Justo a tiempo, Rusia

¿Qué pretende Rusia? De acuerdo a un comunicado oficial de la Agencia Espacial Rusa, dicho país se retirará de la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2024, cuando se agotará el acuerdo de financiación que tiene con Estados Unidos (EU).

Y no solo eso, la nación cuyo presidente es Vladimir Putin también se llevará los módulos que tiene en la EEI y otras estructuras, para reutilizarlas en una nueva estación espacial, que sea exclusivamente de su propiedad.

María Alesandra Pámanes María Alesandra Pámanes Publicado el
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módulos perdería la EEI con la partida de Rusia
Rusia tomó la sabia decisión de abandonar la EEI, pues esta tendrá más fallas cada vez. Y la inversión para el futuro no lejano va más allá de llegar a una estación "de paso"
"Nunca se iba a sostener por sí misma (la EEI) en un sentido económico, pero ahora no se sostendrá por sí misma en un sentido científico (...) No tenemos nada nuevo que hacer en órbita o en la Luna (...) Hoy solo debemos ir hacia adelante, eso significa a Marte"
Yuri KarashExperto en política espacial
https://www.youtube.com/watch?v=jGwN6NH258g

¿Qué pretende Rusia? De acuerdo a un comunicado oficial de la Agencia Espacial Rusa, dicho país se retirará de la Estación Espacial Internacional (EEI) en 2024, cuando se agotará el acuerdo de financiación que tiene con Estados Unidos (EU).

Y no solo eso, la nación cuyo presidente es Vladimir Putin también se llevará los módulos que tiene en la EEI y otras estructuras, para reutilizarlas en una nueva estación espacial, que sea exclusivamente de su propiedad.

Su decisión está ligada directamente con las diferencias que tuvieron Estados Unidos y Rusia el año pasado respecto a Ucrania y la incorporación de Crimea a la Federación Rusa. De hecho, en marzo del año pasado, la NASA aseguró que la “guerra fría” se quedaba en la Tierra, dejando intacta su relación –y colaboración– en las misiones espaciales. En aquel entonces, Allard Beutel, vocero de la agencia espacial estadounidense, dijo que el conflicto Rusia-Ucrania no tendría “algún impacto en nuestra cooperación civil espacial con Rusia, incluida nuestra asociación en el programa de la Estación Espacial Internacional (EEI)”. Y agregó que era “en el mejor interés de todos los socios de la EEI no permitir la interrupción de operaciones que han mantenido continuamente la presencia humana en órbita durante más de una década”.

Sin embargo, un año después, ese desacuerdo es una de las razones por las que Rusia se retirará de la EEI. Pero no es el factor de mayor fuerza.

La EEI ya es una estructura vieja. En los últimos años se han dado diversos altercados que han puesto en riesgo la vida de astronautas estadounidenses, europeos y japoneses (a la EEI llegan equipos de astronautas e investigadores de la NASA, la Agencia Espacial Federal Rusa, la Agencia Japonesa de Exploración Espacial, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Canadiense)”.

El 14 de enero de este año, por ejemplo, sonó una alarma porque se había filtrado amoniaco en la atmósfera (lo utilizan para enfriar el sistema energético de la estación espacial). 

Ese incidente pudo haber causado la explosión de la estación “como una lata de comida que se coloca sobre una llama abierta”, apunta Elena Kudryavtseva en Worldcrunch. Bajo el protocolo y siguiendo las instrucciones, los astronautas de EU se refugiaron en la sección rusa, junto con los astronautas de ese país.

Incidentes similares se han dado debido a fallas en los sistemas ya que, supuestamente, esta estación debía funcionar hasta el 2015. Y, pese a que está considerada uno de los logros más grandes y representativos de la ingeniería, se cree que su expectativa de vida no llegaría más allá del 2024.

Momento de separarse

Las fallas y los errores en los sistemas de la EEI seguirán aumentando, de acuerdo a Andrei Lonin, experto en tecnología espacial de la Academia de Ciencia Astronáutica. De hecho, Lonin indica que la postura de Rusia es la más inteligente.

Y es que el concepto original de estación espacial en órbita es que sea un lugar “de paso”, no de estancia o investigación. “Un lugar para la humanidad para iniciar su conquista de los cielos”, dice Konstantin Tsiolkovsky, uno de los padres de la teoría astronáutica.

“La Unión Soviética lanzó su primera estación de órbita en 1971, después de un intento fallido de llegar a la Luna. En ese momento, los científicos estaban interesados en los aspectos técnicos de la campaña y en ver cómo los seres humanos se llevaban a lo largo de las estancias prolongadas en el espacio”, agrega Elena Kudryavtseva en Worldcrunch. 

Ahora, los intereses son más ambiciosos e incluyen la vida interplanetaria, así como la conquista de otros planetas (como Marte), por lo que el financiamiento y las misiones se inclinan hacia naves que logren llegar a distancias prolongadas. Y a misiones tripuladas seguras, pues la exposición a la radiación podría perjudicar a los astronautas e incluso aumentar su riesgo de muerte durante el trayecto.

La mayoría de los proyectos tales como Mars One, están destinados a lograr llegar al Planeta Rojo para el año 2035, por lo que una nueva estación espacial –como la que pretende construir Rusia– sería el paradero perfecto.

Yuri Karash, experto en política espacial y sistemas de cohetes, enfatizó que la EEI “nunca se iba a sostener por sí misma en un sentido económico, pero ahora no se sostendrá por sí misma en un sentido científico (…) No tenemos nada nuevo que hacer en órbita o en la Luna, para el caso: 12 estadounidenses ya han estado allí y trajeron 400 kilos de rocas y suelo. Hoy solo debemos ir hacia adelante, eso significa a Marte”.

¿Qué pasará con la EEI?

Aún no se sabe. EU dejó en claro que seguirá apoyando la investigación y labor de la EEI, inclusive después del retiro de Rusia. Sin embargo, los expertos consideran que esa postura no es realista, pues EU tendría que aprender a manejar la tecnología “a la rusa”, y la EEI no podría mantenerse solamente con la sección estadounidense (ni siquiera contando las de los otros países). 

El plazo de la EEI

La EEI fue ensamblada entre 1998 y 2011. Está formada por módulos que en su mayoría son propiedad de la NASA (EU) y Roscosmos (Rusia). El acuerdo de utilizar esa instalación estaba programado para 2020, pero en enero de 2014 el presidente Barack Obama anunció que se extendía hasta el 2024.

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