No miren arriba: la película incómoda que nadie quiere entender

El cine sí puede servir para crear una conciencia, sí puede generar un cambio y hay algo más allá que el solo entretener o

En más de una ocasión, colegas cineastas, o personas cercanas al arte, me han dicho que el cine o el teatro, no son para adoctrinar a la gente, que su mero propósito es el entretenimiento, y nada más, las masas no necesitan de que les den un mensaje filosófico en la ficción, o de aprendizaje, eso hay que dejárselo al estudio, la ciencias o los ensayos escritos.

Afortunadamente, cada vez hay más películas, y en ocasiones hollywoodenses, que vienen a aportar algo a ese pensamiento retrógrada que varias veces me dijeron: el cine sí puede servir para crear una conciencia, sí puede generar un cambio y hay algo más allá que el solo entretener o distraer al público en general.

Y esto es lo que hace No miren arriba, la nueva cinta de Adam McKay (La gran apuesta de 2015, El vicepresidente: más allá del poder de 2018, solo por mencionar algunas) quien ya ha tenido un estilo irreverente en el pasado y ahora busca dar un nuevo mensaje para el cinéfilo.

En sus anteriores largometrajes, ya habíamos visto como McKay se burla de la sociedad estadounidense y sus gobernantes, o también de los problemas económicos de este país, ahora el cineasta agudiza la mirada, y se mete nuevamente a una hipótesis escabrosa que a pocas personas les gusta enfrentar en la vida, la muerte.

Porque lo que propone McKay en esta ficción es una historia al estilo Armaggedon o Impacto profundo, ambas de 1998: un cuerpo rocoso ajeno a la tierra, de dimensiones colosales, se estrellará en nuestro planeta, y ¿qué es lo que están dispuestos los seres humanos para contrarrestar este daño o reflexionar de lo que ha sido sus miserables vidas?

Y la historia está contada desde la perspectiva de los científicos que descubren el asteroide y predicen la trayectoria de impacto, Kate Dibiasky (Jennifer Lawrence) candidata a doctora que desde el centro de astronomía de Michigan avista el objeto y el doctor Randall Mindy (Leonardo DiCaprio) que hace el cálculo matemático que comprueba que volveremos a tener una calamidad equiparable a la extinción de los dinosaurios.

Este es un acierto de McKay, porque desde una perspectiva de la ciencia, se observa cómo es que la Casa Blanca en poder de la presidenta Janie Orlean, es negligente y desinteresada en hacer algo por la catástrofe que se avecina en seis meses, esta ejecutiva interpretada por Meryl Streep prefiere, como siempre, primar a la política y lo que sea que beneficie a sostener su demagogia en los ciudadanos.

Y cuando al fin el gobierno gringo se pone las pilas para destruir la roca de aproximadamente 9 kilómetros de diámetro, entra un jugador a la ecuación, que su único interés es minar -literalmente- a este asteroide por su riqueza en minerales, el engreído y multimillonario empresario Sir Peter Isherwell (Mark Rylance) que es dueño de una macroempresa de tecnología móvil y computarizada, que también tiene drones espaciales ¿les suena algunos nombres en la realidad?

Si enserio tienes que ver el video de arriba, híjole pues pon a girar tu ardilla intelectual, estás a tiempo.

Hay quienes dicen que esta es una película del cambio climático, porque involucra a DiCapri, quien lleva años pugnando por visibilizar los estragos del calentamiento global en la sociedad, yo creo que va más allá de esto, esta es una producción que nos hace cuestionarnos, nuestro propósito en la Tierra y que de suceder un anuncio real de esta magnitud el día de mañana ¿Cuál sería el escenario real?

No miren arriba, debe su nombre al movimiento que el gobierno estadounidense hace en contra de la comunidad científica, que sí desea que se vea el asteroide que ya está por hacer impacto en la Tierra, y que es prácticamente imposible que, por más tecnología que se tenga, se necesitan esfuerzos en conjunto a nivel global, para destruir esta roca gigante, pero no, Estados Unidos, siempre se quiere llevar el crédito del salvador universal del orbe.

¿La cinta de McKay es de ciencia ficción? Creo que es más un filme de reflexión social, que merece ser visto, y discutiéndolo con varias amistades, prefieren olvidar que la vieron, ignorar de qué se trataba, o decir que es “aburrida”, la realidad, es que pocas personas quieren reflexionar, en torno a que la muerte tal vez no nos llegue en forma de asteroide, pero sí en sobrecalentamiento global, o hacinamiento, o la toxicidad en alimentos y microplásticos.

La verdad es que estamos posiblemente más cerca de una inminente extinción, como ya han escrito de ello el paleontólogo Henry Gee en la revista Scientific American.

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En resumen ¿hay que ver No miren arriba, la película en tendencia en Netflix? Por primera vez diría, sí merece hacerle caso por única ocasión a este dudoso listado que se inventa la plataforma de streaming, porque en este fin del 2021, esta es una de las mejores producciones del año, y McKay una vez más, logra el cometido de burlarse de su gobierno, su sociedad, pero además dejarnos la tarea de la reflexión, desde una comedia negra, ácida e irreverente.

¿El cine está generando un cambio social desde la ficción? Creo que al fin está sucediendo, pero está en el cinéfilo común, tragarse la horrenda verdad o seguir bajo el soma de que vivimos en un mundo rosa irreal e inexistente.

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