Super grupo de bajo perfil

Es probable que el nombre Divine Fits no te diga mucho, pero ¿qué tal Spoon o Wolf Parade? Ahora agrégale el sonido punk y garage rock de la banda New Bomb Turks, el resultado es una combinación muy bien lograda de buen indie rock.

Le tengo mala espina a los proyectos denominados como "súper grupos"; casi siempre lo que destaca más es la parafernalia publicitaria que la calidad del producto. Los "súper grupos" y las colaboraciones tienen que hacerse con cuidado, no por juntar a Metallica con Lou Reed necesariamente el resultado será de buena calidad en automático. 

Es probable que el nombre Divine Fits no te diga mucho, pero ¿qué tal Spoon o Wolf Parade? Ahora agrégale el sonido punk y garage rock de la banda New Bomb Turks, el resultado es una combinación muy bien lograda de buen indie rock.

Le tengo mala espina a los proyectos denominados como “súper grupos”; casi siempre lo que destaca más es la parafernalia publicitaria que la calidad del producto. Los “súper grupos” y las colaboraciones tienen que hacerse con cuidado, no por juntar a Metallica con Lou Reed necesariamente el resultado será de buena calidad en automático. 

Sin embargo, hay anuncios de bajo perfil que resultan más interesantes que la espectacularidad de juntar personalidades de la música tan dispares.  

Divine Fits es el más claro ejemplo, un grupo conformado por Britt Daniel de Spoon, Dan Boeckner de Wolf Parade/Handsome Furs y Sam Brown de New Bomb Turks. La combinación de sus personalidades y estilos de música parecen encajar a la perfección, como si se tratara de un grupo de amigos que decidieron formar una banda y no “los líderes de” tal o cual agrupación que se juntaron solo para ver qué salía. 

Britt Daniel es el líder, la voz y el cerebro musical de Spoon, quizá junto a The Walkmen una de los grupos de rock más sólidos de la última década. Dan Boeckner era la inconfundible voz y energía de la recientemente desaparecida banda canadiense Wolf Parade. Entre ambos recae el peso creativo de sus respectivas proyectos, pero ahora se juntaron bajo el nombre de Divine Fits (con el baterista Sam Brown) para presentar “A Thing Called Divine Fits”, su álbum debut.

Aunque Daniel y Boeckner se turnan la voz principal entre canción y canción en la primera mitad del disco, no suenan a un mixtape de canciones aleatorias. Divine Fits ha podido casi de la nada construir su propio sonido, a pesar de que las voces de Daniel y Boeckner son parte fundamental de la identidad de sus otras bandas. 

El sonido de sintetizador y la voz de Boeckner abren el álbum con “My Love Is Real”, muy al estilo de Handsome Furs. La guitarra de Daniel se encarga de ser protagonista en “Flaggin A Ride”, la segunda canción, muy al estilo de Spoon. Pero es hasta “Would That Not Be Nice”, seleccionado como el primer sencillo y video, que Divine Fits suena a un nuevo grupo con mucho qué proponer. Aunque no seas fan –o más bien, sobre todo si no eres fan– de las bandas involucradas en la creación de Divine Fits, “A Thing Called Divine Fits” es un álbum que se disfruta de principio a fin.

Te puede interesar
POPCAST ‘Yeezuschrist Superstar’

"Yeezus”, como la religión, no es para todos.

La distorsión electro que abre el disco en “On sight” parece estar diseñada con un doble propósito: Tanto una barrera de entrada para los no-convencidos, como un recordatorio para los fans de que Kanye West está determinado a innovar su sonido una vez más. La canción esconde en un sample coral la sorpresiva manera en la que el rapero ha intentado operar en su exitosa carrera: “He’ll give us what we need / It may not Be what we want”.

POPCAST Café Tacvba: El objeto cabe en un cubo

En un concierto medianamente exitoso, se pueden ver caravanas de personas que llenan las inmediaciones del Auditorio Banamex en el Parque Fundidora de Monterrey. Pero en esta ocasión, el estacionamiento luce espacioso, se puede caminar sin problema por la explanada del inmueble y, en general, no se respira esa vibra de expectativa característico de un día de concierto normal. 

POPCAST La resurrección de Agnetha

Dos mil trece definitivamente ha sido el año de los regresos. Del couture pop de Justin Timberlake al misterioso David Bowie, y de los cascos de Daft Punk a los pedazos que aún quedan de Black Sabbath. Han sido tantos los regresos que no descarto que la segunda venida de Jesucristo se dé dentro de los próximos seis meses.

La artista más reciente en intentar regresar a sus glorias pasadas es la sueca 
Agnetha Fältskog.