La lucha del arte mexicano

Los nuevos diseños de Carolina Herrera son un ejemplo de la urgencia del gobierno mexicano de proteger el trabajo de los artesanos

Los artesanos de Tenango de Doria, Hidalgo, son reconocidos mundialmente gracias a sus textiles y bordados únicos y coloridos, que hacen alusión a la naturaleza; sin embargo, desde 2015, varias empresas internacionales han lucrado con estos diseños sin dar crédito al talento mexicano.

Después de años de resaltar la injusticia, lograr acuerdos con algunas industrias y seguir haciendo señalamientos, el 18 de mayo pasado la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en conjunto con el Senado de la República y la Secretaría de Cultura, llevaron a cabo el Foro-Encuentro Internacional La Protección del Patrimonio Cultural como Derecho Colectivo, en donde los participantes insistieron en frenar el uso indebido del arte mexicano

Pero a menos de un mes, la trasnacional Carolina Herrera presenta su nueva colección inspirada en México, dentro de sus diseños se encuentran vestidos con tenangos, sarapes y flores representativas.

“Ha habido un trabajo en la comunidad de la empresa, me platicó Marta Turok, la antropóloga, que había un convenio de colaboración con Carolina Herrera, pero me parece que ese es anterior a la Ley de Derecho de Acceso a la Cultura Federal, entonces realmente ya es obsoleto”, resalta Carlos Arturo Martínez Negrete, investigador y promotor cultural

Así como Martínez, Carlos Lara ha luchado por promover los derechos intelectuales artísticos, cada uno desde ópticas distintas y por separado.

Lara inició su trabajo en 2013 contra la queja en la CNDH del daño a la estatua de Carlos IV “El Caballito” y Martínez acompañando a los artistas tenangos en 2015 en los inicios del caso con la compañía Nestlé.

“Me parece que en el discurso, nuestro presidente está fallándole a los pueblos, porque a todo momento los refiere, pero no veo que haya una actuación emergente enérgica respecto del proceder de las empresas”, dice Martínez.

Lara señala que la administración federal ha desaparecido programas que impulsaban el desarrollo, lo que perjudica al arte popular mexicano.

“Creo que lo que se requiere es un esquema que proteja, pero que a la vez promocione. Desaparecieron ProMéxico y el Instituto Nacional del Emprendedor, el Plan Nacional de Desarrollo es en realidad es un programa municipal de gobierno”, añade.

La CNDH en la recomendación general 35, sobre la protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas de la República Mexicana, hace hincapié en la omisión del Estado de salvaguardar los derechos artísticos de los nacionales.

El primer litigio que se dio fue encontra de Nestlé en 2015, cuando comercializó con tenangos impresas en tazas de la marca Chocolate Abuelita, actualmente el juicio está a favor de la empresa.

“La estrategia era que fuera colectivo, por eso se hizo la Asociación de Dibujantes de Tenangos A.C. entonces, puede ser que lo pierdan. En el foro de mayo yo vi a los abogados de Adalberto y se quejaron del INDAUTOR porque no respondió a unos cuestionamientos de la Fiscalía General de la República”.

¿Plagio o apropiación?

Por lo dictado por la CNDH, legalmente se pude proceder ante las compañías que están haciendo uso de los diseños mexicanos; sin embargo, para Lara es un tema de apropiación indebida y no cultural.

“Las marcas se están apropiando de algo de forma indebida, porque la palabra plagio, yo me baso en eso, no existe en la Ley de Derechos de Autor, en nuestra ley específica en la materia, no existe esa palabra”, comenta el especialista

Por su parte, Martínez dice que el tema sí escala a plagio, porque se comete un delito en el que falta especificar que el uso de estos patrones es de origen mexicano.

“Es un plagio y se está cometiendo un delito, porque aunque la Ley de Derechos de Autor les permite el libre uso, a ellos se les exige un crédito a la comunidad y nombre de la etnia a la cual pertenece los elementos”, argumenta.

Legislación en tropiezo

El 23 de octubre pasado, el senador Ricardo Monreal presentó ante el Congreso de la Unión la iniciativa para la creación de la Ley para la Protección de los Derechos Colectivos de Propiedad de los Pueblos y Comunidades Indígenas sobre sus Conocimientos y Expresiones Culturales Tradicionales.

Esta legislación podría aprobarse en el corto plazo, pero tanto Martínez como Lara, argumentan que hay un punto que resulta incoherente, ya que el senador pide la expresa autorización de las comunidades indígenas propietarias, y esto en práctica no sería posible.

“Primero, ¿cómo vas a hacer ese consenso? Segundo, ¿qué entienden ellos por uso y explotación? Tercero, no caen en la cuenta de que las comunidades originarias o los diseños no están delimitados, hay etnias que están por lo menos en cuatro entidades federativas; entonces, ¿cómo vas a generar esta anuencia?”, subraya Lara.

Martínez también ve imposible que haya un acuerdo para otorgar permiso, ya que varios de ellos han migrado fuera de su etnia.

“Esa ley no tiene razón de ser, porque también viola derechos humanos, porque en los pueblos y a todos los que han expulsado de ahí, están desplazados, y ya no van a tener el acceso a decir u opinar, es obsoleto”, platica.

Envían carta a Carolina Herrera

La secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto, envió una carta para pedir una explicación a Carolina Herrera sobre el uso de los patrones utilizados en la colección Resort 2020, además, le pide que aclare si las comunidades se beneficiarán de las ventas de la colección. “Se trata de un principio de consideración ética que… nos obliga a hacer un llamado de atención”, se lee en la carta fechada el 10 de junio y difundida por El País.

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