La elegancia de The xx

La próxima semana es el lanzamiento oficial del disco más esperado de 2012. La fecha simbólica es el 5 de septiembre en Japón, pero en Estados Unidos la salida está programada hasta el 11 de septiembre. 

Pero en una época de filtraciones digitales en donde no se respeta ni la publicación de cables diplomáticos, fans y críticos tenemos escuchando desde hace varios días “Coexist”, el segundo álbum de la banda The xx.

Juan Antonio Zertuche Juan Antonio Zertuche Publicado el
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La próxima semana es el lanzamiento oficial del disco más esperado de 2012. La fecha simbólica es el 5 de septiembre en Japón, pero en Estados Unidos la salida está programada hasta el 11 de septiembre. 

Pero en una época de filtraciones digitales en donde no se respeta ni la publicación de cables diplomáticos, fans y críticos tenemos escuchando desde hace varios días “Coexist”, el segundo álbum de la banda The xx.

“Coexist” está compuesto de once canciones “frías”, elegantes, pausadas, con aire suficiente para que la letra tome el peso que debe y con beats que despegan justo en el momento adecuado. 

Este disco confirma a The xx como una banda generacional, con una cada vez más creciente y heterogénea base de fans que me recuerda mucho al fenómeno de Portishead. 

Esta es la consagración de Jamie Smith como uno de los mejores creadores de ritmos de nuestros tiempos. La combinación de voces semiapagadas entre Oliver y Romy se perfecciona a lo largo de los 11 tracks. 

“Coexist” no sorprende, suena a como debería sonar un segundo álbum de The xx. Pero lo que sí sorprende es que lo hayan podido lograr de una manera tan precisa; todo suena bien, en su lugar, la extensión de las canciones es casi perfecta, el bajo, el ahorro de guitarras, etcétera. 

De alguna manera el sonido que la banda ha logrado en este álbum recoge los principios y la filosofía general del post dubstep al estilo de James Blake, pero lo transforma en algo mucho más divertido. Y eso en gran parte es culpa de Jamie xx.

Y a mi gusto, “Swept Away” es la canción que mejor encapsula este concepto.  Uno de los mejores discos del año.

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