La inteligencia artificial avanza a niveles sorprendentes, entre las posibilidades se encuentra la de hablar con algún ser querido fallecido

¿Te gustaría volver a escuchar la voz de quienes han fallecido? Podría ser posible con inteligencia artificial

Amazon anunció que está trabajando en una actualización del sistema Alexa, la cual permitiría imitar cualquier voz, incluso, la de alguien que ha fallecido; de acuerdo con la tanatóloga y psicóloga de la UNAM, Guadalupe Medina Hernández, esto podría resultar contraproducente para el duelo

La inteligencia artificial avanza a niveles sorprendentes, incluso, en algunos casos, parecería que la misma sociedad se encuentra dentro de alguna serie o novela de ciencia ficción.

Entre las novedades que brindan las grandes empresas tecnológicas se encuentra la posibilidad de hablar con algún ser querido ya fallecido.

Hace unas semanas, la empresa Amazon anunció durante una conferencia de prensa que, con el fin de brindar más “atributos humanos” a la inteligencia artificial, especialmente por los tiempos de pandemia en curso, cuando muchos perdieron a alguien amado, han creado una nueva versión de Alexa, la cual podría imitar cualquier voz, incluso, la de alguien que ha muerto.

Rohit Prasad, vicepresidente senior y científico principal de Alexa, demostró en el escenario cómo el dispositivo fue capaz de imitar la voz de una persona fallecida, específicamente, la de una abuelita, para leer a su nieto un cuento antes de dormir.

“La IA no puede eliminar el dolor de la pérdida, pero definitivamente puede hacer que sus recuerdos perduren”, explicó Prasad durante el evento.

Si bien para la empresa podría significar dar un paso adelante para aumentar la experiencia del asistente inteligente, a nivel personal y mental podría traer graves consecuencias.

“Las grandes empresas que están haciendo todo esto y que cada vez están avanzando más, lo hacen con un fin económico, pero no ven la parte del daño que le puede hacer al ser humano, inclusive, a la parte de la ética; y no hay quien los frene”, comenta Guadalupe Medina Hernández, psicóloga y tanatóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, la especialista indica que esto provocaría problemas emocionales, pues sería como negar la muerte, un hecho con el que se debería vivir a conciencia.

Desde su perspectiva, esta “interacción” con la voz de un ser fallecido no es sana.

“Si nos vamos un poquito más lejos puede crear un estado psicótico, porque las personas pueden quedar trastornadas mentalmente. Si sé que ya falleció y ahora me está hablando e interactúo con esa voz, me saca de la realidad y sí crea trastorno”, comenta.

Las consecuencias en los duelos de usar la inteligencia artificial

Guadalupe Medina Hernández opina que esta clase de tecnología tendrá que ser más analizada y se deberán estudiar sus consecuencias en las personas.

También detalla que quien tenga fragilidad psicológica y, en especial, las niñas y los niños, quienes no entienden la muerte como los adultos, podrían padecerlo con mayor gravedad.

“Incluso, cuando les dicen que se fue de viaje los confunden aún más. Si el niño no entiende la muerte, y además los pones a escuchar al familiar muerto, claro que afecta en la mente humana.  Estoy totalmente en contra de que estén estos dispositivos, está bien que quieran usar voces para ser más familiares, pero no de gente fallecida.

“Lejos de ayudar, como dicen los directivos, se trastorna, afecta y desgraciadamente no se consulta hasta dónde pueden avanzar y el daño que pueden hacer, simplemente se lanzan a sacar novedades que hacen daño. Si juegan a que me va a hablar mi mamá que ya murió, por supuesto que desconcierta y prolonga el duelo”, abunda.

El “interactuar” con la voz del fallecido podría afectar en las fases del duelo y del curso natural de la vida.

Para la especialista, la mejor manera de vivir es ver a la muerte como un fenómeno natural, ser conscientes de esta dualidad, así como existe la vida ser conscientes que está presente la muerte.

“Con la muerte de un ser querido es de esperarse que vamos a vivir un duelo, en la medida en la que mis afectos son más grandes, el duelo se prolongará y será más fuerte, pero la idea es que se va a llegar al final y a aceptar la muerte del ser querido, aprendo a vivir sin la persona que ya falleció”, aclara.

De acuerdo con Medina, mientras la persona sea más consciente de su propia muerte o la de sus familiares, le ayudará a vivir mejor. Esto provoca que la gente pueda vivir más intensamente y a disfrutar mejor su vida.

La inteligencia artificial avanza a niveles sorprendentes, incluso, en algunos casos, parecería que la misma sociedad se encuentra dentro de alguna serie o novela de ciencia ficción.

Entre las novedades que brindan las grandes empresas tecnológicas se encuentra la posibilidad de hablar con algún ser querido ya fallecido.

Hace unas semanas, la empresa Amazon anunció durante una conferencia de prensa que, con el fin de brindar más “atributos humanos” a la inteligencia artificial, especialmente por los tiempos de pandemia en curso, cuando muchos perdieron a alguien amado, han creado una nueva versión de Alexa, la cual podría imitar cualquier voz, incluso, la de alguien que ha muerto.

Rohit Prasad, vicepresidente senior y científico principal de Alexa, demostró en el escenario cómo el dispositivo fue capaz de imitar la voz de una persona fallecida, específicamente, la de una abuelita, para leer a su nieto un cuento antes de dormir.

“La IA (inteligencia artificial) no puede eliminar el dolor de la pérdida, pero definitivamente puede hacer que sus recuerdos perduren”, explicó Prasad durante el evento.

Si bien para la empresa podría significar dar un paso adelante para aumentar la experiencia del asistente inteligente, a nivel personal y mental podría traer graves consecuencias.

“Las grandes empresas que están haciendo todo esto y que cada vez están avanzando más, lo hacen con un fin económico, pero no ven la parte del daño que le puede hacer al ser humano, inclusive, a la parte de la ética; y no hay quien los frene”, comenta Guadalupe Medina Hernández, psicóloga y tanatóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista, la especialista indica que esto provocaría problemas emocionales, pues sería como negar la muerte, un hecho con el que se debería vivir a conciencia.

Desde su perspectiva, esta “interacción” con la voz de un ser fallecido no es sana.

“Si nos vamos un poquito más lejos puede crear un estado psicótico, porque las personas pueden quedar trastornadas mentalmente. Si sé que ya falleció y ahora me está hablando e interactúo con esa voz, me saca de la realidad y sí crea trastorno”, comenta.

Las consecuencias en los duelos

Guadalupe Medina Hernández opina que esta clase de tecnología tendrá que ser más analizada y se deberán estudiar sus consecuencias en las personas.

También detalla que quien tenga fragilidad psicológica y, en especial, las niñas y los niños, quienes no entienden la muerte como los adultos, podrían padecerlo con mayor gravedad.

“Incluso, cuando les dicen que se fue de viaje los confunden aún más. Si el niño no entiende la muerte, y además los pones a escuchar al familiar muerto, claro que afecta en la mente humana.  Estoy totalmente en contra de que estén estos dispositivos, está bien que quieran usar voces para ser más familiares, pero no de gente fallecida.

“Lejos de ayudar, como dicen los directivos, se trastorna, afecta y desgraciadamente no se consulta hasta dónde pueden avanzar y el daño que pueden hacer, simplemente se lanzan a sacar novedades que hacen daño. Si juegan a que me va a hablar mi mamá que ya murió, por supuesto que desconcierta y prolonga el duelo”, abunda.

El “interactuar” con la voz del fallecido podría afectar en las fases del duelo y del curso natural de la vida.

Para la especialista, la mejor manera de vivir es ver a la muerte como un fenómeno natural, ser conscientes de esta dualidad, así como existe la vida ser conscientes que está presente la muerte.

“Con la muerte de un ser querido es de esperarse que vamos a vivir un duelo, en la medida en la que mis afectos son más grandes, el duelo se prolongará y será más fuerte, pero la idea es que se va a llegar al final y a aceptar la muerte del ser querido, aprendo a vivir sin la persona que ya falleció”, aclara.

De acuerdo con Medina, mientras la persona sea más consciente de su propia muerte o la de sus familiares, le ayudará a vivir mejor. Esto provoca que la gente pueda vivir más intensamente y a disfrutar mejor su vida.

¿Cómo llevar un duelo?

La tanatóloga comparte algunas recomendaciones para vivir el duelo:

  • Reconocer que la muerte es un fenómeno natural ayuda a tener conciencia sobre ella, pues intensifica nuestra vida y la gozamos mejor.
  • Tener conciencia que, por supuesto, será doloroso, entre mayor apego mayor será el duelo.
  • No resistirse, fluir y aceptar toda la serie de emociones que se vivirán, como depresión, tristeza, impotencia, coraje e ira, incluso, vulnerabilidad por la persona que ya no está.
  • Es importante hacer un funeral o ritual de despedida, llorar si es necesario y aceptar que no se está bien.
  • No ayuda “darle la vuelta a la página”, hacer como si no hubiera pasado, ni recurrir a los antidepresivos, porque no podemos vivir plenamente esta etapa; no por ser fenómeno natural dejará de dolernos.
  • Las culpas están siempre a la orden del día, hay que eliminarlas, cuando uno quiere al ser querido nunca hay una culpa, pero siempre surgen cuando estamos empezando un duelo, como, “¿por qué no lo llevé a tiempo al hospital?”, “hubiera ido con otro doctor”.
  • Nunca debe existir la culpa, hay que decirnos que siempre hicimos lo mejor, como “lo llevé al hospital que estuvo a la mano”, “uno no sabe si un doctor es bueno o no”.
  • Llorar y hablar del evento, por eso no hay que frenarlo, hay que vivirlo.

¿Cómo saber si ya terminé un duelo?

La tanatóloga indica que cuando se recuerda a la persona fallecida o se habla de ella sin el “nudo en la garganta” es un indicador de que ya se terminó el duelo.

“Si puedo hablar, por ejemplo, de mi mamá, los recuerdos, me ayuda a aceptar que no está, y de repente me doy cuenta que no se me viene el llanto que me impide hablar. Esto no significa que la vaya a olvidar.

“Muchos cuando terminan el duelo se sienten culpables de sentirse bien, o si ya no lloro tengo miedo de que la vaya a olvidar, lo que les diría es que nunca la vamos a olvidar, viviendo en nuestros recuerdos trascienden, al decir sus frases, cocinamos lo que nos hizo, siempre van a estar en nuestros corazones”, comenta.

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