Cristina Rivera Garza explicó que la elección de la letra “e” en el término latine, que da nombre al ciclo que coordina, representa un punto de problematización y de repensar las cosas. Foto: Especial

La autora Cristina Rivera Garza inaugura ciclo de actividades

La escritora, integrante de El Colegio Nacional, inició Escritoras latines: una nueva generación, en el Aula Mayor de la institución

La lengua también se elige por presiones o por pragmatismo social: “Si estás viviendo en un lugar donde se publica en inglés y se habla en inglés es una decisión pragmática estudiar en inglés, lo cual no quiere decir que no hables español, que no entiendas español e, incluso, que no estés escribiendo en español”, señaló la escritora Cristina Rivera Garza, integrante de El Colegio Nacional, en el arranque del ciclo Escritoras latines: una nueva generación.

En el Aula Mayor de la institución, la colegiada introdujo la charla “Afueramientos: las escrituras de Raquel Gutiérrez” bajo la certeza de que “una de las cosas que se cree mucho sobre las escritoras chicanas, latines, es que se dice que, como escriben en inglés, han perdido el español, que se les olvidó el español y, a veces, desde México, desde Latinoamérica, se les acusa de que han perdido el español; yo que las conozco y que platico con ellas en español, creo que tenemos que decirle al mundo que hay una decisión pragmática en esa elección”.

La escritora busca darle voz a las escritoras chicanas, latines a quienes se les acusa de que han perdido el español. Foto: Especial
La escritora busca darle voz a las escritoras chicanas, latines a quienes se les acusa de que han perdido el español. Foto: Especial

Para el inicio del ciclo, la autora mexicana invitó a la artista, performer y escritora chicana Raquel Gutiérrez, nacida y criada en Los Ángeles, pero de padre mexicano y madre salvadoreña, quien relató la historia de sus padres y su llegada a Estados Unidos, en los años 70, cuando el movimiento chicano ya era reconocido y los “nuevos migrantes”, que aún no hablaban español, vivían otra especie de segregación.

“Para mí, el este de Los Ángeles es bien importante porque hay una narrativa ‘bien pesada’ que sobresale sobre la historia de la gente mexicoamericana”, dijo.

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