, especialmente en Europa. A pesar de que su estilo musical se orientaba hacia el rock, hip-hop y jazz, la gente la asociaba de manera natural con esta expresión musical.

Para Frankie Mares, el baterista de la agrupación mexicana, esta conexión innata con la música del mariachi era innegable, ya que formaba parte de sus raíces, como un tatuaje en el alma, incluso sin haberlo buscado conscientemente.

“Tenemos al mariachi en nuestro ADN, además de que ha estado en la casa de todos los mexicanos. Cuando empezamos a desarticular nuestro propio proyecto nos dimos cuenta que la trompeta, por ejemplo, tenía mucho que decir por medio de este vibrato con el mariachi. De ahí nace la primera canción ‘Príncipe charro’,  que tiene mucho esta influencia; desde entonces decidimos trabajar ya con el mariachi completo”, platica Frankie.

En este trayecto, Troker ha desarrollado más su concepto que fusiona el mariachi con otros sonidos para elevar su propuesta musical. Un ejemplo de esto es su nuevo sencillo “Sombras nada más”, con el que buscan dar otro salto e incorporar el trap.

Los elementos tradicionales de la canción, indica, suenan “a un recuerdo”, traído a este tiempo en un juego entre el deseo y la realidad. Se trata de  diálogo entre lo urbano y lo vernáculo, lo cotidiano y la tradición.

Troker da un salto a otra dimensión con el sencillo 'Sombras nada más'. Se trata de una colaboración con mariachi con el arreglo original desde el jazz y el trap

“Nos gusta meternos en problemas musicales y traer al mariachi a este tipo de géneros y compases  se vuelve algo súper rico. Porque cuando los mariachis tocan nuestra música no están acostumbrados a tocar en compases raros.

“En Europa nos pasaba mucho, hace dos años estuvimos en Dubái, donde mucha gente nos identifica rápidamente como mexicanos porque ´sonamos a mariachis”. Y nos encanta que nos lo digan, porque así como nos gusta este género, también nos encanta la cumbia,  géneros con los cuales crecimos. También sabemos la importancia del jazz en nuestro proyecto”, precisa.

La evolución del sonido

La canción “Sombras nada más” es el cuarto lanzamiento del año, un sencillo que da inicio al nuevo proyecto de Troker. Habrá otro sencillo más este 2023 y dos siguientes en 2024 para culminar con el lanzamiento del disco en marzo de 2024, el cual se compondrá de ocho temas originales y tres covers de mariachi. Además el proyecto estará enmarcado en la celebración de los 20 años de carrera de la banda. Se realizarán grabaciones en vivo y algunos conciertos en México.

“Estamos cumpliendo casi 20 años, como todo buen mexicano, queremos celebrar y comenzar con este nuevo sencillo ‘Sombras nada más’, que será una probadita  de nuestro próximo álbum. Marca una madurez musical y personal también; estamos muy felices porque ha sido un camino y de aprendizaje”, expone.

Parte de este trayecto de experimentación ha sido el incorporar letras, en este caso el trompetista Cristian García, se encargó de poner la voz a un par de canciones de este material discográfico, cuyo nombre aún están por definir.

“Sí fue un reto agregar voces, porque algunas son piezas que reconocemos tan bien que ya son parte de nuestro mapa sonoro, el soundtrack de nuestras vidas”, agrega.

Este material fue producido por Gerry Rosado, ganador del Grammy Latino y aunada a la estrategia digital, se tienen programados varios conciertos por México y Estados Unidos este mismo año.

El crecimiento como agrupación

Frankie, miembro fundador de Troker, comparte que actualmente tienen la fortuna de oír la evolución de su música y el impacto que han tenido en la escena musical internacional.

Destaca la capacidad de su lírica para trascender fronteras y géneros, generando reacciones sorprendentes en todo el mundo. Incluso, ahora decir que “suenan a Troker”.

“Muchas veces, nos han dicho que cuando escuchan algo de la banda ya se expresan de que ‘eso ya es algo Troker’, un sonido innovador, que va más allá del rock o jazz y que, a la vez, rinde homenaje a nuestra cultura. Para nosotros esto significa una sorpresa, pero también la responsabilidad”, añade.

Al agregar un grado de responsabilidad, el baterista enfatiza la importancia de que la música de Troker se haya convertido en un género en sí mismo, con su propio sonido característico.

Además de que la banda ha experimentado una amplia gama de estilos musicales a lo largo de sus 20 años de carrera, lo que ha llevado a una adaptación constante por parte de su audiencia.

“Viajar es la comida favorita de Troker; subirnos a un avión para nosotros es lo que nos da vida y lo que nos oxigena el cerebro para poder seguir viajando, tocando y vivir”
Frankie MaresBaterista

“Cuando viajamos por el mundo nos sentimos como en una Olimpiada, porque estamos representando a nuestro país. La responsabilidad radica en que el concierto tiene que salir bien, por ejemplo. Tratamos de hacer muy emotivas nuestras presentaciones internacionales, porque estás representado a tu país, a tu familia, tus amigos  te están apoyando  y eso es algo de que no puedes fallar.

“Somos muy clavados y creo que gracias a eso, el trabajo que hemos mantenido durante tantos años ha hecho que tengamos estos logros”, sostiene.

Frankie junto a Samuel González son los fundadores de la banda Troker, la cual consideran ya como su bebé, pues la idea de hacer esta banda surgió cuando tenían alrededor de 20 años.

“Cuando vemos a amigos que tenían bebés en ese tiempo y ahora sus hijos tienen casi 20 años, nosotros vemos nuestra carrera igual, como un adulto. Imagínate todo el amor que le puedes tener a una persona, el agradecimiento y los aprendizajes, nos ha costado muchas lágrimas y enojos, pero lo hacemos porque amamos este proyecto que nos ha llevado a tantos lugares.

“Yo soy de Zamora, Michoacán, entonces para mí llegar a Eslovenia tocando en un festival donde no me puedo bajar del escenario porque la gente sigue aplaudiendo es algo increíble”, concluye el baterista.

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