No hay imagen disponible

Traen su guerra a México

Con un cuerpo tan delgado que sorprende, además de una altura de un metro 75 centímetros fuera del promedio nacional, Stephanie Sigman se maquilla ante la puerta de cristal del balcón en el Hotel ME Cabo, donde se les realizará una sesión de fotos a los actores invitados al Festival Internacional de Cine de Los Cabos, en Baja California Sur.

 

No quiero pensar que mis padres puedan ser deportados, ellos han estado pagando impuestos desde hace como 40 o 50 años (...)” 
Michael PeñaActor

Con un cuerpo tan delgado que sorprende, además de una altura de un metro 75 centímetros fuera del promedio nacional, Stephanie Sigman se maquilla ante la puerta de cristal del balcón en el Hotel ME Cabo, donde se les realizará una sesión de fotos a los actores invitados al Festival Internacional de Cine de Los Cabos, en Baja California Sur.

 

“No llegó la maquillista, así que esto es lo mejor que pude hacer”, explica sonriente al tratar de arreglar su cabello en el cristal con acabado de espejo, mientras en el balcón Michael Peña suelta golpes al aire, cual boxeador que practica para derribar a un adversario.

 

“This is awesome man!” (“esto es asombroso”), dice del paraje el actor de 40 años en un claro inglés. Peña habla un perfecto español, sin embargo, prefiere hablar en inglés, “Si hago una película aquí, puedo hablar español todos los días. Pero no soy muy bueno hablándolo si estoy solo aquí por cinco horas”, revela.

 

El par de actores estuvo en la fiesta magna del cine para lanzar en Latinoamérica la película “War on everyone” en la que ambos aparecen a cuadro y que será distribuida en México por Sony Pictures.

 

“Me involucré hace un par de años, tuve una reunión con John Michael McDonagh, me dijo ‘quiero hablar contigo de una película que voy a hacer’ y nos juntamos. Y después de leer el guión le dije ‘oye es un muy buen libreto’ era muy disfrutable. Una interesante lectura. El personaje es muy listo y le dije ‘quiero estar adentro’”, comenta Peña en entrevista para Reporte Indigo.

 

“Qué difícil es hacer comedia, porque se requiere de seriedad para hacer comedia, y de disciplina, y eso es lo que le admiro a Michael”, agrega Sigman.

 

Y aunque el ambiente se siente relajado por hablar de un filme de humor negro, todavía se percibe una pesadez en la atmósfera, la inminente victoria del republicano, ahora presidente electo, Donald 

Trump, a lo que Peña dice no saber qué pasará en el futuro”.

 

“Creo que con esta elección quiero estar más enojado, creo que también la gente estaría enojada de haber ganado Hillary, era difícil ganar para cualquiera de los dos”, comenta.

 

Stephanie Sigman: inmigrante por elección propia

 

La oriunda de Ciudad Obregón, Sonora (México), recibe un plato de salmón con verduras al vapor, a lo que Peña apunta como “¡uy, que saludable!” y ella confiesa que esa mañana se desayunó unos chilaquiles, y empieza a comer mientras da lugar a que su compañero conteste sus preguntas.

 

Sigman espera que la labor artística de los latinos en Estados Unidos no pueda ser afectada por la llegada de Donald Trump al poder, porque “el arte viene de todo, de lo malo, de lo bueno, de lo difícil, y de ahí salen muchas cosas muy interesantes, creo que esa es una de las pocas cosas positivas que le veo”.

 

La mexicana define su clara postura anti-Trump desde sus declaraciones de campaña racista y odio contra los latinos, por lo que espera que no se cumplan sus políticas de violencia.

 

“Para que haya cambios en el país no sólo es el presidente el que decide o el que toma las decisiones, espero que las cosas cambien para bien. Y si no cambian, que por lo menos no cambien para mal”, augura Sigman, aunque la mayoría del senado esté votado para la preferencia republicana.

 

De su carrera a futuro busca escoger roles que sean empáticos con su persona, complaciéndose más a ella misma que al público que le sigue, “al final de cuentas lo que la gente quiere de mi a veces, no es lo mismo que uno quiere”.

 

Michael Peña: Un hijo de sangre azteca

 

Nacido en Chicago, Illinois (Estados Unidos), de padres indocumentados que buscaban un futuro mejor, Michael Peña siente el dolor de los latinos en su sangre y tiene miedo de que sus padres puedan ser ahora deportados si es que se endurecen las políticas migratorias.

 

“No quiero pensar que mis padres puedan ser deportados, ellos han estado pagando impuestos desde hace como 40 ó 50 años, y es curioso porque la gente que está en programas de asistencia social –como el 60 por ciento de los estadounidenses son los que obtienen este beneficio– tienen derecho a votar, sobre los que han estado pagando impuestos por 50 años, siempre hay dos lados de la moneda”, explica Peña.

 

El actor que encarnó a César Chavez, luchador de derechos laborales justos para los inmigrantes en Estados Unidos, en el filme homónimo dirigido por Diego Luna en 2013, no se considera a sí mismo un ícono o voz de los latinos en la Unión Americana, ya que prefiere que la conciencia se haga sola a que haya una persona que parezca predicadora del tema.

 

“Yo me aseguro de no ser así, de no predicar inclusive en mis papeles, porque creo que así la gente no escucha, te pones en plan de ‘tienes que hacer esto o lo otro’, pero si me importa que la voz latinoamericana pueda ser escuchada y me siento afortunado de tener esta oportunidad”, expresa.

 

Latin guy

 

Peña también agrega que cuando le toca hacer un rol a cuadro procura que su nombre pueda ser cambiado a uno latino, y esto lo hace por su hijo, “a veces tienes un hijo como yo, que ve una película y se da cuenta “¡Ohh mira, ahí hay un latino! y si te llamas Charles Wodyn su expresión cambia a ‘ohh tal vez no lo es’”.

 

Lo que le incentivó a hacer esto fue ver la actuación de Edward James Olmos en el filme “Stand and Deliver”, donde Olmos interpreta a Jaime Escalante, profesor de matemáticas boliviano en una escuela de Los Ángeles, California. El largometraje está basado en una historia real.

 

Para terminar la plática, se les pregunta si desean profundizar en algo, a lo que Sigman le susurra al oído un Fuck you Trump casi imperceptible, mientras que el actor ríe y niega con la voz.

Te puede interesar