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Hablar de Swans y Godspeed You! Black Emperor en un mismo Popcast parece una tarea imposible.  

Necesitaría decenas de páginas para contextualizar no solo la música, sino las motivaciones –incluso políticas– que hay detrás de cada proyecto que lo único que tienen en común es que han lanzado dos de los álbums más densos del año (bueno, eso hasta que en diciembre salga “Bish Bosch”, la nueva producción de Scott Walker).

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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Hablar de Swans y Godspeed You! Black Emperor en un mismo Popcast parece una tarea imposible.  

Necesitaría decenas de páginas para contextualizar no solo la música, sino las motivaciones –incluso políticas– que hay detrás de cada proyecto que lo único que tienen en común es que han lanzado dos de los álbums más densos del año (bueno, eso hasta que en diciembre salga “Bish Bosch”, la nueva producción de Scott Walker).

Además, detrás de ambos “regresos” da la casualidad que está la participación en All Tomorrow’s Parties (ATP), un exclusivo festival de música que se caracteriza por invitar a bandas y artistas reconocidos como curadores del cártel. 

“The Seer” es el décimo segundo álbum de Swans, la legendaria banda de post–punk que comanda Michael Gira. Quizá no haya un trabajo musical mejor calificado en promedio por la crítica en 2012 que éste. 

Más que un simple lanzamiento, se trata de un disco importante: 119 minutos que según el propio Gira tardó 30 años en hacer. 

“Es la culminación todos los álbums previos de Swans, así como de cualquier otra música que he hecho, que haya estado involucrado o imaginado”, dice el multi intstrumentalista. 

Y no es para menos. 

“The Seer” es una obra completa, diseñada para escucharse como un todo y con una secuencia de tracklist que rompe con la acelerada cultura de la descarga de sencillos. 

No es fácil escucharlo, una vez que lo pones tienes que prestarle dos horas de atención para quedar inmerso en la tensión de guitarras, tambores, distorsiones y sonidos “tenebrosos” que funcionan como  válvula de escape creativa de uno de los músicos más enigmáticos del rock. 

Y si “The Seer” es una obra pesada, “Allelujah! Don’t Bend! Ascend!” de Godspeed You! Black Emperor no se queda atrás. La misteriosa banda canadiense de post–rock estuvo ausente por 10 años para de repente reaparecer por sorpresa con este álbum de tan solo cuatro tracks y 53 minutos de duración. 

Una década después, siguen firmes en su filosofía independiente: no hacen promoción, rara vez dan entrevistas y cuando las dan se presentan así mismos como un todo, a pesar de ser una banda de por lo menos ocho integrantes. Lo que se comprobó cuando a tan solo unos días de que se supo que la banda grabaría un nuevo álbum, por sorpresa se empezó a distribuir el nuevo material.

Con este cuarto disco, Godspeed You! Black Emperor se consolidan como una de las propuestas más importantes de la música experimental, ambiental y el rock instrumental. 

En una reciente y rara entrevista con The Guardian, los canadienses dicen que “toda la música es política”. 

Para muestra “Mladic”, el primer épico track del álbum que cierra después de casi 20 minutos con el sonido de los cacelorazos que se escucharon en una protesta estudiantil en Montreal.

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