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México para Francia… y el mundo

A lo largo de los últimos años, el cine mexicano no ha dejado de sorprender tanto por su calidad, como por su diversidad. 

La presencia de la producción mexicana es cada vez más notoria en los principales foros internacionales que reconocen el talento de la nueva generación de productores y actores mexicanos. 

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sponsors tiene el festival
"Nuestro objetivo no era traer el cine mexicano para los mexicanos, y dejarlo entre familia. Sino, más bien introducir el cine mexicano y sus creadores en la cultura francesa, que tiene una industria proteccionista, muy focalizada en el cine nacional”
Bárbara Carroll de ObesoFundadora y directora del Festival Viva México
https://www.youtube.com/watch?v=zsCjKKf819Q

A lo largo de los últimos años, el cine mexicano no ha dejado de sorprender tanto por su calidad, como por su diversidad. 

La presencia de la producción mexicana es cada vez más notoria en los principales foros internacionales que reconocen el talento de la nueva generación de productores y actores mexicanos. 

Convencidos de la creciente internacionalización del talento mexicano y de una nueva etapa de diálogo cultural entre México y Francia, la asociación InC France-Mexique lleva acabo el Festival de Cine Viva México. Encuentros cinematográficos, con sede en París, desde el año 2013. 

Patrocinado por más de 40 sponsors con presencia en más de 60 medios de comunicación, contando con una cincuentena de profesionales y cinéfilos franceses y mexicanos reunidos en platicas y mesas redondas para discutir a lo largo de una semana sobre los aspectos más relevantes de la escena cinematográfica mexicana, desde su primera edición en 2013, el evento quedó en la memoria como el primer encuentro exclusivamente dedicado al cine mexicano contemporáneo en la capital francesa. 

Con el éxito de sus dos primero años, la tercera edición promete una amplia programación que muestra desde el 6 de octubre –hasta mañana–, las últimas creaciones del talento mexicano, intentado abarcar diversos géneros como el largometraje, cortometraje y cine documental, así como el cine de animación dedicado a niños y jóvenes.

A tres años de haber cimbrado esta iniciativa, Bárbara Carroll de Obeso, su directora y fundadora, habla en entrevista para Reporte Indigo sobre los retos que impone hacerse un nombre en una ciudad como París, sobre los objetivos de este encuentro y el futuro del cine mexicano más allá del territorio nacional.

¿En qué consiste el encuentro cinematográfico Viva México?

Viva México. Encuentros Cinematográficos es un proyecto que lanzamos en el 2013 para mostrar un panorama amplio del cine que se está haciendo en México cada año. 

En sí, Viva México consiste en una semana en la que mostramos una programación de largometrajes, ficciones y documentales, en presencia de sus directores y artistas para dar a conocer y, principalmente, promover el cine que no llega a las salas de cine en Francia. 

¿Por qué nace este Festival?     

Bueno, el proyecto es mucho más amplio que Viva México. Todo viene de una estructura fundada en el 2010 que se llama InC France Mexique, que tiene como objetivo promover el arte mexicano emergente. 

Yo llevo más de 15 años trabajando como promotora cultural y llevo nueve años viviendo en Francia. Y desde mi experiencia, notaba que había un verdadero desconocimiento de las cosas que estaba creando México en materia de arte contemporáneo. 

En ese entonces, en Francia, el público general estaba muy centrado en la cultura de los mayas o aztecas, o Frida Kahlo y Diego Rivera, y algunos especialistas de la escena contemporánea mencionaban a Gabriel Orozco, y se acabó. 

En cine era aún peor, había un desconocimiento enorme, por más que las producciones participaban en festivales, aún hoy, sigue siendo raro que promotores las compren y proyecten en salas. 

Justamente por esta realidad nace Viva México, con la idea de crear una programación muy diversa que realmente logre mostrar toda la riqueza y panorama de las producciones que se hacen en México. 

La idea de traer el cine mexicano a las salas francesas la quisimos enriquecer con la presencia de sus directores, productores y actores en las proyecciones y por eso lo llamamos “Encuentros Cinematográficos”. 

Queríamos que fuera una experiencia que no se limitara simplemente a venir a ver una película, sino que esto se convirtiera en una semana de intercambios, debates, mesas redondas, y en un acercamiento de los creadores y artistas a un público nuevo, pero sobre todo hacer llegar estas películas a un sector interesado para su distribución. 

Esto puede resultar muy interesante para ambas partes: los productores mexicanos y la industria cinematográfica en Francia, ya que la idea es impulsar las coproducciones y las relaciones entre ambos países.

Lamentablemente, son muy pocas las películas que tienen distribuidor en Francia. Y que si logran entran, lo hacen por el circuito de las grandes producciones de Hollywood, de creadores que a veces el público ni sabe que son mexicanos.

¿Crees que la temática de violencia, inmigración, narcotráfico, es ya un recurso agotado y repetitivo que ha sobreexplotado el cine mexicano? 

Este es un punto muy interesante. En el circuito de los festivales, Francia tiene un especial interés en largometrajes que tratan temas sociales, la violencia tan característica del México contemporáneo, pero también de los países latinoamericanos. 

Y es precisamente por eso que insistimos mucho en la variedad de nuestra programación. 

El cine mexicano ni son solo las grandes producciones de Hollywood, ni son tampoco lo que llega a través de los festivales de Cannes o Biarritz que seleccionan películas que casi siempre reflejen este panorama sociopolítico complejo. 

Nosotros proponemos temáticas que traten sobre la vida cotidiana, las relaciones familiares, la amistad, proponemos comedia, animación, documental, y todo lo que habita en el cotidiano del pueblo mexicano. 

No buscamos mostrar una cara rosa, pero tampoco buscamos focalizarnos en los temas muy explotados en otros festivales. Sino más bien, mostrar las diversas formas de narrar y hasta los estilos de los diferentes directores.

¿Cómo se diseñó el programa? ¿Existe un hilo conductor a la hora de elegir las películas? 

Hay diferentes criterios. Es importante mencionar que la programación la hacemos junto con Jean-Christophe Berjon que es antiguo Delegado General de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes, quien fue también responsable audiovisual de la Embajada de Francia en México y desde la primera edición se sumó al proyecto. 

Entonces él cuenta con un amplísimo conocimiento de ambas culturas y de la producción cinematográfica que se está haciendo en México, para seleccionar lo que más podría interesar al publico francés.

Es importante insistir que nosotros no trabajamos con un hilo conductor. Es decir, no abordamos una temática cada año. Es más bien trabajar una programación que sea reflejo de la diversidad del cine actual. 

Sin embargo, sí buscamos respetar ciertos criterios: tienen que ser películas del año, o que no tengan más de año y medio de antigüedad. Que sean una selección de documental y ficción (largometrajes por el momento). 

Y que, justamente dentro de éstos dos parámetros de documental y ficción, exista una diversidad en cuanto a géneros, temáticas y directores. Con esto queremos introducir tanto a directores nuevos que muestran sus óperas primas, como a directores consagrados. 

¿Cuál es el atractivo del cine mexicano para el público francés? 

Yo creo que es la originalidad y variedad de estilos que tienen los directores mexicanos para tratar el discurso. 

Esto además se beneficia de la estrecha relación que siempre ha existido entre México y Francia. Pero sobre todo creo que hay una curiosidad mutua. De éste lado, atrae el folklore mexicano, los colores, el humor, los paisajes, sonidos, lo surreal de nuestra cultura. 

Teniendo en cuenta que Francia es un país muy celoso de su cine y con una de las industrias cinematográficas más sólidas, ¿cuáles han sido los retos de hacer un festival de cine mexicano? 

Primero, el financiamiento. La cuestión del espacio no ha representado un problema. Sobre todo porque Viva México es un festival que no se limita a la proyección de películas, es un evento que abarca muchas facetas y por lo tanto requiere de muchos gastos. 

Empezando porque que no es un festival que empieza y termina en París, sino que es itinerante y viaja por cinco sedes en Francia. 

Es un festival que cada año se adapta a un público con capacidades diferentes, sordomudos y ciegos, y eso requiere de la contratación de expertos en el tema. 

Es un festival que enriquece la participación de niños y jóvenes con talleres. En fin, es un festival muy joven con miras de crecimiento y expansión que cada año requiere más dinero y apoyo, no solo de la difusión, sino también en financiamiento, que hasta ahora no ha sido un problema, pero sí es un reto cada año. 

Y por otro lado, está el reto de movilizar y llenar las salas de cine. Hacer que el público venga y participe. Yo creo que ese es el reto de todo festival, sea chico o grande: seducir al público. 

El reto para éste o cualquier otro festival, es sobrevivir a una ciudad como París, que tiene una agenda con lo mejor del cine y la cultura a nivel mundial. De ahí la necesidad de crecer cada vez más y no bajar la calidad. 

¿Cuál es el perfil del espectador que acude a este Festival? 

Este festival se pensó desde el principio para el público francés. Nuestro objetivo no era traer el cine mexicano para los mexicanos, y dejarlo entre familia. Sino, más bien, introducir el cine mexicano y sus creadores en la cultura francesa, que como bien dices, tiene una industria proteccionista, muy focalizada en el cine nacional.  Hasta ahora lo hemos logrado con éxito, y la mitad del público es francés. 

La comunidad latina está siempre presente, pero el propósito se ha alcanzado al llenar las salas de una audiencia francesa formada por amantes y curiosos de México y cinéfilos. Pero también, el festival ha ido mejorando en el tipo de público que viene, ya que se ha profesionalizando cada vez más. Vienen expertos, distribuidores, críticos y prensa francesa. 

El interés y participación fue notorio este año con la presencia de profesionales del cine, y eso es buena noticia para todos, porque quiere decir que estamos logrando el objetivo de hacer que las películas lleguen al sector que va a beneficiar a la industria mexicana.

¿Cuáles son las novedades este año? 

Un punto fuerte fue la adaptación del subtitulaje y descripción para el público sordo y ciego, de tres películas con audio descripción y de cuatro películas subtituladas para sordomudos. Esto se hizo gracias al apoyo y mecenazgo de dos instituciones especializadas en el campo y que sin su apoyo habría sido imposible, ya que hacerlo tiene un costo elevadísimo. 

No conozco en Francia otro festival que esté trabajando con accesibilidad a este público, que ha quedado ignorado y privado de herramientas necesaria para disfrutar una actividad tan básica como ir al cine.

 Desde el principio hemos intentado trabajar en esta dirección con sesiones 100 por ciento accesibles a sordomudos y ciegos, con películas adaptadas y especialistas en nuestras noches de inauguración y en las noches de clausura con interpretes presentes en los discursos. 

Este es sin duda el punto más importante de la tercera edición de Viva México, que se esfuerza por crear condiciones para que existan las herramientas que acerquen a un público universal. Otra novedad, está en el itinerario del festival, a la cual se anexó una sede más, así pasamos de cuatro a cinco. 

Y la novedad del premio al público que por su participación en la votación, podrán viajes a México patrocinados por Air France. También, las sesiones adaptadas a madres con bebés, donde toda la sala será ambientada con una luminosidad y sonido especiales para que las madres puedan venir al cine con sus hijos. 

Es un festival que está sensibilizado a las necesidades de públicos muy diversos, y trabajamos cada año para que estos servicios sean los mejores.

El cine mexicano se encuentra en un momento importante a nivel internacional, Aa qué lo atribuyes? 

A la perseverancia. Pues no creo que haya más talento ahora, del que ya había antes. El talento mexicano siempre ha existido, y no solo en los directores, sino en todo el equipo que conforma una producción, en sus creadores de sonido, editores, fotógrafos. 

Pero ha sido gracias a esta perseverancia que se ha reconocido este trabajo arduo, tanto a nivel nacional como internacional. 

Creo que el camino que han forjado figuras como González Iñárritu, Gael García, Guillermo del Toro, Lubezki, Ripstein, ha permitido a las nuevas generaciones, que traen una propuesta muy interesante de cine, ser escuchados en otros foros, frente productores importantes y de cara a nuevos públicos.

En tu opinión ¿es lo mismo hablar de cine mexicano, que de cine hecho por mexicanos?

Muy buena pregunta. Esto abre un gran debate, ya que siempre está el dilema en saber hasta qué punto se puede considerar una película mexicana y hasta qué punto deja de serlo. 

Desde el punto de vista de la crítica, que define que si una producción fue cien por ciento financiada por la industria de otros países, por más que el director sea mexicano, no la consideran como película mexicana.

Desde mi punto de vista, por más que los medios hayan sido dados por productoras extranjeras, el toque del director siempre va a marcar el estilo de su escuela, de sus orígenes y por tanto, yo me atrevo a considerarla como una faceta más del nuevo cine mexicano. Pero este es un punto de discusión que me parece muy interesante dejar abierto. 

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